Tití, el monito que clama protección - 25 de Abril de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 567426858

Tití, el monito que clama protección

Vanessa Cardona Para EL TIEMPO El mono tití cabeciblanco es tan colombiano que si desapareciera del territorio también lo haría del mundo. Estos pequeños primates de melena blanca, ojos negros y manos diminutas sobreviven a duras penas entre los árboles, donde son cazados. Esta especie única fue declarada en peligro crítico desde el 2008. Antes de eso, habitaba en los bosques de Atlántico, Bolívar, Sucre, Córdoba y el norte del Urabá; pero en el último censo, hecho en el 2013, solo se registraron 7.000 ejemplares. Se sabe que a finales de los años 60 y comienzos de los 70 se exportaron 30.000 titíes a Europa y a Estados Unidos, donde fueron utilizados en investigaciones biomédicas. Empezaron a ser muy comunes en los zoológicos de estos países, pero quienes los veían ignoraban que eran animales amenazados, que solo se encuentran en el norte de Colombia. En el país, su población descendió hasta quedar aislada en pequeñas partes de bosques. La deforestación y el uso del suelo para la ganadería han destruido el 98 por ciento de su hábitat original. Sumado a esto, los titíes siempre han sido capturados para el tráfico ilegal de especies, a menudo, por habitantes de la zona. En 1985, la bióloga estadounidense Anne Savage, quien se dedica a la conservación en Disney Animal Kingdom, dejó sentado el valor biológico de esta especie. Para esa época, visitó Colombia atraída por la belleza del mono tití, del cual se tenía poca información. Tras conocer su estado, creó el único programa que existe para conservar la especie y hoy lidera la fundación Proyecto Tití, que busca donantes y apoyo. En 30 años de trabajo, esta organización ha logrado consolidar dos zonas de conservación en el país: la hacienda El Ceibal, situada en Santa Catalina de Alejandría (Bolívar), y Los Rosales, en Luruaco (Atlántico), donde viven protegidos al menos 300 titíes, 10 por ciento de los que sobreviven en el país. El proyecto monitorea a diario los bosques y observa el comportamiento de este animalito, así como su localización y factores de migración. Rosamira Guillén, coordinadora del proyecto en Colombia, dice que “la solución es recuperar y conectar bosques; además se debe aumentar el espacio de hábitat porque con el tiempo irán perdiendo diversidad genética”. La presión urbana y la...

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