Adopci - Vol. 37 Núm. 161, Octubre 2021 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 877971495

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  1. Introducción

    Ante los problemas de contaminación y deterioro del planeta, las empresas han reformulado estrategias para la adopción de tecnologías verdes y prácticas de responsabilidad ambiental (Sadiku, 2020). Una empresa verde o ambientalmente responsable es aquella que respalda sus prácticas ecológicas en tecnologías y conocimientos que le permiten ahorrar recursos, optimizar costos de operación y lograr mayores beneficios (Kasseeah, 2019). Asimismo, la empresa manifiesta su responsabilidad ambiental mediante políticas, regulaciones y certificaciones que ayudan a equilibrar sus fines comerciales con el impacto ambiental (Namagembe, Ryan y Sridharan, 2018).

    Por su parte, el marco global relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establece que el progreso socioambiental implica la reorganización de los sistemas y prácticas existentes, así como la creación de estos para generar y utilizar eficientemente los recursos naturales (Abbas y Sagsan, 2019). En el marco de las normas de calidad ISO 14001 e ISO 26000 también se soporta la idea de adoptar tecnologías verdes para facilitar la gestión ambiental de las empresas. A raíz de estos marcos, las prácticas ambientales han cambiado de unas centradas en los criterios industriales para la producción de bienes, hacia unas basadas en aspectos más amplios para la prestación de servicios, la comercialización y el consumo de productos.

    Estudios previos exponen cómo la adopción de tecnologías verdes es una alternativa para aminorar los impactos negativos en el ambiente (Kasseeah, 2019; Lartey et al., 2019; Leoncini, Marzucchi, Montresor, Rentocchini y Rizzo, 2017). Estas tecnologías se conciben como un conjunto de conocimientos, artefactos y herramientas útiles en conciliar el impacto ambiental con las operaciones que se derivan de la producción de bienes y servicios (Memarzadeh y Anand, 2020). En el contexto latinoamericano, los estudios exponen que la adopción de tecnologías verdes, además de incidir en el cuidado del entorno, se enfoca en el ahorro de recursos, la maximización de las utilidades y la atención a las demandas ambientales del mercado (dos Santos, Méxas, Meiriño, Sampaio y Costa, 2020; Reyes, Sánchez y Díaz, 2019). Sin embargo, existen vacíos sobre cómo la adopción de tecnologías verdes puede influir en las prácticas de responsabilidad ambiental.

    En el sector hotelero mexicano, las empresas se enfrentan a problemáticas para contrarrestar los efectos del deterioro ambiental. En particular, la Ciudad de México se ha caracterizado por ser un punto cosmopolita de turismo y negocios para el país y Latinoamérica, que cuenta con alrededor de 882 empresas de alojamiento, de las cuales, el 53% corresponde a hoteles en sus diversas categorías (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2021). Los empresarios y directivos junto con sus trabajadores han incursionado en la adopción de tecnologías verdes y prácticas de responsabilidad como estrategias para tangibilizar su compromiso frente a la situación ambiental (Reyes et al., 2019).

    Esta investigación pretende ampliar los horizontes de las acciones ambientales dentro del sector hotelero al presentar evidencia empírica. En este sentido, es relevante considerar el punto de vista de los trabajadores como stakeholders internos, puesto que ellos adoptan las tecnologías verdes para el cumplimiento de sus tareas y evalúan su efectividad en términos de productividad e impacto ambiental, al mismo tiempo que desarrollan de mejor manera sus prácticas de responsabilidad ambiental (Sharpe, Harwell y Jackson, 2021). De lo anterior deriva la pregunta de investigación ¿cómo es la percepción de los trabajadores sobre la adopción de las tecnologías verdes y su influencia en las prácticas de responsabilidad ambiental?

    El objetivo de la presente investigación fue analizar la percepción de los trabajadores sobre la adopción de las tecnologías verdes y su influencia en las prácticas de responsabilidad ambiental. Para ello, se utilizó una metodología cuantitativa y con apoyo de un instrumento se recolectaron datos sobre las percepciones de 385 trabajadores procedentes de 74 hoteles de la Ciudad de México. Para el tratamiento de los datos se utilizó la modelación de ecuaciones estructurales por mínimos cuadrados (partial least squares-structural equation modeling, PLS-SEM, por sus siglas en inglés).

    El documento se estructura de la siguiente manera: luego de esta introducción, se expone la revisión de literatura que da soporte a la hipótesis de investigación. Después, se detalla la metodología seguida para dar cumplimiento al objetivo del trabajo. A continuación, se exponen los resultados y, por último, se presentan las conclusiones, así como las futuras líneas de investigación y las limitaciones.

