El e-book y la industria editorial española. - Vol. 33 Núm. 1, Enero 2010 - Revista Interamericana de Bibliotecologia - Libros y Revistas - VLEX 226917830

El e-book y la industria editorial española.

AutorL
CargoEditorial

Resumen

A partir de una reflexión sobre el concepto de e-book, la investigación realiza una revisión bibliográfica y se aproxima a las previsiones del desarrollo del sector editorial en España, mediante un estudio comparativo. Como fuente de análisis se tomaron cifras de los años 2008 y 2009 que proporcionan numerosos informes del sector sobre hábitos de lectura, mercado editorial y oferta de e-books en España. Se presenta una caracterización de los lectores de libros impresos y de e-books, y se estudia el posicionamiento de la industria del libro español ante el libro electrónico, para concluir que el e-book tendrá un elevado crecimiento en el corto plazo, aunque se cree que no sustituirá al libro físico.

Palabras clave: libro impreso, texto, e-book, editor, edición digital, editorial, lectura digital.

Abstract

This study reflects on the concept of the e-book. It reviews the available literature and uses a comparative approach to develop forecasts about publishing in Spain. We take our figures from industry reports for the years 2008 and 2009 which contain information on the publishing market, reading habits, and e-book availability in Spain. We present detailed descriptions of the typical readers of printed books and e-books, studied the current standing of the Spanish publishing industry with respect to the electronic book, and conclude that in the short term, the e-book will have considerable growth but that it will not replace the printed book

Keywords: printed book, text, e-book, editor, digital edition, publishing, e-reading

  1. Introducción

El sector editorial en España atraviesa una difícil situación económica. Las nuevas tecnologías, que determinan un nuevo sistema de producción y distribución de contenidos culturales, pueden ayudar a paliar los problemas del sector. Para entender mejor esta situación se hace necesario abordar previamente los factores que han constituido la edición tradicional, a fin de establecer la intensidad del cambio que las nuevas tecnologías están provocando en este ámbito.

Con el fin de establecer si la edición electrónica supone nuevas posibilidades y rentabilidad económica para el mercado de la edición en España, se hace un análisis comparativo de los datos estadísticos que proporcionan los distintos informes realizados en la materia por: la consultora PricewaterhouseCoopers, la Federación de Gremios de Editores de España, la Association of American Publishers, el Centro de Documentación del Libro del Ministerio de Cultura de España, el Taller de Ideas sobre el Libro (TILO), el Observatorio sobre el Uso de las Nuevas Tecnologías en el Sector Cultural: Dosdoce.com, la red social Adiciona y la empresa Publidisa. Esta información permite una amplia visión sobre la situación actual del e-book tanto en el mercado editorial mundial como en el español.

  1. Libro impreso, e-book: algunas reflexiones

    Partamos de un hecho evidente: el e-book es una realidad derivada de los últimos avances de la tecnología. Desde esta perspectiva estrictamente técnico-científica, el libro electrónico es un producto innovador cuya aparición en el panorama mediático ha suscitado una gran inquietud que se ha expresado en términos de rivalidad respecto a su inmediato antecesor: el libro impreso. Ciertamente existen elementos diferenciadores entre estas dos modalidades culturales y comunicativas que determinan que la relación entre ambas se haya entendido como una ruptura o cambio radical. Estas apreciaciones, derivadas de la idea básica de oposición entre lo "viejo" (libro impreso) y lo "nuevo" (e-book), no son del todo correctas. En este sentido debe señalarse cómo lo esencial de la definición de libro electrónico no estriba tanto en su novedad, sino en una consideración más general sobre cómo las nuevas tecnologías han provocado una reformulación fundamental del universo mediático, y dado que el libro constituye un medio, o para ser más exactos, el primer vector de comunicación cultural, participa de todos esos cambios que afectan a cualquier medio (sus técnicas, sus contenidos, sus formas de producción/ distribución, así como sus modalidades de recepción y consumo). Por tanto, no se trata de concebir el e-book como un producto insólito, atribuyéndole una serie de características exclusivas o de aspectos ex-novo respecto al libro tradicional. De hecho, ya el crítico americano McLuhan (1964) afirmaba, allá por la década de los sesenta del siglo XX, cómo todo nuevo medio contiene a su antecesor. Esta idea nos lleva apensar en un proceso de evolución de los medios como una cadena sin interrupción, integradora y diacrónica, en la que los cambios que se producen derivan, como acabamos de señalar, en la intervención de las nuevas tecnologías. Estas han potenciado, pues, las posibilidades preexistentes en el libro impreso, como la hipermedialidad, la interactividad y la hipertextualidad, que el mundo digital (inmaterial) al que pertenece el e-book ha extremado hasta desestabilizar el circuito de la comunicación cultural, y fundamentalmente el mundo de la edición. Y en esta misma línea de pensamiento recordaremos la intervención de J.D. Bolter y R. Grusin (1999), con la acuñación del término "remediation", que remite no sólo al objetivo de la inmediatez comunicativa (perseguida ya en la tradición, base por ejemplo, del ideario del movimiento vanguardista del Futurismo) y de la hipermediación, sino a la idea de la "remodelación", lo que determina un proceso de competición/integración entre los viejos medios y los nuevos.

