El virus como excusa - 9 de Mayo de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 844443776

El virus como excusa

Gracias al coronavirus hemos podido justificar la vida disfuncional que llevamos, lo que ha sido al mismo tiempo un alivio y un golpe durísimo. Alivio, porque ante cada cosa extraña que hagamos podemos echarle la culpa a la enfermedad; golpe, porque descubrimos que hemos construido nuestra vida sobre costumbres poco sanas. De arranque, la socialización. Nos han recomendado quedarnos en casa, y mientras muchos están que se cuelgan de las paredes y arman fiestas a escondidas, otros no cabemos de la felicidad. Antes del aislamiento, nuestro gran placer era no ir a los planes a los que nos invitaban y el único problema era encontrar una excusa creíble; ahora, con la enfermedad, no hay nada que inventar. No podemos salir, pero la verdad es que tampoco queremos. De hecho, nos alegramos cada vez que alargan la cuarentena así sea a costa del colapso de la economía y el sufrimiento de muchos, incluso del propio. Extrañamos marzo y abril, cuando la gente se atrincheró en su casa para dejar las calles vacías, y vemos ahora con tristeza cómo la vida se va reactivando de a poco. En tiempos de normalidad, perder el tiempo en casa mientras el resto del mundo trabajaba producía placer culposo; ahora, con el aislamiento, arruinarnos mientras el mundo se arruina con nosotros es todo un alivio. La cuarentena me ha agarrado comiendo salchicha de microondas a las tres de la madrugada o jugando PlayStation a las 11 de la mañana, cuando debería estar escribiendo un libro en el cual no he avanzado. La piyama no me la quito hasta que hiede, y el juego de cama que me alcanzaba para una semana ahora aguanta tres. Y, aunque todo me suene terrible y me haga sentir tristeza por mí mismo, lo cierto es que no me extraña del todo porque en el pasado había hecho cosas similares o peores, sin necesidad de pandemia. Cuando la normalidad era la regla, muchas veces alguien me preguntaba en qué andaba, y yo respondía que escribiendo, cuando en realidad estaba viendo Notting Hill por enésima vez un martes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR