Alas para volar - Núm. 16-2, Julio 2015 - Tendencias. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas - Libros y Revistas - VLEX 654063597

Alas para volar

AutorCarlos Patiño Bucheli
CargoMédico, Jefe Convenios Docencia Servicio y Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Fundación Hospital San Pedro; Docente de la Universidad de Nariño
Páginas250-252
250
ALAS PARA VOLAR
Por: Carlos Patiño Bucheli*
En 1984 se estrenó la película Birdy1, Alas de Libertad, del famoso productor
Británico Alan Parker, que contaba la historia de un adolescente de Philadelfia
quien tenía unos deseos irresistibles de volar. Traigo a mi mente este filme porque
recuerdo vagamente varias de las cosas que el protagonista hacía, en su intento de
volar, aún poniendo su vida en peligro. La película, la universidad y la vida me
han dejado enseñanzas que nos dan la fuerza para “volar” y las quiero compartir
a través de este escrito. Primero miremos porqué no podemos volar, no en el sen-
tido físico sino en lo metafórico, hacia unas metas, hacia unos sueños: Como dice
Borja Vilasec2, escritor español, en su fascinante libro El sinsentido común, desde
nuestro nacimiento ya venimos predestinados a no volar debido al determinismo y
condicionamiento social que nos dice que “no podemos”, que “no somos capaces”,
que “no debemos”, que hacen que nuestra zona de confort vaya creciendo fuerte
como una caparazón que nos acompaña en la vida con la creencia que todo lo que
pensemos y hagamos debe tener la garantía de darnos seguridad y no avanzar más
allá de esta zona. Dice Vilasec: “… Al no saber quienes somos, nuestra forma de
pensar y de comportarnos se asemeja mucho al del grupo social y cultural al que
pertenecemos. No tenemos identidad propia, vivimos tiranizados por el miedo y
la inseguridad, y además nos infravaloramos.
Debido a esta falta de autoestima, somos obedientes y sumisos, conformándonos
con el modo de vivir establecido por el statu quo…”. Padres, educadores, vecinos,
amigos, se encargan de ir moldeando esa zona de seguridad y de confort, y nos
sentimos “bien” y vamos caminando en la misma marcha de miles, millones de
personas, asegurándonos de no salirnos de todo aquello que nos brinda seguridad y
confort, sin volar. Cuando llegamos a la empresa seguimos persiguiendo seguridad
que nos brinda la compañía, el salario, los horarios, las órdenes de los superiores,
perpetuándose la dependencia de factores externos que nos impiden volar. Todas las
creencias y experiencias nos han formado una cultura de seguridad dependiente de
* Médico, Jefe Convenios Docencia Servicio y Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo de la
Fundación Hospital San Pedro; Docente de la Universidad de Nariño.
TENDENCIAS
Revista de la Facultad de Ciencias
Económicas y Administrativas.
Universidad de Nariño
Vol. XVI. No. 2 – 2do. Semestre 2015,
Julio-Diciembre – Páginas 250-252

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