El concepto kantiano de ciudadanía - Núm. 42, Julio 2010 - Revistas Estudios de Filosofía - Libros y Revistas - VLEX 744401009

El concepto kantiano de ciudadanía

AutorLucy Carrillo Carrillo
CargoInstituto de Filosofía Universidad de Antioquia Medellín, Colombia
Páginas103-121
Estud.los ISSN 0121-3628 nº42 Diciembre de 2010 Universidad de Antioquia pp. 103-121
El concepto kantiano de ciudadanía*
The kantian concept of Citizenship
Por: Lucy Carrillo Carrillo
Instituto de Filosofía
Universidad de Antioquia
Medellín, Colombia
lucycc@une.net.co
Fecha de recepción: 17 de septiembre de 2010
Fecha de aprobación: 8 de octubre de 2010
Resumen: En el prólogo a la Fundamentación de la metafísica de las costumbres Kant advierte sobre la
diferencia entre una reexión sobre el fundamento de la moral y la idea de cómo ‘aplicar’ el principio
de la moralidad a la vida cotidiana de los humanos. Según su propio punto de vista, la pregunta de
cómo implementar la moral en la vida práctica supone la necesidad de adoptar la perspectiva de una
antropología pragmática. En ese sentido, el objeto de este ensayo es hacer una lectura pragmática del
concepto de ciudadanía de Kant, desde la cual se comprende mejor su convicción de que lo político
debe construirse sobre el fundamento de la moral: el respeto por la dignidad humana. Este punto de
vista pragmático me permitirá aclarar: a) por qué piensa Kant que las graves dicultades de la política
estriban en la tarea saber y poder establecer las medidas necesarias para garantizar el respeto a los
derechos fundamentales, y b) de qué manera el concepto kantiano de ciudadanía cimenta la idea del
reconocimiento mutuo de derechos y deberes. Para ello divido este ensayo en tres apartados: 1. Las
ideas de derechos humanos y ciudadanos, y el concepto de derecho cosmopolita. 2. El concepto de
ciudadanía a la luz de su concepto de un estado republicano; y 3. Cómo fue concebida por Kant la
noción de ciudadanía para gente común y corriente, con sentido común.
Palabras clave: Dignidad, derechos, ciudadanía, sentido común
Abstract: In the prologue to Fundamental Principles of the Metaphysics of Morals Kant brings to notice the
difference between a reection on the Fundamental Principles of Morale and the idea of how to “apply”
the Principle of Morality to the everyday life of humans. According to his own point of view, the question
on how to implement Morale in practical life supposes the necessity of adopting the perspective of a
Pragmatic Anthropology. In this sense, the object of this essay is to make a Pragmatic Reading of the
Kantian concept of Citizenship, with which one can better understand his conviction that the political
should be constructed on the basis of Morale: the respect for Human Dignity. This pragmatic point of
view will enable me to clarify: a) why Kant thinks that the grave difculties of Politics reside in the task
of knowing and being able to establish the necessary measures to guaranty the respect for Fundamental
Rights, and b) in what manner the Kantian concept of Citizenship lays the foundations of the idea of
Mutual Recognizance of Rights and Obligations. Due to this I divide the essay in three parts: 1) The
ideas of Human Rights and Citizen Rights, and the concept of Cosmopolitan Right. 2) The concept of
Citizenship in the light of his concept of a Republican State; and 3) how the notion of Citizenship was
conceived by Kant for simple people, with a Common Sense.
Key Words: Dignity, Rights, Citizenship, Common Sense
* Este ensayo ha sido resultado del proyecto de investigación: ‘Los conceptos kantianos de individuo,
ciudadano y estado’ del Grupo de investigación Estudios kantianos del Instituto de Filosofía, y
auspiciado por el Comité para el Desarrollo de la Investigación (CODI) de la Universidad de
Antioquia.
Lucy Carrillo Castillo
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1. Derechos humanos y derechos ciudadanos
Contra todo intento de justicación de la desigualdad entre los individuos,
la ley moral kantiana exige respeto por todo individuo humano1. Si cada individuo
tiene capacidad para obrar en conformidad con la idea de que cada uno es por igual
digno de consideración, se sigue necesariamente de ahí la igualdad de todos como
seres dignos de respeto, de tal modo que cada humillación de un individuo por
otro o ante otro es una ofensa a la humanidad y un atentado contra la igualdad y
la autonomía moral. El reconocimiento de la dignidad no se puede negar, incluso
al más perverso de los humanos (por ser precisamente un ser humano); el respeto
no puede quitársele a nadie, aunque sus acciones le hagan indigno de tal respeto y
consideración. El reproche y la condena merecidos, el desprecio por sus acciones,
no puede llevar al desprecio de la humanidad en él. Por eso, todas aquellas acciones
mediante las cuales se inige ultraje, tortura o mutilación a un ser humano deshonran
la humanidad, suscitan indignación y sentimiento de vergüenza por pertenecer a
una especie con la que se puede proceder así2.
Desde esa perspectiva, la segunda formulación del imperativo categórico:
“Obra de tal manera que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la
1 No habiendo lugar aquí para falsos consuelos, y reconociendo que los humanos estamos solos
en medio del mundo, ¿qué podemos considerar como lo más valioso? Respetar a otro es respetar
su ‘dignidad’. Lejos de ser una convención social a través de la cual se les reconoce a algunos
una condición de superioridad respecto a los demás, la dignidad moral se reere a lo que Kant
considera el ‘valor absoluto’ de todos los seres humanos por igual: Ya sean ricos o pobres, blancos
o negros, bondadosos o malvados, todos los humanos tienen la capacidad de proponerse alcanzar
determinados nes pero, por encima de esto, la capacidad de darse a sí mismos un criterio para
obrar moralmente y obrar en consecuencia. Sólo los humanos tienen estas potestades; de ahí que
la idea de humanidad sea la base de la moral, y que la dignidad no sea otra cosa que el ‘rechazo
absoluto’ de relaciones en las que un ser humano sea objeto de humillación, vejación, abandono o
desprecio. De ahí la importancia que tiene para Kant la aclaración de la universalidad y necesidad
del principio de la moralidad en la Segunda Sección de la Fundamentación de la metafísica de las
costumbres (De ahora en adelante citada como FMC). [Todas las citas que hago aquí de la obra
de Kant se remiten a Immanuel Kant: Werke in zwölf Bänden. Edit. W. Weischedel. Frankfurt,
Suhrkamp, 1977. En la medida en que no todas las traducciones castellanas conservan la paginación
original, indico en cada caso las secciones y/o capítulos correspondientes].
2 Esa tercera formulación del imperativo dice así: “Obra según la máxima que se pudiera dar un
miembro legislador de un posible reino de los nes” (FMC, BA 85). H. J. Paton hace ver que
la expresión ‘reino de nes’ apela a la conjunción de seres humanos por leyes comunes, cuyas
relaciones ponen en evidencia que cada uno es tanto un n en sí mismo como un n para los otros,
es decir, que es útil para la comunidad. La idea del reino de los nes no sólo tiene consecuencias
políticas, sino que también su formulación tiene carácter político (Cfr. Paton, 1948: 191ss). En
este sentido, es importante la contribución de Christine M. Korsgard, aunque Korsgard pareciera
olvidar que Kant distingue entre la idea de una comunidad moral y la idea de una sociedad política
que concibe una unión externa y en cada caso particular (Korsgaard, 1996: 205 ss).

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