    Sobre estos principios teóricos intentamos una aproximación al e-book, el nuevo aporte del desarrollo tecnológico en su última fase.

    El impacto del libro electrónico en nuestra sociedad, fruto de una revolucionaria tecnología, marca una ruptura sustancial con el libro impreso, si se compara con la producida a finales del siglo XVI entre este último y el libro manuscrito, cuyas diferencias formales apenas percibieron los lectores. Porque, en efecto, el libro impreso imitaba, salvo la técnica aplicada para su reproducción, al libro manuscrito. Ambos participaban de una idéntica materialidad (papel, tinta, formato, tipo de letra). Pero en el caso del libro electrónico, la inmaterialidad origina un mayor distanciamiento entre éste y su antecesor. En ello radica el principal rasgo diferencial entre el impreso y el e-book, si bien la innovación no debe entenderse en términos absolutos, pues también en el último la tinta (electrónica o e-ink), el papel (e-paper), y la accesibilidad del manejo y de la lectura constituyen las principales preocupaciones. En consecuencia, el libro electrónico arrastra la misma dificultad en su definición, aunque con mayor complejidad, de su antecesor, el libro impreso. Desde su introducción en el mercado editorial, el término e-book campea libremente por diversos sectores con diferentes acepciones que sólo recientemente los teóricos de las distintas disciplinas (y no tanto, curiosamente, los profesionales de la biblioteconomía), intentan acotar. A nadie escapa el carácter compuesto de dicho término, aspecto que no debería asombrar si se tiene en cuenta el denominador común, esto es, el término "libro" que vincula a los tres conceptos engarzados en una cadena secuencial activada por los cambios tecnológicos a través del tiempo. Pero, ¿qué es un libro?. Tradicionalmente su representación mental es la de un objeto material conformado por un conjunto de bojas de papel cosidas y protegidas por unas tapas. Sin embargo, por lo que concierne al e-book, su representación mental tiene escasa concreción, y oscila entre la realidad de un dispositivo o soporte de visualización (desde los primeros que salieron al mercado, hasta el más sofisticado como el Kindle de Amazon) y el texto procesado digitalmente que en él se cobija.

    En cualquier caso, la definición de ambos productos es compleja. Es más, la del e-book resulta bastante controvertida, no sólo por la tecnología necesaria en su factura, sino porque arrastra la propia complejidad de definición del libro tradicional. El término libro, de hecho, desde la Antigüedad, acogió diferentes significados, y se ha caracterizado por su valor polisémico. Roger Chartier, hace algún tiempo advertía cómo los autores no escriben libros sino textos, y con ello tocaba una problemática de base: la diferenciación entre texto y libro, en la que se sustenta la dificultad de definir el concepto de libro. Raffaele Simone (2000, p. 97), por su parte, señala cómo tradicionalmente el libro es el que hospeda físicamente un objeto completamente diferente de él: contiene un texto, es decir, un cuerpo discursivo organizado según leyes propias. Las dos entidades, añade, se suelen fundir y confundir bajo el término único de libro, si bien conviene insistir en que son distintas y que, en determinadas ocasiones, es necesario separarlas con cuidado.

    Si nos vamos al pasado expurgando algunos testimonios sobre la definición de libro, se ratifica la pluralidad de significados que encierra el término por cruce de otros conceptos. En los prolegómenos del Humanismo Petrarca, por ejemplo, eliminó del primer título de su Canzoniere el término "liber", corrigiéndolo por el de "rerum fragmenta". Indicaba así cómo "liber" era sinónimo de "opus" (obra), lo que reclamaba la idea de unidad finita, concluida, mientras que su Canzoniere, según lo concibió, no era sino un conjunto de rimas susceptibles de ser permanentemente corregidas o incrementadas. Un macrotexto, en definitiva, abierto. Esta rectificación petrarquesca apunta hacia la noción de libro como texto perfectamente cerrado, estable. Ya en pleno Humanismo, Lorenzo Valia, en sus Elegantiae (edición de 1538), tras recorrer los distintos soportes o materiales en los que desde la Antigüedad Clásica se depositó el mensaje cultural escrito, señala las distintas acepciones de "liber". En primer lugar, la distribución del texto en partes, es decir, la organización textual ("Virgilio Aenis non liber est, sed duodecim...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR