Segundo encuadre. El estado - Acto primero. La especie humana - Estado y familia: historia y derecho - Libros y Revistas - VLEX 1028185979

Segundo encuadre. El estado

Páginas55-90
Segundo encuadre
El estado
CAPÍT ULO II
DEL ABSOLUTISMO AL LI BERALISMO Y AL
ESTADO BI ENESTAR
¡¿Del Estado?!, me dirán inquisitivos. Y les debo decir que: Sí.
21.- De un tiempo para acá es el Estado una noción central en
los temas de familia primordialmente desde cuando se adoptó el
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de una dimensión cultural, política y objetiva?, Sí; puesto que el
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lo particular, decide imponernos un modelo de vida y al limitarnos
las opciones vitales, ejerciendo un conductismo violento de nuestras
opciones adquiribles libremente, limita la libertad particular y,
entre ellas, la singular de elección del modo de vida. Acá suena
Estado como sujeto objetivamente hablando, injerencista en sus
intervenciones, perdiéndonos en esa concepción la libertad, donde
Estado es lo que resulta de ser la sumatoria de nosotros mismos.
El Estado somos nosotros, aunque la noción política haya sido la
nación como englobadora del pueblo con amplias libertades1. En esas
determinaciones de política pública estamos ausentes en la mayoría
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legisladores de la mayoría, de modo que se nos fuerza a repetir los
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1 Los griegos tuv ieron su Olimpo que era u na creación ideal, politeí sta y de ahí el Panteón.
El pueblo griego se encontr aba en el Ágora y era la ecclesia. La rel igión griega era
cívica y la romana fue i ndividualista. De u n tiempo para acá tenemos a l Estado como
creación ideal tambié n, cual si se tratara del olim po actual, sin habitante s.
Luis Eduardo Montoya Medina56
realidad desde la constitución como enmarcamiento, y así, nuestra
libertad es simplemente teórica reducida y no práctica o queda
para una parcela también muy reducida de sujetos decididamente
libertarios, quienes lo hacen a sus propios riesgos. Esta es una forma
violenta también de hacernos vivir la vida de otros, de compartir
con cuño nuevo los viejos vinos del pasado y decirnos: ¡Felices!,
disfrazada por ser el modelo querido por la mayoría de los que nos
tocó ocupar un puesto en este viaje2.
Los directamente implicados en cuanto hacen parte de un núcleo
familiar, escenario en donde se va a vivir sus/los roles que otros nos
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una copia modular o introduciéndole variantes, caleidoscópicas, de
muchos sentimientos e ideales que esperamos vivir en esta porción
de la vida individual; es una situación esencialmente dialéctica,
contradictoria y sabemos que, en la formación de nuevas tesis y
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donde el tema pasa por ser traumáticamente violento: Una lucha de
contrarios, una lucha de complementarios, una lucha de asociados,
una lid de subordinados, una simple conjunción de bienandantes, una
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violencia es del ser humano desde cuando nace pero también es de su
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simbolizar los hechos“3. El punto no es solo de eticidad, moralidad o
religiosidad, sino de principios que también van desplazándose en el
universo de nuestras vidas, de la cultura y de sus valores, valores en
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debidamente sometiéndoles al crisol vital y... en eso, se nos va la vida.
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22.- Estas estampas comienzan [por requerimientos del tema]
cuando en Occidente se realizaba la empresa colonizadora para hallar
rutas al comercio con Oriente –Las Indias Orientales [Cipango, con
2     
las minorías . Cfr    J erem y. Contra el gobierno d e los jueces ventajas y
desventajas de tomar de cisiones por mayoría en el Congreso y en los trib unales,
 
3    El Tiempo, enero 18 de 2008.
Segundo encuadre: el estado. Capítulo II 57
quienes había comercio y ya existían mercados de la seda y especias
con China] resultaron ser occidentales–, ruta frustrad a con las resultas
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abarcando cinco siglos de la Historia de la Humanidad Occidental,
la cual se caracterizaba por la formación de las “nuevas monarquías
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económica. Sin embargo, el poder no se ejerce en el vacío sino sobre
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época, obediente a determinadas pe rspectivas cumpliéndose estas por
sujetos pasionales y compuesta por hombres necesitados.
Estos lapsos de dominación no se demarcarán por los cambios
seculares con exactitud cronológica contando años acumulativamente,
sino por los fenómenos emergentes en el seno de las comunidades
agrupadas en torno a las estirpes (hombres, mujeres y niños, en
familias, género humano que no cambia e instituciones jurídicas
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cual fue el método puesto al servicio de la dominación aparejando el
desarrollo de otras esferas de la sociedad, con cambios en la tecnología,
en la competitividad militar, arrastrando con ellas a la ciencia pero
finalmente implicando a la economía. Empero, el Hombre, los
personajes, son esencialmente los mismos no han cambiado con las
   
de la que conocemos como Europa de hogaño después del ocaso del
Sacro Imperio Romano Germánico, para el año de 1500 promovió el
control político de vastas zonas convirtiéndose en el escenario del litigio
entre familiares con el auge y declive de los Habsburgo4 quienes se
4 “La muerte de Isabel «la Católica » en 1504 y la antipatía de una part e de la nobleza
castellana hacia Fer nando «el Católico» alzó en el trono del rei no español al hijo de
Maximilia no I de Habsburgo, Felipe «el Hermoso», casado con Ju ana «La Loca», que
en el momento de la alian za era la tercera en la línea d e sucesión al trono, pero que
   
Carlos, heredó las cor onas de Castilla y de Aragón a con secuencia de la prematura
muerte de su pad re, el fallecimiento si n herederos varones de Fer nando «El Católico»
y la incapacidad pa ra reinar de su ma dre, en 1519, obtuvo por elección la Corona
imperial con el nombr e de Carlos V, tras la muer te de Maximiliano. Carlos V rei nó
en un imperio do nde literalmente no se pon ía el sol. Hasta el punto de que a su muer te
tuvo que dividir su s posesiones entre Felipe II, q ue se quedó con la herencia his pánica,
los Países Bajos, Milán, Nápoles , Sicilia, Cerdeña y el Franco cond ado, mientras que

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