La Revolucion Bolivariana: sinopsis de una permanente ambiguedad. - Vol. 25 Núm. 1, Enero 2013 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 635803977

La Revolucion Bolivariana: sinopsis de una permanente ambiguedad.

AutorRomero, Carlos A.
Páginas15(29)

The Bolivarian Revolution: overview of an ongoing ambiguity

A Revolução Bolivariana: sinopse de uma permanente ambiguidade

  1. Consideraciones generales

    Entre los años sesenta y setenta, Venezuela no era un buen indicador para saber por dónde iba América Latina. Para algunos autores, en el país no pasaba nada significativo y para otros la configuración política venezolana se consideraba muy difícil de clasificar (Karl, 1997).

    Desde 1958, se comenzó a observar a Venezuela como un caso "exitoso" de transición política, al superarse los problemas de formación de un sistema que dejaba atrás la dictadura militar y que comenzaba a desarrollar un régimen democrático y constitucional (Rey, 1991; Kornblith, 1997). Se trató entonces de definir al sistema político venezolano (desde ahora SPV) como un sistema estable, dada la presencia de un sistema populista de conciliación de élites y de un Estado poderoso, con una alta capacidad de distribución de la renta petrolera. (Karl, 1997). A esto se añadió la tesis del control civil sobre las Fuerzas Armadas y sobre otros grupos de presión a través de los partidos políticos mayoritarios, como Acción Democrática (AD), de orientación socialdemócrata y COPEI, de orientación socialcristiana. (Levine, 1973; Rey, 1991).

    Sin embargo, el SPV dio algunos signos de agotamiento a fines de la década de los setenta. El esquema de relación clientelar basado en la renta petrolera, conocido como el "rentismo" impulsó la creciente disparidad en los ingresos entre sectores sociales, la aparición de una alta inflación, de una deuda externa significativa y de una tasa de cambio negativa (Dietz & Myers, 2007). Estos acontecimientos estuvieron relacionados con la reducción de los ingresos petroleros y con unas específicas situaciones políticas, como la pérdida del control político de la sociedad por AD y COPEI, el crecimiento de la protesta popular y el desarrollo de posiciones antipartidistas, provenientes de sectores conservadores que en algunos casos fueron promotores de una salida militar o impulsaron un pensamiento neoliberal, o de sectores de la izquierda radical que tenían una base ideológica marxista. (Kornblith 1997; Coppedge, 2005; Morgan, 2011; Smilde & Hellinger, 2011; Mainwaring, 2012).

    En el campo académico, el cuestionamiento de la visión optimista sobre el SPV comenzó a jugar un papel bastante significativo en los estudios sobre el país. Si bien se habían dado algunos importantes estudios pioneros que habían puesto en duda los factores explicativos más conocidos sobre el sostenimiento del SPV, estos no tuvieron el impacto de otros libros, estudios y artículos escritos por numerosos especialistas, los cuales se habían apoyado en la tesis de que la estabilidad política en el país se había logrado a partir de 1958 a través del Pacto de Punto Fijo (una negociación de consenso político entre los principales factores partidistas de la época) (Silva Michelena, 1967; Piñango & Naim, 1984).

    De igual forma, se alertó sobre el hipercrecimiento del gasto público y la exagerada dependencia presupuestaria de los ingresos petroleros, vinculado todo esto al uso irracional del presupuesto nacional, lo que terminó inflando de manera exagerada y desordenada la ya incontrolable deuda pública, junto con la incesante corrupción administrativa, la carencia de una verdadera apertura democrática y el deterioro de las relaciones cívicas--militares (Rey, 1989; Rey, 1991; Levine, 1973; Kornblith, 1997; Diamint, 2005; Dietz & Myers, 2007).

    Al mismo tiempo, la idea prevaleciente en el debate público de que la política exterior de Venezuela reflejaba el consenso alcanzado en la vida política interna recibió una fuerte crítica. De esta manera, surgieron importantes voces disidentes que alertaban acerca del sobredimensionamiento de la política exterior en un hiperactivismo voraz y en cuanto a que durante muchos años se había dado un "disenso" sobre los temas exteriores, como las relaciones con Colombia, Cuba y Estados Unidos, los temas fronterizos y los referidos al comercio exterior (Romero, 2006).

    De otra parte, Carlos Andrés Pérez fue elegido nuevamente Presidente de la República para el período 1989-1994 y al llegar al poder aplicó de forma inmediata la receta del "Consenso de Washington". Este hecho hizo de la terapia de shock uno de los detonantes para que se desarrollara un fuerte estallido social en febrero de 1989, dos intentos de golpe militar en 1992 y la salida del propio presidente Pérez de su cargo en mayo de 1993 (antes del término de su mandato), en medio de una crisis de legitimidad del SPV y con su posterior reemplazo por dos presidentes interinos: Octavio Lepage (del 21 de mayo al 5 de junio de 1993) y Ramón J. Velázquez (del 5 de junio de 1993 al 2 de febrero de 1994). Velázquez a su vez le entregó el poder a Rafael Caldera, quien ya había sido Presidente de Venezuela en el periodo 1969-1974. Caldera, candidato victorioso en las elecciones de diciembre de 1993, optó de nuevo por la Presidencia de Venezuela con la tesis de recuperar el SPV si se retornaba a sus bases originales.

