De Soacha al Caribe, la lucha de Lina por las víctimas de la violencia - 23 de Junio de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 729653429

De Soacha al Caribe, la lucha de Lina por las víctimas de la violencia

Michael Cruz Roa - EL TIEMPO @M_CruzRoa Miccru@eltiempo.com

En diciembre, frente al mar de Cartagena, Lina Caro Banquez tiró una a una las piedras que acumuló durante más de 20 años en una mochila. Cada una representaba un recuerdo de su pasado. Arrojándolas se despojó de la violencia sexual de la que fue víctima, de los días de desplazamiento, de las noches en que calló sin poder explicarle a su familia lo que la había llevado a vivir a un municipio como Soacha, alejada de todos. Fue el 11 de noviembre del 2017 cuando declaró, con pelos y señales, qué le había pasado ante las autoridades. Citó los días exactos, los horarios, la rutina a la que era sometida, los implicados, sus apodos. Todo. La fecha la eligió porque ese día se celebra la independencia de Cartagena. Y para Lina, esta también era su independencia. Ahora, un grupo de diez mujeres la espera en una ciudad de la costa Caribe. Lina las anima a denunciar el abuso sexual del que han sido víctimas. “Yo ya no callo, y vine a compartirles mi experiencia a estas mujeres, que por sus condiciones socioeconómicas requieren de un apoyo”, explicó la mujer de 49 años, y quien a su vez lucha contra un cáncer de la glándula tiroides. Su proceso La primera vez que un hombre abusó de Lina fue a los nueve años. Su hermanastro marcó su cuerpo para siempre. Luego, a los 19, viviendo en su pueblo natal, María La Baja (Bolívar), el miedo llegó como un murmullo que atormentaba al pueblo. Esta vez por el conflicto armado. Decían que venía la guerrilla pero también que los paramilitares sembraban zozobra en su tierra. “Tocaba ser prudente. Ya no se podía hablar con cualquier persona. Luego, en un corregimiento, mataron a un muchacho, que por ser colaborador de la guerrilla. Después a un vecino nuestro. Las cosas estaban cambiando”, indica Lina. De su tierra natal tiene recuerdos bellos, y sonríe al evocarlos. “Mi familia cultivaba allí, se hacía pesca y era un paraíso”, asegura. Ella, por su parte, se dedicaba al comercio. “En 1998 tenía 29 años. Trabajaba vendiendo chance; tenía tres hijos y vivía con mi pareja. Un día una persona del pueblo me dijo que tenía que ir a otro corregimiento, que allá me estaban esperando para vender chances. Esto fue una orden y una amenaza. Uno no podía decir nada y yo ya sabía que esto no era para nada bueno”, sentenció. A Lina la llevaron con otras seis mujeres a un campamento de los paramilitares. “Esos recuerdos son muy feos. Allá se ejerció violencia sexual...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR