El vicepresidente Angelino... No es eunuco - 18 de Septiembre de 2011 - El Tiempo - Noticias - VLEX 317684257

El vicepresidente Angelino... No es eunuco

La última salida de Angelino, en la que ridiculiza el esfuerzo por aventurar una definición de la miseria en Colombia, solo se explica porque actúa con agenda política propia. ¿Será que estamos frente a un hombre profundamente desleal con el Gobierno al cual pertenece, y que está empeñado en sabotear?

El estudio del cual se burla el Vicepresidente, haciendo gala de un profundo populismo (el único mal que no ha padecido Colombia en su historia política, hasta Angelino), lo lideró el propio Gobierno, y es serio. Requirió más de dos años de trabajo de un equipo multidisciplinario de investigadores de la Nacional, los Andes, Planeación, la Cepal y el Banco Mundial. El propósito era determinar cuál es la línea de la pobreza en Colombia, para identificar cuántos colombianos están por debajo de ella, y diseñar una política social encaminada a elevar ese indicador.

Con base en metodologías internacionales se determinó que el mínimo de las necesidades calóricas de la canasta colombiana valen 187.079 pesos. Y aunque resulte increíble, esta medición es más exigente que en el grueso de América Latina.

Pero Angelino lo sabe: cuando un político dice que la plata no alcanza para nada, le va muy bien. No tiene pierde. Siempre gana.

Lo raro es que hubo dos o tres consejos de ministros, después de la presentación del estudio de marras, en los que el Vicepresidente se quedó callado. Ni una vez manifestó su desacuerdo con esa cifra, o advirtió que esa presentación podría malinterpretarse, o se quejó en nombre de los pobres del país. Esperó, sí, a que el presidente Santos se fuera para el Lejano Oriente y, cuando vio el camino despejado, soltó su tesis-bomba, con la que nadie puede estar en desacuerdo: 187.079 pesos no alcanzan para hacer un mercado decente. Ridiculizó al Ministro de Hacienda y al jefe de Planeación invitándolos a ir a mercar personalmente a Corabastos para confirmarlo. Los acusó de ser "técnicos que viven en un mundo extraño". Se curó en salud asegurando que él no es ningún funcionario "eunuco" como para tener que estar de acuerdo siempre con este Gobierno, el suyo. Y se largó en un avión para Madrid, dejando...

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