    Por su parte, Hugo Chávez, oficial retirado del Ejército venezolano que había participado en el intento de golpe de 1992, el cual había sido procesado, sobreseído y retirado de la institución castrense en 1994 y quien en un principio se negó a participar en la lucha electoral, reconoció en 1997 que se daban las condiciones para llegar al poder por esa vía. De esta manera, Chávez obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales de diciembre de 1998, en las que obtuvo un 56% de los votos, con una plataforma populista y con una alianza heterogénea que lo llevó a la Presidencia de la Nación en enero de 1999. Chávez llegó a la presidencia con la bandera de convocar una Asamblea Nacional Constituyente (el candidato opositor más importante, Henrique Salas Römer, presentó un programa de corte neoliberal y obtuvo un 40% de los votos en esas elecciones presidenciales) (Mainwaring, 2012).

    En realidad, Hugo Chávez ganó las elecciones en 1998 con la idea de dividir la historia democrática venezolana en dos períodos: "la Cuarta y la Quinta" república e inició un proceso transformador en un país que desde entonces tuvo una nueva politela--un nuevo modelo político--, un desplazamiento de élites, un nuevo actor primus interpares, el presidente Chávez, y una serie de nuevas propuestas sobre el futuro de las relaciones entre el Estado y la sociedad.

    En este marco, este proceso ha transitado por cuatro etapas. La primera de ellas transcurre desde 1999 hasta el 2000, la cual se podría calificar como una etapa de transición hacia un nuevo modelo político y económico de corte populista democrático y bajo la rectoría de un proceso constituyente, el cual dio lugar a la Constitución de 1999, a las elecciones presidenciales de julio de 2000 y a la relegitimación de los poderes públicos en esa misma fecha, incluyendo el inicio de un nuevo período presidencial (2000-2006) (Rey, 2007). Una segunda etapa transcurre desde el 2000 hasta el 2004 y se puede clasificar como una etapa de fundamentación del nuevo modelo, en medio de un proceso plagado de inestabilidad e incertidumbre originado por el choque entre el gobierno y la alianza oficialista con la oposición durante el periodo 2001-2004, y que tuvo como puntos de inflexión el golpe de Estado en contra del presidente Chávez en abril de 2002, la huelga de los Empleados de Petróleos de Venezuela--PDVSA--entre finales de 2002 y comienzos de 2003, y la celebración del Referéndum Revocatorio Presidencial en agosto de 2004. Este Referéndum fue considerado como el instrumento fundamental para lograr una salida política, democrática y constitucional a la crisis planteada durante esos años, en el marco de un proceso de negociación entre actores nacionales avalado por la OEA, el Centro Carter y el PNUD (Martínez Meucci, 2012). La tercera etapa comenzó ese mismo año (2004) y la podemos definir como un momento de ejecución de un modelo cuasi-radical, con una orientación más definida, de base estatista y con una ruptura con el pasado, lo que se bautizó con el nombre del "socialismo del siglo XXI".

    En los años 2005 y 2006, en ocasión de celebrarse unas nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales, respectivamente, (la oposición declinó participar en las elecciones parlamentarias de 2005), el presidente Chávez llevó su oferta programática hacia la concreción de un modelo sin las ambigüedades anteriores, en lo que algunos analistas progobierno llamaron--de acuerdo con el pensamiento marxista tradicional--, el paso de una etapa nacional liberadora y reformista a una etapa socialista, lo que desde el 2007 tiene como norte la ejecución del ya nombrado socialismo del siglo XXI; el poder comunal y la reforma constitucional sometida a plebiscito en diciembre de 2007. Aunque la propuesta oficialista que incluía la tesis de la elección presidencial indefinida fue derrotada en este plebiscito, esta se aprobó con éxito y bajo fuertes críticas de la oposición por la vía legislativa en el 2008 (Coopedge, 2005; Kornblith, 2007; Rey, 2007).

    Ahora el proceso chavista está entrando en una cuarta etapa desde enero de 2013, marcado por la entrada de Nicolás Maduro como encargado del poder ejecutivo en su condición de Vicepresidente de la República (de enero a marzo de 2013), como Presidente encargado de la República (de marzo a abril de 2013, al fallecer el presidente Chávez) y como Presidente de la República para cubrir el período 2013-2019 (para el cual se había elegido al presidente Chávez en octubre de 2012). Dicha etapa comenzó luego de realizarse unas nuevas elecciones presidenciales el 14 de abril de 2013 y de juramentarse Nicolás Maduro como Presidente el 19 de abril de 2013.

    Desde el punto de vista de la política exterior, el gobierno del presidente Hugo Chávez cambió sus fundamentos en esos años. La política exterior de Venezuela se convirtió desde un primer momento en un elemento fundamental del...

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