Capítulo I: Las bases de datos y su protección como obra original
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Las bases de datos electrónicas tienen una gran importancia hoy
día en el entorno de la sociedad de la información en la que los datos
provenientes de las más diversas fuentes se multiplican de una manera
exponencial, pero que no pueden servir de mucho si no existe un
mecanismo que permita procesar esa información para ser útil en la
satisfacción de una necesidad.
1. LA NECE SIDAD DE LAS BASES DE DATOS EN LA S OCIEDAD
DE LA IN FORMACIÓN
La incorporación de Internet a la vida de los ciudadanos ha hecho
que las fronteras desaparezcan y se constituya el ciberespacio en el
que los cánones de control organizativo, jurídico y de fuerza apenas
sirven para algo; si bien los elementos físicos y organizativos se
ubican en determinados terr itorios. Así, autores como
reivindican la vocación de Internet de estar fuera de control “tanto en
lo tocante al acceso a ella como en lo concerniente a los contenidos que
se pudieran poner en circulación”. No obstante, en esta dinámica se
ponen “en juego una serie de valores sociales, culturales y éticos que
pueden verse notablemente afectados –para bien o para mal– gracias
1.
lugar a un nuevo tiempo de comunidad, la virtual, digital, tecnológica,
electrónica, etc., comúnmente conocida como Sociedad de la
1 , M. C. (2007). “El desarrollo de la Sociedad de la
Información: pilares para su regulación”, , J. J. (Coord.), Sociedad
Navarra: Aranzadi, p.p. 95-97.
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”, haciendo posible la explosión de una oferta informativa
sin precedentes en la historia. “Gracias a la que se ha dado en llamar
red de redes hoy existe una capacidad de acceso sin precedentes a
un vasto volumen de información”. Esta sociedad “supone, al mismo
tiempo una oportunidad y un reto: las reglas de acceso, pertenencia,
convivencia, relación, etc., no están desarrolladas por esa vocación
inicial de sociedad en cierta medida descontrolada”. Además de
su posibilidad de desarrollo se producen una importante cantidad
de riesgos, entre los que señala “riesgos para la
privacidad de las personas y, por lo tanto, para el desarrollo personal
por injerencias ajenas en los campos íntimos del usuario (seguridad
de la navegación y de las bases de datos), riesgos en el campo de la
propiedad intelectual e industrial, entre otros2.
En correspondencia con lo señalado, y
han señalado que “la sociedad de la información pide
contenido (sociedad del conocimiento), pero no puede funcionar
bien sin recopilaciones, sistematizadores y presentadores. ¿Dónde
se puede encontrar aquel artículo, aquella foto, aquel fragmento
jurídico es capital y los profesionales de la comunicación deben
conocerlo, porque, a menudo son creadores y usuarios. Reunir
material, ordenarlo, digitalizarlo (en su caso) y presentarlo de una
y dinero. Es lógico, pues, que quienes producen bases de datos exijan
protección”3. Este entorno es importante ya que bajo el mismo van
a tener una importancia fundamental las bases de datos, no porque
su funcionamiento dependa del uso de la Internet sino porque en
determinado momento las mismas convergen y las bases de datos se
hayan expuestas a un inadecuado uso de las mismas y a la lesión de
los derechos que ello conlleva.
Muy elocuentes resultan las palabras de y
cuando señalan que una base de datos es un
conjunto de información concerniente a una entidad u organización,
denotando la unanimidad que hasta este punto puede existir entre los
2 Ídem, pp. 98-101.
3 , R., y , R. “Propiedad intelectual”,
, M. (Coord.), ..., ob. cit., p. 505.
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autores. Es poco probable que muchos consideren un archivo con cientos
empresa como una base de datos. Intuitivamente esperamos que una
base de datos no esté en soporte de papel, sino en soporte informático.
Esto lleva a los autores a señalar como primer criterio distintivo de las
bases de datos la de ser un conjunto de información almacenada en
del archivador y son transcritos los datos en un procesador de texto y
4.
Una base de datos debe poder consultarse de diversos modos,
resultado de la ordenación de los datos con criterios diferentes, pues
de lo que se trata es que la información esté disponible en soporte
informático y tenga una estructura determinada con la posibilidad
de consulta y actualización. De aquí nace la exigencia que se maneje
por un especial (sistema de gestión de base de datos). De
hecho, es difícil (por no decir imposible) desligar la existencia de las
“bases de datos” de los “sistemas de gestión de bases de datos”, ya
que sin éstos últimos la base de datos se reduce a una marea de datos
práctic amente in manejable. Prosig uen y
señalando que una base de datos es un conjunto ordenado
–basado en criterios lógicos– de información sobre temas concretos.
La base de datos mantiene información sobre su propia estructura, es
decir, la base de datos, además de los datos, mantiene información
sobre su propia estructura. Una base de datos deberá constar, para ser
funcional, de una determinad a estructura, si no, se tratará como mucho
de un montón de datos del que es difícil obtener alguna utilidad5.
Si bien, como se ha expuesto, parece existir una predilección
por las bases de datos electrónicas u on line, no es menos cierto que
no todas van a reunir esta condición como se verá más adelante; la
regulación legal incluye tanto las electrónicas como las que no lo son.
La necesidad de las bases de datos queda hoy día fuera de
toda duda: en tiempos de la Sociedad de la Información tanto los
ciudadanos como las empresas y los entes públicos dependen del
4 Cfr. , E. y , J. (2012).
. Vigo: Universidad de Vigo, p.p. 5 y ss.
5 Cfr. , p.p. 6 y ss.
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