Violencia sexual, el capítulo pendiente de ‘paras’ en Meta y Vichada - 11 de Diciembre de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 748640505

Violencia sexual, el capítulo pendiente de ‘paras’ en Meta y Vichada

GUILLERMO REINOSO RODRIGUEZ - REDACCIÓN EL TIEMPO"Un día de junio o julio de 2003, llegaron al puente, eran unas 15 peladas, solo cuatro mayores de edad; las echaron a un carro y les dijeron que las iban a calvear (a rapar la cabeza) para castigarlas: las llevaron al alto Neblinas y las pusieron a cargar bultos pesados y malolientes". A esas jóvenes las habían citado con una carta en el puente sobre el río Manacacías, con la advertencia de que si no iban tenían que atenerse "a las consecuencias". El pecado fue haber salido a bailar o a jugar billar o trabajar en una cantina. El caso de las mujeres rapadas es tal vez uno de los más crueles e inhumanos hechos de violencia de género y violación de los derechos humanos cometidos por los paramilitares en el oriente del país y que fue recogido en el informe ‘Violencia paramilitar en la altillanura: Autodefensas Campesinas del Meta y Vichada (ACMV)’, que el Centro Nacional de Memoria Histórica presenta hoy en la vereda Planas, en Puerto Gaitán, Meta. Álvaro Villarraga, director de Acuerdos de la Verdad del CNMH, explica que durante la investigación se encontraron "las catorce modalidades de violencia de género y violencia sexual que existen". Las víctimas de esos actos eran menores de edad y adolescentes, comunidad LGBTI, trabajadoras sexuales, mujeres que eran raptadas para las filas, indígenas y aquellas que fueran consideradas sospechosas de ser guerrilleras. La altillanura es una vasta zona del nororiente del Meta y el Vichada en donde convergieron los frentes 39 y 16 de las Farc, las ACMV -que en sus orígenes se llamaban ‘Maseteros’ o ‘Carranceros’-, el narcotráfico, la poca presencia institucional del Estado y la complicidad de algunos de sus representantes. Desde finales de los 80 hasta mediados del 2000, la zona estuvo sometida por el grupo paramilitar de alias don Guillermo o Guillermo Torres -hoy en libertad-, que se caracterizó por utilizar, entre otros métodos, el asesinato selectivo, la desaparición, el rapto, el reclutamiento forzado y la violencia sexual y de género como arma de guerra o como castigo por comportamientos prohibidos por esa organización. Incluso, el documento advierte que se "evidenciaron condiciones de esclavitud", y señala que los hombres de ‘Guillermo Torres’ entraban a las casas y colegios para raptar niñas, quienes eran llevadas a los campamentos para los servicios sexuales, para que les cocinaran, les lavaran y para que realizaran diferentes oficios en los...

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