‘La enfermedad más delicada del sistema de salud colombiano se llama corrupción’ - 14 de Abril de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 900816998

‘La enfermedad más delicada del sistema de salud colombiano se llama corrupción’

La crisis del sistema de salud se volvió tema diario de conversación entre los colombianos. Pero no solo de conversación, sino también de debate, de polémicas, de agrias discusiones, de peloteras e, incluso, de lágrimas, de conflictos, de procesos judiciales. Y lo más increíble es que llevamos casi treinta años en eso, desde que apareció la Ley 100, en 1993. Lo que buscaba esa norma era, precisamente, lo contrario: proteger la seguridad social de los colombianos y, por ahí derecho, protegerles la vida. La desgracia consiste en que todo eso se ha quedado en puro cuento. San Bernardo de Claraval, el célebre predicador francés, solía decir que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. -Yo pregunto: ¿qué sistema de salud aguanta treinta años de crisis? -me dice el Superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, mientras conversamos sobre ese tema, al cual, como ustedes bien lo saben, le he dedicado ya varias crónicas en estas mismas páginas. Y voy a seguir con mi cantaleta, a riesgo de volverme cansón, porque, uno de los temas más valiosos en cualquier sociedad es proteger la salud de su gente. Vale la pena luchar por ella. Aunque se nos vaya la vida en eso. La corrupción Hace unas cuantas semanas leí, no solo en la prensa nacional sino también en la extranjera, que la Organización Mundial de la Salud informa que Colombia está entre los países que mejor han manejado los estragos de la pandemia del coronavirus. Apareció también otra noticia según la cual los gremios internacionales de la salud consideran que varios hospitales colombianos están entre los mejores de América Latina. Viendo eso, empezó a asaltarme una pregunta angustiosa: ¿qué es, entonces, lo que tanto aqueja a los colombianos en materia de salud? ¿Cuál es, en este caso nuestro, el camino del infierno? -La corrupción -me responde sin titubeos el superintendente-. Ese es el fenómeno. Esa es la enfermedad. La corrupción es la que no ha permitido que mejoremos más en calidad de la salud. Mafias y carteles El Superintendente se llama, como ya dije, Fabio Aristizábal. Es odontólogo de profesión y tiene 55 años de edad, de los cuales ha dedicado los últimos treinta a trabajar, precisamente, en el sector de la salud, tanto en empresas privadas como en cargos públicos. -Desgraciadamente -agrega-, esa es la verdad escueta. Desde el principio mismo, cuando el Congreso Nacional aprobó la Ley 100, el sistema fue invadido por las mafias que le dan preferencia a la...

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