TPP o el futuro de los acuerdos comerciales - 3 de Febrero de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 592911614

TPP o el futuro de los acuerdos comerciales

Mañana 4 de febrero se firmará en Nueva Zelanda el acuerdo comercial más grande de la historia, que involucra 12 economías del Pacífico: Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú, Chile, Vietnam, Brunei, Singapur, Nueva Zelanda y EE. UU. El Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) concluyó negociaciones a inicios de octubre pasado y se espera la ratificación por parte del legislativo de cada país. En cifras, los países firmantes conforman el 36% del PIB mundial. En el 2014 representaron el 23% de las exportaciones y 26% de las importaciones globales, según datos de la Cepal. En un discurso pronunciado el año pasado en Oregón, el presidente Obama defendió el acuerdo como “el más progresista”. El presidente de EE. UU. mantiene no poder permitir que países como China escriban las reglas de la economía mundial. Jeffrey Sachs, reconocido economista y profesor estadounidense, considera esta idea como ingenua e hipócrita, ya que China tendrá de igual forma un gran rol en el establecimiento de las reglas del comercio en el siglo XXI. Además, es el principal socio comercial de varios de los países firmantes, y sin duda negociará sus propios tratados con estos. Dada la complejidad de su contenido (30 capítulos), el Congreso no podrá votar para aprobar solo algunas de sus partes, es un todo o nada. Tampoco podrá modificarlo ni enmendarlo. En este sentido, el profesor de Columbia advierte que las partes ‘malas’ del acuerdo, son más fuertes que las ‘buenas’, y, por lo tanto, el Congreso no lo debería aprobar. Según Sachs, el gobierno prometió un acuerdo digno del siglo XXI, sin embargo, el resultado es otro tratado del siglo XX con resultados previsibles: crecimiento económico a expensas de un incremento en la desigualdad de los ingresos; excesivo poder para las grandes farmacéuticas; aumento del poder de lobby, además de consagrar el poder del capital corporativo frente a la sociedad, incluyendo los trabajadores y hasta los gobiernos. No obstante, lo más grave, anota, son los poderes otorgados a los inversionistas y la injustificada expansión de las protecciones del copyright y la cobertura de las patentes. A este respecto el nobel de economía Joseph Stiglitz, también se ha mostrado en contra del TPP, pues abre las puertas a enormes demandas de compañías privadas a los gobiernos por utilidades no percibidas en un negocio particular. Un ejemplo es lo que sucedió con Philip Morris, la cual demandó al Gobierno uruguayo por...

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