  2. Marco teórico

    2.1 Adopción de tecnologías verdes

    El término verde se utiliza para aquello que se percibe como ecológico y está relacionado con los procesos ambientales. De acuerdo con Jørgensen (2001), las tecnologías verdes se conceptualizan como el conjunto de conocimientos, artefactos y herramientas de alto rendimiento para mitigar los problemas y riesgos ambientales. Estas tecnologías no solo se ven en las maquinarias y el equipo de bajo consumo, también en modelos intelectuales que brindan efectivas soluciones en la utilización de recursos y energía, la calidad ambiental, la seguridad ecológica y la salud (Wicki y Hansen, 2019).

    Toda tecnología verde tiene un impacto en el ambiente y, por ende, su elección debe ser en función de los beneficios, las desventajas y el valor que generará, así como de las competencias que son requeridas para utilizarlas (Hötte, 2020; Xia, Zhang, Yu y Tu, 2019). No obstante, aprovechar las ventajas de la tecnología verde no es una mera cuestión de adquisición, sino también de adopción. Esta adopción hace referencia a la implementación y asimilación de dichas tecnologías para el cumplimiento de los objetivos ambientales (Orsatti, Quatraro y Pezzoni, 2020).

    El estudio de la adopción de tecnologías verdes en los sectores productivos involucra diversas áreas que van desde la ingeniería y el diseño hasta la percepción social y la gestión de la innovación (Jørgensen, 2001). De acuerdo con la literatura, la adopción de tecnologías verdes se ve manifestada en a) la estructura de costos, b) el ahorro de recursos y c) el beneficio ambiental.

    La estructura de costos toma en cuenta la inversión de tecnologías de calidad para cumplir con su cometido ambiental (Saunila, Rantala, Ukko y Havukainen, 2018). Por ejemplo, las empresas pueden adquirir tecnologías verdes, pero eso no significa que sean factibles y asequibles, pues, comúnmente, los costos de adquisición son altos en comparación con los costos que tienen las tecnologías convencionales. Además, se suman los conocimientos especializados y la infraestructura para que este tipo de tecnologías funcionen adecuadamente (Abbas y Sagsan, 2019).

    Una efectiva adopción de las tecnologías verdes es útil en la disminución de los costos y el aumento de ingresos, así como en la estabilidad de la cadena de suministro (Lartey et al., 2019). Por tal razón, las empresas necesitan de diagnósticos para comprar tecnologías según su relación costo-beneficio e invertir en aquellas con mayores impactos ambientales favorables y que cuenten con características deseables de productividad, fiabilidad y sostenibilidad (Saunila et al., 2018; Xia et al., 2019).

    Por otro lado, el ahorro de recursos con apoyo de la adopción de tecnologías verdes se traduce en beneficios económicos (Namagembe et al., 2018). Cuando las empresas examinan exhaustivamente el entorno ambiental, se hacen más conscientes de sus debilidades y adoptan mejores prácticas de gestión ecológica (Fernando, Jabbour y Wah, 2019). De hecho, uno de los propósitos de la tecnología verde es contribuir a la solución de los problemas ambientales a través del ahorro de recursos (Wicki y Hansen, 2019).

    La adopción de tecnologías verdes prioriza la reducción de materiales y energías utilizadas en la producción, seguida de la sustitución de materiales no renovables (Sadiku, 2020). Asimismo, el ahorro de recursos está relacionado con las prácticas de reducción, reutilización y reciclaje; aspectos que son valorados positivamente por las empresas y los propios trabajadores al percibir que contribuyen al cuidado ambiental.

    Por su parte, el beneficio ambiental es otro aspecto que refleja la adopción de las tecnologías verdes. Ejemplo de estos beneficios son la diminución de estragos negativos en la calidad del aire, el agua y el suelo; incluso aquellos relacionados con la reducción o reversión de los problemas de desperdicios (Fernando et al., 2019). Cuando las empresas combinan sus objetivos de eficiencia productiva y de calidad ambiental, demuestran que pueden ser simultáneamente competitivas y ecológicas (Kasseeah, 2019; Xie, Zhu y Wang, 2019).

    2.2 Prácticas de responsabilidad ambiental

    En la literatura científica, la responsabilidad ambiental está incluida en los esquemas de la responsabilidad social corporativa (RSC) y la responsabilidad ambiental corporativa (RAC) (Ferri y Pini, 2019). No obstante, aunque el concepto de RSC guarda una relación con el aspecto ambiental, se orienta más hacia el compromiso que tienen las empresas con las prácticas comerciales éticas, el desarrollo y la calidad de vida de sus colaboradores y de la sociedad (Hernández, Vargas, Delgado y Rodríguez, 2017). Por su parte...

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