Turbulencia industrial - 17 de Febrero de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 557495746

Turbulencia industrial

El choque a la baja de los precios petroleros tendrá consecuencias sobre el consumo y la inversión difíciles de prever, pues llega en momentos de gran empuje en sectores a punto de alcanzar cambios estructurales profundos. En un par de años se aclararán cuatro incógnitas: (I) la competitividad de los empresarios norteamericanos en petróleo no convencional, (II) si el gas natural de esquisto le empieza a ganar a los crudos canadienses y norteamericanos en el transporte automotor, y al carbón en generación eléctrica, (III) si el empuje de las energías renovables, que amenazan con quebrar a muchas empresas eléctricas tradicionales en menos de cinco años en los países civilizados, se frena y solo reaparece con una recuperación al alza de los precios de los combustibles fósiles y (IV) el avance de la innovación norteamericana en negocios diferentes a la energía, potenciado por el fortalecimiento del dólar y el menor costo de la energía. Estas incógnitas se reducen a lo que pase en Estados Unidos. Europa cuenta poco porque la economía del Reino Unido, aunque por fuera de la Zona Euro, es pequeña para mover la aguja; y el vigor de las compañías alemanas tecnológicas del tipo Mittelstand, no es un motor suficiente para mover una Europa sin proyecto vital, posmoderna y en proceso de conservatización al tiempo. De acuerdo con variados analistas, tampoco hay mucho que esperar de China o India en los próximos dos años. Las razones que dificultan la predicción de la trayectoria de la economía norteamericana son variadas. Desde la aparición del gas de esquisto, los precios internacionales del petróleo y del gas natural en Estados Unidos se están desacoplando cada vez más. Una vez finalice el duro invierno en la costa este, hay que estar atentos a la fascinante evolución conjunta de ambos niveles de precios y de sus correlaciones. Todo depende de cuánto gas de esquisto en las gigantescas formaciones Marcellus, Barnett y Bakken es capaz de competir con el nuevo precio del petróleo (US$55?; US$75?), y de los sectores de demanda que logre penetrar. En el pasado, los avances tecnológicos de las energías renovables dependían exclusivamente del precio del petróleo. Esta vez es diferente porque los precios de las celdas solares vienen cayendo a pique de manera acelerada, la clase media usa cada vez menos energía per cápita y la amenaza al consumo de energía proviene del uso de software y telecomunicaciones (internet de las cosas), con costo marginal nulo, como...

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