¿Para qué nos sirven los misteriosos rayos T? - 15 de Diciembre de 2017 - El Tiempo - Noticias - VLEX 696843821

¿Para qué nos sirven los misteriosos rayos T?

Juan Diego Soler * - para el tiempo @juandiegosoler

A comienzos del mes de noviembre de 1895, Wilhelm Röntgen, profesor de la Universidad de Würzburg, en Alemania, observó durante un experimento con tubos al vacío unos rayos invisibles que atravesaban libros y paneles de cartón haciendo brillar una pantalla fluorescente. Por desconocer su naturaleza, los llamó rayos X (como las cantidades desconocidas en una ecuación). Apenas un mes después, Röntgen usó los rayos X para tomar en una placa fotográfica una imagen de la mano de su esposa. Era la primera radiografía de la historia. Los rayos X son radiación electromagnética que puede atravesar la piel y los músculos, pero se atenúan en sustancias más densas, como el tejido rico en calcio que compone los huesos. Por eso son una de las herramientas no invasivas más importantes para estudiar el interior del cuerpo humano. Sin embargo, no son inocuos; la exposición prolongada puede causar daños a los tejidos y a las moléculas que guardan nuestra información genética, y no son muy efectivos para diferenciar tejidos que no tienen grandes diferencias de densidad. Los humanos evolucionamos en un ambiente donde hay niveles de radiación natural que nuestros cuerpos toleran sin dificultad. Pero al hacernos una radiografía de un brazo o una pierna nos exponemos en un instante al equivalente de tres horas de radiación natural, lo cual no es mucho. Pero una radiografía de la columna vertebral equivale a seis meses de radiación natural y una tomografía del abdomen, a tres años de radiación natural. Estos niveles de exposición a la radiación ionizante se acumulan, y aunque no son graves para un paciente promedio, sí pueden llegar a ser considerables para pacientes que necesitan diagnósticos continuos, como por ejemplo aquellos que sufren de distintos tipos de cáncer. Por esa razón, la medicina moderna busca continuamente alternativas a los rayos X. Y una de ella son los rayos T. Estos también son radiación electromagnética y se los conoce bastante en astronomía; corresponden a las frecuencias de la luz en las que se estudia la emisión del polvo interestelar en las nubes de gas donde nacen las estrellas como nuestro Sol. Estas frecuencias corresponden a millones de millones de pulsos por segundo, es decir, terahercios, por lo que se les llaman rayos T, aunque los astrónomos jamás los llaman por ese nombre. Para diagnosticar cáncer Los rayos T se...

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