La tipología de los perjuicios
| Autor | Carlos Enrique Pinzón Muñoz |
| Páginas | 27-155 |
28 Carlos Enr ique Pinzón Muñoz
1. GENEALOGÍA BÁSICA
En el derecho de daños comparado aparecen enumerados los fenómenos
adversos que pueden ser padecidos dentro de la sociedad moderna por el ser
humano como una especie de descripción siniestra de lo que es probable que
ocurra, sin que exista una estructura uniforme que dé cuenta exacta de sus
teoría del daño se ha ampliado, lo que lógicamente acrecienta la sensación de
riesgo y, al mismo tiempo, de indeterminación, hasta contemplar intereses y
lesiones nuevas, que incluyen algunos derechos incluso difusos, como es el
caso del daño ambiental, que, pese a esa estructura ambivalente, hoy permite
Dada esa estructu ra compleja del sistema de daños actual: riesgos, intereses
se ha expandido también el alcance jurídico de su reproche. Sin embargo,
dentro de las mismas cláusulas de responsabilidad que lo contenían hace más
de doscientos años, que justamente es lo que hace que su lectura sea anacrónica
y que por ese motivo resulte urgente tomar como norte una concepción que
sobrepase la visión positiva de la responsabilidad jurídica y se asiente con
mayor precisión en la idea de , constitucional y
normativamente, se encuentra la idea que nos permite comprender que son
los derechos que el orden jurídico promete mantener indemnes a favor del ser
humano el centro de protección y la base de la genealogía del derecho de daños.
Por ese desfase notable entre la posibilidad jurídica del reproche y la
proliferación de daños más allá de sus fronteras, es que el juez actual intenta
minimizar todos los riesgos y perjuicios que de ellos derivan, en la medida
en que simplemente su comprensión del fenómeno desde el plano dogmático
parece ya no tener una respuesta coherente, uniforme y, especialmente, plena.
De ese modo, los intereses nuevos parecen al mismo tiempo desvanecerse entre
el intríngulis de la genealogía clásica de los daños. De otro modo, no se explica
cómo, verbigracia, en Colombia, se tardó veinte años la jurisprudencia en
admitir que la salud es un bien jurídico protegido desde el plano constitucional,
y que por ese motivo merece ser reconocido como un daño autónomo.
Así, desde el prisma normativo, el interés a proteger es la persona, y claro
sus derechos primarios, como la vida, la integridad física, su salud, su honra,
su familia, etc., lo que muestra como el añejo derecho de daños con arraigo
en una genealogía monolítica anclada en los perjuicios materiales ya no
tiene la virtualidad de comprender todas las posibilidades de reparación. La
responsabilidad normativa propone actualmente dilemas como la reparación
29Libro III. Daños, per juicios y repar ación. Capítulo Pr imero
del daño cometido por un agente del Estado que no se encontraba en
marinas, o los daños morales sufridos por el propio Estado por los hechos
de corrupción de sus políticos, escenarios que escapan a la teoría tradicional
de la responsabilidad y que generan una genética de daños muy diversa a la
estructura pétrea del perjuicio civil.
De hecho, entonces, la evolución de la sociedad contemporánea con todos
los prolegómenos que ello acarrea, impide encontrar, como era dable solo hace
unos pocos lustros, una estruct ura uniforme y que, de paso, pueda ser admisible
en el derecho comparado, sobre la estirpe de los daños. La doctrina nacional1
asimila esta misma incertidumbre, y la admite especialmente cuando se trata
de equiparar el derecho francés con el colombiano, pues ni la metodología, ni
la sistematización son comunes. Sin embargo, es claro que en nuestro sistema
genérica que pueda ser acogida en los diferentes sistemas legales, la que parte
por reconocer en la obra de Chapus2
básicas: perjuicios materiales y perjuicios morales, considerados estos últimos,
una semblanza de la nueva concepción de los daños.
primigenia se orienta hacia la dif racción entre perju icios materiales e inm ateriales,
posición que no solo es acogida por la jurisprudencia del Consejo de Estado, sino
defendida por otros autores, como y ,
3.
la medida en que, verbigracia, se han elaborado arquetipos del perjuicio, como
el y el , de , al igual que la alteración
, distinción que, como bien resalta , es
1
pp. 140-165.
2 , Juan Carlos, op. cit., p. 145.
3 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso El Amparo, 14 de septiembre de 1996, en:
, Juan Carlos, op. cit., 148.
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