Caracterización del ejercicio de la autonomía privada en el escenario de la transnacionalización de capitales - Núm. 148, Diciembre 2009 - Estudios de Derecho - Libros y Revistas - VLEX 211939329

Caracterización del ejercicio de la autonomía privada en el escenario de la transnacionalización de capitales

AutorSandra Eliana Cataño Berrío
CargoAbogada y Magíster en Derecho de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia
Páginas147-164

Abogada y Magíster en Derecho de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia. Profesora del área de Derecho Privado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia. La autora agradece al profesor Roberth Uribe Álvarez, de la Universidad de Antioquia, por la lectura y las valiosas sugerencias que realizó al texto.

Este artículo se desarrolló con base en el segundo capítulo del informe final del trabajo de investigación Ejercicio de la autonomía privada en el contexto de la transnacionalización de capitales, que realizó la autora para optar al título de Magíster en Derecho, modalidad de investigación, en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia.

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Introducción

El complejo fenómeno de la globalización, que inició con mayor fuerza en la década de los setenta del siglo pasado, a nivel mundial, originó un proceso principalmente económico que condujo al tránsito de la mundialización de la economía a la globalización económica. Ya no se trata simplemente de un intercambio comercial a nivel mundial, a través de las exportaciones e importaciones, sino de toda una interconexión a gran escala de los mercados de bienes, servicios, mano de obra, materias primas, capitales y tecnologías, que ha dado lugar a la concentración del poder financiero y del capital en unos conglomerados llamados empresas transnacionales, que operan a nivel planetario a través de una estructura integrada por redes complejas de acuerdos, decisiones y actuaciones, con algunas prácticas comerciales de funcionamiento como son las alianzas estratégicas y la conformación de holding o grupos empresariales que, además, están buscando establecer sus propias reglas, formas de resolución de conflictos y cláusulas contractuales, en procura de la mayor y más absoluta libertad en el movimiento de sus activos.

Ante este nuevo panorama, los ordenamientos jurídicos enfrentan una etapa de transformaciones dirigidas a asegurar el adecuado funcionamiento de los sistemas político y social y, ante todo, atender a las exigencias de la economía globalizada. Desde esta perspectiva, el derecho privado no se sustrae a los nuevos patrones normativos y a las tendencias del sistema de economía mundial, que afectan de manera significativa las prácticas comerciales, al giro de los negocios y las relaciones entre los agentes económicos, generando, como bien lo señala José Eduardo Faria (2001, p. 11), una constante tensión entre "lo nacional y lo transnacional, entre lo local y lo global".

Con el siguiente artículo se pretende realizar un acercamiento conceptual a las categorías transnacionalización de capitales y autonomía privada, que fueron empleadas en el desarrollo de la investigación Ejercicio de la autonomía privada en el contexto de la transnacionalización de capitales. Con este propósito, el artículo Page 148 se divide en dos partes, la primera está dedicada al proceso de la globalización económica, haciendo un mayor énfasis en la transnacionalización de capitales. En la segunda parte, se trabaja el postulado máximo del derecho privado, la autonomía privada, a partir de la influencia que este proceso de transnacionalización de capitales puede tener en su ejercicio, con el uso de modelos o estándares de contratación; con la presencia de usos y prácticas en la contratación comercial internacional; y el desarrollo de un derecho de carácter corporativo.

1. La transnacionalización de capitales
1. 1 Acercamiento a la globalización económica

De los diferentes procesos que hacen parte del fenómeno de la globalización1, la globalización económica es, quizá, el más visible y el que mayores consecuencias ha generado para las naciones, las empresas y las personas. Como también, ha originado un malestar por la primacía que se busca dar con ella al aspecto económico (Stiglitz, 2002, p. 276).

Si bien, no es posible considerar la globalización sólo en términos económicos, sí debe reconocerse que esa es su principal manifestación o, por lo menos, la que tiene mayores repercusiones a nivel social y político. De esta forma, la globalización tiene su ámbito de aplicación más preciso en la economía, principalmente en los niveles comercial, organizativo y financiero, configurando una serie de procesos dirigidos a la interconexión de los mercados de capitales, producción, insumos y comercio a nivel planetario, que conduzcan, finalmente, a una absoluta libertad de intercambio, a la conformación de un gran mercado global.

