Tras el golpe, dudoso futuro de la Turquía democrática - 25 de Julio de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 645652785

Tras el golpe, dudoso futuro de la Turquía democrática

Idafe Martín Pérez Enviado especial de EL TIEMPO Estambul. En la madrugada del 15 de julio, Turquía cambió para siempre. El golpe de Estado fallido que realizó una parte de sus Fuerzas Armadas, conocido, según varios informes, por el Gobierno horas antes de que se desatara, abre la puerta a que el presidente Recep Tayyip Erdogan avance en su intención de convertir la democrática república laica en un régimen autoritario basado en una ideología islamo-nacionalista con tintes populistas. El Gobierno turco reaccionó como una apisonadora en los días posteriores al golpe. Descabezó la cúpula de las Fuerzas Armadas deteniendo a un tercio de los generales y almirantes, envió a la calle a más de 50.000 empleados públicos y atacó a todos los sectores a los que considera que simpatizaban con el golpe: empleados de administración, la cúpula de las universidades, miles de policías y soldados, casi 3.000 jueces y fiscales. La purga se extiende a los medios de comunicación, con cierres y censura. La condena internacional al golpe giró en pocos días a condenas contra esa masiva purga. Pero Erdogan no parece frenar: decretó el estado de emergencia, suspendió la aplicación de la Convención Europea de Derechos Fundamentales y anunció que probablemente reintroducirá la pena de muerte. La justicia contra los culpables del golpe parece tornar rápidamente en una venganza contra todo aquel que no sea un fiel seguidor del régimen. El estado de emergencia y las purgas son la herramienta de Erdogan para eliminar de raíz la influencia de los gülenistas, los seguidos del clérigo musulmán Fethullah Gülen, exiliado desde finales de los años 90 en Estados Unidos, a quien culpa del golpe. O, en palabras del presidente turco: “Erradicar rápidamente a todos los miembros de la organización terrorista implicados” en el golpe. “Era casi elegir entre la peste y el cólera”, contaba a EL TIEMPO en una cafetería de la comercial calle Istiklal un periodista de la versión turca de CNN. “Pero no tuvimos ninguna duda. Somos muy críticos con este Gobierno, pero lo eligió el pueblo y teníamos que condenar el golpe”, dice. “El Gobierno va a ir por cualquier voz disidente, pero no me arrepiento de haberlo defendido el viernes”, agrega. Este periodista solo acepta hablar bajo anonimato porque lleva días recibiendo amenazas de muerte, a través de sus perfiles en las redes sociales y también en su celular. ¿Deriva dictatorial? Erdogan parece querer aprovechar el fallido golpe para cambiar...

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