Carteles y colusión tácita
| Autor | Paul Belleflamme, Martin Peitz |
| Páginas | 451-500 |
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Los acuerdos de colusión (o de fijación de precios), me diante los cuales las
empresas de una industria evitan competir entre sí, ocupan un lugar importante
en el análisis antimonopolio. En este capítulo, nos enfocamos en dos aspectos
importantes de la colusión. Primero, arrojamos luces sobre los incentivos que tienen
las empresas para permanecer dentro o fuera de un cartel explícito; esto es, nos
centramos en la formación de carteles. Aquí, se supone que los miembros del cartel
toman sus decisiones conjuntamente. Para que estos carteles explícitos funcionen,
las empresas deben entrar en acuerdos vinculantes (de largo plazo) para formar una
entidad conjunta de maximización de beneficios. En este caso los temas principales
son la formación y la estabilidad de estos carteles: ¿cuál es su tamaño óptimo y su
tamaño de equilibrio? En la sección 14.1 estudiamos estos temas.
En segundo lugar, analizamos la forma en que los carteles y otras formas de colusión
pueden sostenerse en ausencia de acuerdos vinculantes. Aquí, la colusión emerge
como el equilibrio no-co operativo de una situación de competencia repetida. Como las
empresas actuando de forma no cooperativa adoptan estrategias que conducen a un
resultado coordinado, se dice que la colusión es tácita.[7] Como los carteles son ilegales,
esta colusión tácita es de particular importancia para las empresas que pertenecen a un
cartel. Para que la colusión funcione, las empresas deben “entender” correctamente
la forma en que las otras empresas en colusión reaccionarán a su comportamiento.
Por lo tanto, el asunto principal en este segundo enfoque es la sostenibilidad de la
colusión tácita: ¿cuál es el conjunto de precios que puede sostenerse en un equilibrio
no cooperativo cuando la competencia se repite a lo largo del tiempo? En la sección
14.2 examinamos este tema.
7 Tácito viene del latín tacitus, participio pasado de tacere
Parte VI. Teoría de la política de la c ompetencia
452 Organización industrial – Mercados y estrategias
Por lo general se considera que los acuerdos de colusión reducen el bienestar y
que, por lo tanto, deberían prohibirse.[8] Note que los carteles de fijación de precios son
notorios por ser una de las pocas áreas de la política antimonopolio donde el enfoque
inflexible “per se” no se ha cuestionado y reemplazado mediante un enfoque de razo-
nabilidad (como ocurre, por ejemplo, con las restricciones ver ticales examinadas en
el capítulo 17). Como hay un acuerdo sobre lo que se debe hacer, el asunto principal
es cómo hacerlo: ¿cómo pueden hacer las autoridades antimonopolio para detectar
la colusión y cómo deberían combatirla? En la sección 14.3 estudiamos este asunto.
14.1 La formación y la estabilidad de los carteles
los carteles explícitos siguen formándose y funcionando en una amplia gama de industrias.
pueden perdurar y mantener la disciplina durante largos periodos de tiempo. En esta sección
discutimos carteles con acuerdos explícitos y tratamos el tema de su formación y estabilidad.
Esto es importante porque en muchos mercados no todos los vendedores de un mismo tipo
de producto coluden, sino que solamente un subconjunto de las empresas forma un cartel.
Caso 14.1 Los carteles de las vitaminas
Se calcula que el mercado mundial para las vitaminas al por mayor tenía un valor
aproximado de 3.250 millones de euros en 1999. En Europa, en 1998 las ventas al por
mayor de vitaminas fueron de 800 millones de euros (las ventas de vitaminas E, A y C
representaron, respectivamente, 250, 150 y 120 millones de euros). La producción de
vitaminas está muy concentrada: la empresa más grande, Hoffmann-L a Roche tiene una
participación de mercado de entre el 40 y el 50% , BASF tiene entre el 20 y el 30% y Aventis
entre el 5 y el 15%. Entonces, las tres empresas más grandes controlan entre el 65 y el
95% de este mercado.[9] Mientras que los costos de construcción de las plantas, así como
solución no cooperativa soporta a muy pocas empresas y, por lo tanto, hay muy poca variedad de producto s
de la industria y, en consecuencia, a más empresas que entran a l mercado. Las entradas adicionales pueden ser
si un cartel no solamente compar te información, sino que adicionalmente reasigna capacidades para un uso
acuerdos de colusión en el mercado son malos para la sociedad.
