Cartografía social pedagógica, mapeos críticos y multimodalidad: una propuesta metodológica desde y para el sur
Autor | Juan Carlos Amador |
Páginas | 63-90 |
Capítulo 3. Cartografía social pedagógica, mapeos
críticos y multimodalidad: una propuesta metodológica
desde y para el Sur*
Juan Carlos Amador
Introducción
Los procesos de carácter político, económico y sociocultural que emergieron
desde la última década del siglo en buena parte del planet a, además de cons-
tituirse en la base del nuevo orden mundial del capital, se convirtieron en ins-
trumentos estratégicos para configurar otras subjetividades, otras formas de
socialización, otras sensibilidades, otros modos de acceso a la información y
el conocimiento, y otras relaciones entre el Estado y la sociedad civil. Castells
(2006) afirma que este cambio planetario se enmarca en lo que denomina in-
formacionalismo, e sto es, una forma renovada de producción y acumulación de
capital que se efectúa a partir del trabajo con tecnologías digitales. Dichas tec-
nologías, las cuales son resultado de la convergencia entre microelectrónica,
informática, telecomunicaciones y opto electrónica, operan a partir de informa-
ción y conocimientos que no solo son empleados por alguien para accionar es-
tas máquinas. Se trata también de tecnologías que funcionan con información y
conocimientos susceptibles de ser procesados y expandidos de manera dirigida
o autónoma, pero también transmitidos a sectores, grupos y poblaciones con
arreglo a determinados fines. Este panorama sociotécnico-cultural (Levy, 2007),
al parecer, altera profundamente la producción, la distribución y el consumo
de bienes y servicios; desfuncionaliza y refuncionaliza el trabajo; orienta otros
* Para citar este capítulo: http://dx.doi.org/10.51570/Educ202106
modos de operación de las economías locales y transnacionales, e incentiva
otros modelos de negocio, propiedad y riqueza.
A la par de la emergencia del informacionalismo, existen abundantes estu-
dios que hacen evidente cómo desde la década de 1990, a partir de las orien-
taciones del Consenso de Washington, los países hi stóricamente colonizados,
también llamados del tercer mundo, tuvieron que asumir nuevas condiciones
sociales, económicas y políticas desde las imposiciones de varios organismos
multilaterales con efectos nocivos para las sociedades, especialmente en lo que
concierne a derechos humanos, trabajo, salud, educación y bienestar social. En
el caso de los países de América Latina y el Caribe, las nuevas orientaciones
introdujeron a los Estados en asuntos estratégicos para el capital global, tales
como la disciplina fiscal, la redefinición del gasto público, las reformas tributa-
rias, la liberalización del sector financiero, la privatización y la desregulación de
la economía (Mejía, 2014). Al mismo tiempo, desde inicios del siglo , se in-
tensificaron los proyectos minero-energéticos promovidos por el capital trans-
nacional. Para Gudynas y Acosta (2011) y Escobar (2005), estas operaciones
extractivistas en países con alta diversidad hídrica, vegetal y de minerales no
solo propician la devastación de los ecosistemas locales, sino también el soste-
nimiento de conflictos ambientales, sociales y, a veces, armados, tal como ocu-
rre en Colombia.
La anterior descripción parece hacer evi dente que la globalización —enten-
dida como un tiempo-espacio caracterizado por la mediatización de la cultura,
la interdependencia económica entre países y la redefinición de la vida coti-
diana mediante crecientes formas de comunicación digital interactiva, en el que
se reestructuran los modelos de sociedad, Estado, sujeto, comunidad, conoci-
miento y mercado, especialmente heredados de la modernidad ilustrada— es
un proceso actualmente administrado por el neoliberalismo. En otras palabras,
la globalización se convirtió en el escenario propicio para que el capital trans-
nacional introduzca no solo estrategias que favorecen su crecimiento y con-
centración, sino también poderosos dispositivos de control que hacen posible
configurar ordenamientos sociales que son funcionales a sus objetivos. Por otro
lado, la administración neoliberal de la globalización hace posible la combi-
nación de modelos de acumulación de capital diversos, por ejemplo, la imple-
mentación de la automatización y la inteligencia artificial en varios procesos de
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