Camino, verdad y vida. El nuevo 'yo soy' de la justicia internacional en Colombia
| Autor | Ricardo Martínez Quintero |
| Cargo del Autor | Abogado por la Universidad Externado de Colombia, Especialista en Ciencias Penales, en Criminología de la misma Universidad, Especialista en Casación Penal por la Universidad La Gran Colombia, Maestría en Filosofía por la Universidad Santo Tomás |
| Páginas | 587-605 |
* Abogado por la Universidad Externado de Colombia, Especialista en Ciencias Penales, en Criminología de la misma
Universidad, Especialista en Casación Penal por la Universidad La Gran Colombia, Maestría en Filosofía por la Universidad
Santo Tomás. Doctorando en Filosofía por la misma Universidad. Conciliador. Ex Magistrado (a) y Ex Conjuez de la
Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Ex Procurador Delegado (e) ante la Corte Suprema de Justicia. Investigador
reconocido por Colciencias. Ex Decano Facultad de Derecho UCMC, Profesor de Posgrado en las Universidades Libre, La
Gran Colombia y Escuela General Santander. Miembro de la Asociación Colombiana de Derecho Procesal Constitucional;
rimarquin@hotmail.com.
CAPÍTULO XXIX
CAMINO, VERDAD Y VIDA. EL NUEVO “YO SOY” DE LA
JUSTICIA INTERNACIONAL EN COLOMBIA
Ricardo MARTÍNEZ QUINTERO*
1. INTRODUCCIÓN
Enfrentar el cumplimiento de las obligaciones derivadas de una Convención Internacional,
a la que libremente ha adherido un Estado, que paralelamente desarrolla una justicia
transicional, de cara a la construcción de una paz estable y duradera, no es tarea fácil. Por
eso, la experiencia actual de Colombia en este sentido, más que provisionar la historia con
otro suceso excepcional, que sería repetir la triste historia de las paradojas, constituye quizá
la última oportunidad que se permite una República para de manera democrática superar
gran parte por la pésima distribución de las tierras, que son caldo de cultivo de la corrupción
y las discriminaciones en todo orden.
De ahí la importancia en la convocatoria que se nos hace a los académicos para participar
en el Congreso Internacional de derecho procesal constitucional y de la justicia mundial
constitucional a celebrarse el año 2019, en la hermosa ciudad de Villavicencio.
En efecto, las actividades abogadiles ante las instancias internacionales, demandan
permanente estudio, sobre todo para destacar la defensa y respeto que merecen los derechos
esenciales consignados en las distintas constituciones de los Estados.
En consideración a lo anterior, este trabajo busca demostrar los puntos axiales, a partir
de los cuales el Estado colombiano, pretende materializar un anhelo de paz, por vía de una
justicia transicional que garantice el cumplimiento de los acuerdos internacionales.
Desde esta perspectiva, el camino, la verdad y la vida, son los títulos en mayúscula, de
los que se puede observar la dinámica emprendida por el gobierno colombiano desde el
año 2012, para concretar las dos pretensiones de Estado. La paz y el respeto a los pactos
adyacentes al bloque de constitucionalidad.
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Derecho Procesal Constitucional. Litigio ante la Jurisdicción Constitucional.
En tal virtud, se recordará el origen de los derechos humanos, para luego en los
capítulos tercero, cuarto y quinto, dejar las constancias de rigor acerca del papel de la Corte
Constitucional en la elaboración de una jurisprudencia dadora de razones sobre la impronta
constitucional de 1991 en lo atinente a la participación en política de los “ antes alzados en
armas” incursos en delitos políticos y conexos a éstos, pero que para ello el nacimiento de
una anuencia compartida entre los negociadores de la paz en procura del descubrimiento
de una verdad que alivie las heridas de las víctimas del enfrentamiento y, todo esto bajo la
premisa de respeto futuro a la vida de las personas, mediante garantías de reparación y no
repetición, junto con la nueva lucha por la conservación del sistema democrático.
Finalmente, nuestras conclusiones en torno al interesante tema y su impacto en el orbe
internacional con respecto a la justicia.
2. LOS DERECHOS HUMANOS
2.1. Origen de los derechos humanos
Bastante pareciera ser de actualidad el tema de los derechos humanos, en tanto que sobre
ellos se montan las nuevas corrientes del derecho. Pero nada tan discordante con la realidad,
en la medida en que aquellos devienen olientes con el aroma que la historia de la raza humana
ha promocionado.
Es así, como en efecto la tradición greco romana- judeo cristiana muestra la base del
proceso que, desde el siglo XVI conlleva a la universalización de la historia. Lo que para
Bobbio en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, deja ver su carácter universal
por consenso general sobre su validez.
En el drama de Sófocles
Creonte, que la acusa de haber quebrantado la ley positiva (…) Sabía que iba a morar, ¿cómo
no?, aun cuando tú lo hubieras hecho pregonar. Y si muero antes de tiempo, yo lo llamo
ganancia. Porque quien, como yo, viva entre desgracias sin cuento, ¿cómo no va a obtener
provecho al morir? Así, a mí no me supone pesar alcanzar este destino. Por el contrario, si
hubiera consentido que el cadáver del que ha nacido de mi madre estuviera insepulto entonces
ser que ante un loco me vea culpable de una locura”1.
Desde ahí el planteamiento de uno de los temas centrales del derecho: el de la existencia
y relaciones entre las leyes escritas con uso de la coacción y las leyes no escritas que los
hombres en principio supusieron originadas en los dioses, más tarde en la naturaleza. En
uno y otro casos, fuera de la legislación del Estado, la cual, a no dudarlo, se fundamenta
y se fundamentó en intereses políticos y económicos; en el caso de Antígona en patrones
1. JARAMILLO V, Rubén. Problemática Actual de la Democracia. Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez,
2004, p.13-14.
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