¿Vale la pena correr tanto para ahorrarnos seis meses? - 21 de Septiembre de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 582818034
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¿Vale la pena correr tanto para ahorrarnos seis meses?

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María Isabel Rueda

Especial para EL TIEMPO

Preocupa el mecanismo de implementación de los acuerdos de La Habana. Da la impresión como de que estamos diseñando una versión del conocido como “asalto a la joyería” en la historia política reciente de este país, a la hora de sacar reformas constitucionales por atajos… El proyecto del Gobierno es bien intencionado. Hasta ahora es simplemente un procedimiento, no tiene nada de contenidos. Y está respetando la bilateralidad necesaria en unos acuerdos. Intenta establecer un mecanismo de hacer más breve ese proceso de implementación. ¿En lugar de inventar ‘grupúsculos’ como la comisión legislativa, este Congreso no puede aprobar las reformas derivadas del acuerdo de paz? ¡Si el Gobierno tiene incluso las mayorías! Pero tiene dos tipos de problemas. Primero, de tiempo: hacer las reformas constitucionales necesarias nos llevaría hasta finales del 2016 por los mecanismos normales, y la implementación de eso sería a partir del año 2017. Acortando ese procedimiento nos ganaríamos seis meses. ¿Solo seis meses? Seis meses son mucho tiempo cuando tendremos a la guerrilla en sitios de concentración, 10, 12 o 15 en el país. Eso, sin haber consolidado los acuerdos, no deja de ser un riesgo. A ver: pero hemos pasado tres, casi cuatro años en la negociación, y 50 años de guerra. ¿Por cuenta de ahorrarnos seis meses vamos a pasar por encima del Congreso y de la Constitución? Ni siquiera El Caguán tuvo las dificultades que puede tener un cese del fuego definitivo con concentración, que podría presentarse aquí con la guerrilla regada en varios sitios de concentración en el país. Entonces, esos seis meses son bien ahorrados. Pero la segunda ventaja de la fórmula que se estudia es que no deja en libertad al Congreso para dejar volar su imaginación en materia de iniciativas legislativas o de reforma constitucional relacionadas con el proceso de paz con las Farc. Se trata de cerrar el menú… Sí. Con la creatividad de los congresistas de este país aparecen 150 millones de propuestas. Pero, de todas maneras, el concepto de la comisión legislativa divide entre congresistas de primera y de segunda. Unos que pueden estudiar y hasta modificar las propuestas de reforma que vienen del Presidente y otros que solo podrán decir sí o no, y punto... El Plan de Desarrollo funciona igual. Si se quiere, ahí también hay congresistas de primera y de segunda. Las comisiones terceras y cuartas en el Plan de Desarrollo –y yo estuve ahí–...

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