La globalización económica es, entonces, "[...] aquel proceso por el cual las economías nacionales se integran progresivamente en el marco de la economía internacional, de modo que su evolución dependerá cada vez más de los mercados internacionales y menos de las políticas económicas gubernamentales." (Estefanía, 2001, p. 49). En igual sentido, para Diego Pizano (2002, p. 4) la globalización Page 149 económica corresponde a "[...] una integración creciente de los mercados de bienes, servicios, capital y tecnología; un proceso ligado al aumento del grado de interconexión entre las naciones". A su vez, José Antonio Estévez Araújo (2006, p. 25) estima que este proceso corresponde a "[...] una mundialización específica que ha experimentado el capitalismo en estos últimos treinta años".

Precisamente, a partir de las décadas del setenta y ochenta del siglo XX, de la mano de los grandes avances en tecnología, información y comunicaciones, se viene presentando en el mundo un acelerado proceso de desregulación de los mercados, liberalización del comercio, privatización de servicios públicos, flexibilización de los sistemas de producción, reducción de los costos de transporte, interconexión de los sistemas financieros, en suma, una integración del comercio y de las redes de producción e investigación, que ha generado una mayor obtención de recursos a nivel planetario y, por consiguiente, un incremento significativo en el flujo y movimiento de capitales.

En este orden de ideas, algunos autores (Martin y Shumann, 2000; Faria, 2001; Galgano, 2005; Gélinas, 2006; Estévez, 2006) sostienen que el proceso de globalización económica se caracteriza, principalmente, por la supremacía del sector financiero, con una autonomía frente a los demás sectores de la economía, y la velocidad de las operaciones al interior del mismo, a nivel planetario y durante las 24 horas del día, con el apoyo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Así mismo, predomina una especulación constante con las divisas y los productos financieros, donde los "[...] especuladores anticipan la subida de un producto y lo compran masivamente, lo que efectivamente conlleva al alza de su precio; esta alza atrae a nuevos compradores, lo que garantiza que el alza se mantenga [...]" (Gélinas, 2006, p. 67). Esto suele generar una economía caótica y en ocasiones inestable.

De otro lado, los principales protagonistas de la globalización económica son las empresas transnacionales (Galgano, 2005, p. 33), las cuales tienen su casa matriz en alguno de los países industrializados, pero sus redes de operación, distribución e inversión se extienden a más de dos continentes, por encima y más allá de los Estados - Nación. Por ello se afirma que son, en la actualidad, "[...] la primera y principal fuerza dominante mundial en la época de la globalización [...] controlan el 70% del comercio mundial" (Pallares, 2002, p. 30).

En definitiva, la globalización de la economía busca la conformación de un mercado común a nivel planetario, para lo cual se requiere generar procesos de movilidad de capitales y de intercambio de bienes y servicios con la más absoluta libertad, la mayor agilidad y los menores costos posibles. Page 150

1. 2 El sistema de 'economía-mundo' y la transnacionalización de capitales

A principios del siglo XX comenzó a operar en el mundo un sistema de producción industrial en serie denominado 'fordista', a través de los métodos de trabajo y regulación establecidos por Henry Ford en la General Motors, los cuales se impusieron en el sector industrial a partir de 1945, tras la Segunda Guerra Mundial. El referido sistema tenía su centro de operación en la fábrica integrada y con una organización vertical, que controlaba todos los procesos, desde la producción de las materias primas, hasta la distribución y comercialización de los productos finales (Pallares, 2003, pp. 79-84). Se trataba, entonces, de un método de producción en línea, que contaba con un elevado número de trabajadores, cada uno especializado en una parte del proceso y que en forma repetitiva lo realizaba2.

Sin embargo, en 1970, tras la caída del sistema de Bretton Woods3, la crisis del dólar y del petróleo, que generaron una serie de cuestionamientos a las medidas de intervención y control del Estado sobre la economía, que habían sido implementadas con John M. Keynes, se dio paso a la liberalización de los mercados de capitales y a las transformaciones del modelo empresarial 'fordista'.

De esta manera, con la globalización de la economía se comenzó a sustituir ese sistema centralizado de trabajo en cadena, por otras formas de organización y operación empresarial denominada 'postfordista', a través de una descentralización de la empresa, con una flexibilidad en la operación que permitió expandir los diferentes procesos a...

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