Retrato de un político duro, pero aplomado - 18 de Junio de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 642933669
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Retrato de un político duro, pero aplomado

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Julio César Turbay Ayala, de quien hoy se conmemora el primer centenario de su natalicio, fue uno de esos hombres que supo desde su infancia que quería hacer política y a quien la historia le dio un lugar como uno de los presidentes de Colombia más controvertidos, pero –a la vez– de los pocos que no dejó enemistades electorales o partidistas tras su retiro del poder. Sus biógrafos y familiares coinciden en un hecho que marcó ese camino, y es que cuando Turbay Ayala terminaba sus clases de colegio –mientras cursaba el bachillerato– solía caminar hasta el Capitolio para ir a escuchar los debates de la época. Esa actividad era, junto con la lectura, una de sus principales pasiones. Quien llegó a ser el presidente de Colombia entre 1978 y 1982, a nombre del Partido Liberal, era hijo de un emigrante libanés, Antonio Amín Turbay, quien se casó con Rosaura Ayala, oriunda de tierras cundinamarquesas. Este exmandatario –nacido en Bogotá el 18 de junio de 1916– fue un autodidacta y tuvo tal sed de conocimiento que distintas universidades le otorgaron títulos en la modalidad de honoris causa por sus capacidades en distintas áreas, especialmente en todo lo relacionado con el Derecho. Su interés por la abogacía se despertó gracias a su hermana Hortanse, una de las primeras mujeres que en Colombia ingresó a una universidad a estudiar esta carrera. En total fueron 6 hijos, incluyendo al expresidente, los que nacieron de la pareja entre el libanés y la cundinamarquesa. Sus familiares recuerdan que al exmandatario –fallecido el 13 de septiembre del 2005– le tocó la época en que su padre fue duramente golpeado por una crisis económica, lo que lo obligó a potenciar sus capacidades de autodidacta para alcanzar su meta de sentarse en el solio de Bolívar. Y los frutos se vieron. Su estreno en política lo hizo en Cundinamarca como concejal de Usme, en 1936, y al año siguiente –con 21 años– fue alcalde de Girardot. En estas dos instancias comenzó una carrera pública que, como dicen sus allegados, solo terminó con su fallecimiento. Al año siguiente, en 1938, Turbay Ayala, junto con Alfonso López Michelsen –quien luego también fue presidente (1974-1978)–, llegó al Concejo de Engativá por el movimiento Revolución en Marcha, liderado por el entonces mandatario Alfonso López Pumarejo. Las ganas de hacer política de uno de los hombres que más ha dado de qué hablar –tanto para admirar como para criticar– lo llevaron a la Asamblea de Cundinamarca cuando el poder lo...

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