Ten cuidado con lo que deseas - 30 de Enero de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 592628690
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Ten cuidado con lo que deseas

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Vincent

Ten cuidado con lo que deseas. Es un dicho del inglés que viene al caso también en política. En Estados Unidos, es aplicable hoy al Partido Republicano. Desde la época de Ronald Reagan (1980) la derecha avanza hacia el extremo, que ya linda con el fascismo, es decir, con un desenfreno activista, entre resentido y sin sentido, y que oculta intereses de carácter non sancto encarnados en un “superhombre”, un monstruo. Que todo lo que hace el sector público es malo, que la economía no se puede estimular sino bajándoles los impuestos a los ricos (quienes pagan muy poco), que hay que desreglamentar aun más las finanzas, que la moralidad en 2016 debe seguir la de 1950, que el derecho de portar armas es sagrado (matando a 30.000 civiles al año), que universalizar el derecho a la salud es nocivo, que la política bien puedan comprársela los ricos. Mientras tanto, y a pesar del relativo alivio de la época de Bill Clinton, la clase media se empobreció, la seguridad social va a quebrar, la base industrial se erosionó, la infraestructura se desmoronó, la inconformidad social arreció, la educación fracasó, los medios sociales sacralizaron la ignorancia, la conversación política de la derecha tornó en farsa, hubo una epidemia de consumo de drogas legales e ilegales, se hicieron guerras inconsultas en Afganistán e Iraq creando el terrorismo de nuestra época, y el sistema político perdió gobernabilidad casi a punto de impedirle al presidente Obama – hombre bien intencionado si jamás lo hubo– de gobernar (importantes excepciones: reforma parcial de la salud, limitado estímulo después de la crisis de 2008). Entonces el gran deseo originario de los republicanos de la era Reagan, de establecer políticas conservadoras para corregir los desvíos del progresismo de los años sesenta, fue a dar en un extremismo estéril que polarizó y paralizó al país. En Colombia se juega un fenómeno paralelo. Aquí el gran momento de la derecha llegó con Álvaro Uribe en 2002, quien restableció suficiente orden y dio suficientes prebendas como para reanimar a la economía y la sociedad. Volvió a surgir el sempiterno sueño de la derecha colombiana, el de un país que nunca existió sino para una pequeña minoría: católico, capitalista feudal, sometido. Pero esta idea atrae a la mitad de la opinión pública, amedrentada por la historia. Como si Cien Años de Soledad, que evoca el país...

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