Simona - 8 de Enero de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 879959019

Simona

El primero de enero es un día raro, no hay mucha gente en la calle y uno tiene la sensación de que está estrenando de todo, hasta vida. Motivo pandemia, los últimos dos años, he pasado ese día en compañía de una amiga amada, de la que, además, tuve el honor de ser pareja hace años. Ella es estricta en el aislamiento, así que el encuentro consiste en salir al parque Nacional, porque estamos al aire libre y, además, es precioso; conversamos, nos contamos historias varias y nos divertimos, porque es una conversadora brillante. Este año, una vez encontramos un sitio tranquilo donde parquear, estábamos en la tarea de conversar y se acercó despacio otro carro, que parqueó adelante. Me causó, primero, desconfianza, la inseguridad en la ciudad está disparada; luego, malestar porque la idea era estar solas, y, por último, mucha curiosidad, porque del vehículo se bajó un muchacho joven, que se dirigió al lado del pasajero y allí conversó con alguien, mientras mantenía medio cuerpo adentro. Luego, con enorme delicadeza, vi que se bajaba la pasajera, una muchacha tan joven como él, con un bultico pequeño en los brazos, del que emergían un par de peludas orejas grises. Simona, supimos luego que se llamaba. Una perrita hermosa de catorce años. Venían de la veterinaria, les acababan de decir que ya no había más que hacerle, no quería comer y, a todas luces, había decidido dejar de vivir. Ella y él, mellizos, que por la edad debieron de recibirla cuando tenían diez años o menos, estaban destrozados con la noticia. Para asimilar lo mejor posible, decidieron darse una vuelta con ella, llevarla a un sitio bonito a que estuviera tranquila, le acomodaron una cobija y la invitaron en todos los tonos de amor a que tomara agua y tratara de caminar un poco sobre el pasto. Ella simplemente permaneció quieta. Pedí permiso, me acerqué y la acaricié despacio, todo en ella se sentía agotado. Con cuidado, le hablé pasito, le di las gracias por las alegrías que su vida había causado y le deseé un tránsito tranquilo al cielo de los perros. También...

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