Aristóteles Y la automatización de la lógica. Una lectura desde la inteligencia artificial - Núm. 23, Enero 2001 - Revistas Estudios de Filosofía - Libros y Revistas - VLEX 744916993

Aristóteles Y la automatización de la lógica. Una lectura desde la inteligencia artificial

AutorGermán Vargas Guillén
CargoUniversidad Pedagógica Nacional
Páginas25-42
ARISTÓTELES y LA AUTOMATIZACIÓN T
DE LA LÓGICA
Una lectura desde la inteligencia artificial
Por: Germán Vargas Guillén
Universidad Pedagógica Nacional
Este artículo tiene el objetivo de presentar una alternativa al problema de la relación
"sintaxis-semántica" en el contexto de la inteligencia artificial (IA); para ello, en el § 1 se
caracteriza el problema de la automatización entendido desde la oposición sintaxis semántica.
La estructura fundamental del problema se puede resumir así: ¿cómo, en el contexto de la
lógica aristotélica, es posible encontrar una alternativa para darle base semántica a la sintaxis
con la que funciona un proceso computacional superando tanto la objeción del "experimento
mental" propuesto por Searle, como la idea del "Escape de la habitación china" sugerido por
M. Boden?; en el
§2
se establece cómo la sintaxis
se
puede reducir a la transformación de la
lógica de términos en lógica de predicados; en el
§3
se centra la atención en cómo la
semántica es, en esencia,
un
problema de correlación, entendida ésta desde la perspectiva
fenomenológica. En especial, se establece
--con
base en los planteamientos de
Aristóteles-
el sentido de las categorías en cuanto estructuras, al mismo tiempo, noético-noemáticas;
fmalmente, en el
§4
se
estudia la intencionalidad para señalar cómo en IA hay niveles de
representación de ella, no sólo de su ámbito epistémico, sino también del psicológico.
l.
El problema de la automatización: sintaxis vs. semántica
El problema que lleva a recurrir en esta época a Aristóteles desde el punto de vista de
la IA, se puede resumir en lo siguiente: según
J.
Searle las máquinas pueden manipular la
sintaxis, pero no la semántica, es decir, pueden procesar adecuadamente símbolos; sin
embargo, de eso no se desprende que tengan la capacidad ni de comprender, ni de producir
nuevos s ignificados.I
1 Searle ( 1990), p. 98 y 1 01.
Estudios
de
Filosofía
No. 2 3
Febrero
2001
Universidad
de
Antioquia
En el mundo de la IA existe el problema de la mente, pero no es propiamente por la
pregunta sobre cómo se logra
reproducir
la capacidad humana de tener conciencia, sino
sobre cómo se logra
representar
algunas de las funciones mentales que los seres humanos
ponen en ejercicio o en uso al momento de resolver un
problema
determinado.
Para el mundo de la IA no existe el problema de la mente toda vez que ésta se
comprenda como un complejo metafisico, para ella es más bien una cuestión operacional,
donde las funciones se pueden representar una por una;
y,
por eso, uno de los criterios o de
las categorías determinantes, en el contexto de la IA, es precisamente el de la representación.
Ésta implica una orientación puesta en camino,
dicho
fenomenológicamente,
de
la
correlación: siempre que se representa, se representa cómo funciona una mente o cómo
·actúa un ser humano con sus actividades mentales para solucionar un tipo específico de
problema; entonces, hay correlación porque, por una parte, se atiende al punto de vista
noético, que es al que genéricamente se puede identificar con el título mente,
y,
en el otro
lado, se tiene el aspecto de lo que se puede considerar la dimensión o el polo noemático, es
decir, los problemas que se plantea la mente en cuanto propios de un "mundo objetivo".
Entonces, las funciones mentales son el punto de partida de la representación.
Por supuesto hay una pregunta que siempre se puede dejar planteada y es: ¿cómo se
integran las funciones mentales? En principio, para que se integren y puedan dar respuestas
estructuradas u orgánicas a los problemas, se necesita que aparezca, ya no solamente la
función mental, sino propiamente la "actividad mental". Así, entonces, se puede considerar
que la mente, vista desde la postura computacional, es el conjunto de funciones con que
opera una máquina
-sea
ella animal, humana o
metálica-
procesando símbolos para resolver
problemas; pero, además, existe un concepto adicional, y es el de la conciencia.
El conjunto
de
la conciencia tiene dentro de sí, o incluye, el de la mente, vale decir, el
"conjunto de las funciones mentales".
La diferencia entre conciencia y mente puede, en cierto sentido, delimitarse diciendo
que la mente procesa información,
mientras
la conciencia es, propiamente, la actividad
subjetiva
caracterizada
por
la
intencionalidad. En este caso, intencionalidad quiere decir,
estrictamente, desde el punto de vista fenomenológico:
Reciprocidad
inmanente
a
la
experiencia
de
que a todo pensar le corresponde algo
pensado.
Temporalidad, o sea, por la capacidad de plantearse el haber-sido, el ser-actual, el
poder -llegar -a -ser.
Desde el punto de vista fenomenológico, de las dos dimensiones mencionadas de la
conciencia, la segunda incluye, por supuesto, el cuerpo, es decir, no solamente la actividad
intelectiva sino el conjunto de las kinestesias, la actividad motora humana, que lleva a que
pueda equivaler "conciencia" con "experiencia corporal del mundo". Obviamente,
esa
experiencia se realiza en un mundo de la vida que hace las veces de entorno para que el
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