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las economías de escala en las tecnologías de producción, fomentan la concentración en
el lado de la producción, el lado de los compradores está más fragmentado en la medida
en que un gran número de empresas, como los productores de productos alimenticios, las
empresas farmacéuticas y los fabricantes de alimentos para animales, compran la mayoría
de las vitaminas que venden las tres grandes empresas mencionadas. Sin embargo, es
probable que algunos compradores sean lo suficientemente grandes como para tener algún
poder de negociación para obtener precios más bajos.
El 21 de noviembre de 2001, la Comisión Europea le impuso una multa por entonces
récord de 855,22 millones de euros a ocho empresas por participar en carteles secretos
de repartición del mercado y fijación de precios que afectaban productos con vitaminas.[10 ]
En general, la Comisión evaluó la existencia de ocho carteles distintos entre septiembre de
1989 y febrero de 1999 que involucraban diferentes vitaminas. Este caso europeo continuó
una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos que en 1999 ya había
llevado a que Hoffmann-La Roche se declarara culpable y p agara una multa penal de 500
millones de dólares por liderar una conspiración global para aumentar y fijar los precios y
repartir participaciones de mercado para ciertas vitaminas vendidas en Estados Unidos y
otros países.[11 ] En este contexto, BASF también se declaró culpable y pagó 225 millones de
dólares en multas. Adicionalmente en varios acuerdos civiles se realizaron grandes pagos
adicionales de indemnización.
La Comisión Europea encontró que en total 13 empresas europeas y no europeas
participaron en los carteles. L as tres empresas principales que estuvieron involucradas
fueron Hoffmann-La Roche en Suiza, BAS F en Alemania e Industrias Químicas Takeda en
Japón.[12] Los car teles incluyeron acuerdos sobre las vitaminas A, E, B1, B2, B5, B6, C, D3,
biotina (H), á cido fólico, beta caroteno y carotenoides. Los primeros acuerdos se realizaron
para los mercados de las vitaminas A y E, que también fueron los que duraron más tiempo,
al terminar en febrero de 1999. Hoffmann-La Roche participa ba en todos los mercados de
vitaminas en cuestión y BASF en todos menos dos.
De acuerdo con Mario Monti, el Comisario Europeo de la Competencia, el cartel de
las vitaminas fue “la serie de carteles más dañina que la Comisión ha investigado, debido al
amplio rango de vitaminas cubierto, que se encuentran en una multitud de productos, desde
cereales, galletas y bebidas, hasta alimentos para animales, medicamentos y cosméticos”.
Monti concluyó que “la colusión de las empresas les permitió cobrar precios más altos que
si todas las fuerzas de la competencia hubieran estado en juego, perjudicando así a los
consumidores y permitiéndoles a las empresas obtener beneficios ilícitos”.
Cuando las empresas de una industria forman un cartel, eliminan la competencia que
existía entre ellas. Esto lleva a que reduzcan su producción conjunta o a que aumenten los
10 Ver Comisión Eur opea (2001b)
11 La multa fue la de mayor monto que hasta ese entonces había logrado el Departamento de Justicia de Estados
Unidos en un caso c riminal (ver Depar tamento de Justicia de Esta dos Unidos).
12 Las otras diez empresas involucradas fueron Aventis en Francia (antes Rhône-Poulenc), Daiichi Pharmaceutical
en Japón, Eisai en Japón, Merck en Alemania, Kongo Chemical en Japón, Lonza en Alemania, Solvay
Pharmaceuticals en Países Bajos, Sumitomo Chemical en Japón, Sumika Fine Chemicals en Japón y Tanabe
Saiyaku en Japón.
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