Configuración del estado-nación en Colombia en el contexto de globalización: una reflexión desde el escenario político - Núm. 29, Junio 2008 - Revista de Derecho de la División de Ciencias Jurídicas - Libros y Revistas - VLEX 51364854

Configuración del estado-nación en Colombia en el contexto de globalización: una reflexión desde el escenario político

AutorDiana Rico Revelo
CargoPsicológa Social y Política, Magister en Educación y Desarrollo Humano
Páginas5-22

Diana Rico Revelo: Psicológa Social y Política, Magister en Educación y Desarrollo Humano. Coordinadora del Grupo de Investigación en Cultura Política Colombiana Contemporánea. Facultad de Derecho, Universidad Manuela Beltrán. Av. Circunvalar, Nº 60 -00. diana.rico@usal.es

    Este artículo es resultado del proyecto de investigación sobre "Cultura Política en Colombia Contemporánea", y fue realizado con recursos de la Universidad Manuela Beltrán, asignados para incentivar la labor investigativa de sus profesores investigadores. 2006.


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Introducción

Un análisis del Estado-nación colombiano situado en la cultura política nacional contemporánea implica retomar la Constitución de 1991, la globalización y los procesos de transnacionalización como puntos de partida de las actuales configuraciones que se están tejiendo en el territorio nacional en torno a la construcción de un Estado democrático.

Trayectos por avanzar

La implementación de elementos de modernización en el ordenamiento político-territorial colombiano, como la Ley de bancadas y la reforma electoral del 2003, indudablemente son esfuerzos encaminados a consolidar procesos de identificación nacional; puesto que, en el primer caso, los partidos políticos se ven en la imperiosa obligación de actuar en concordancia con su discurso y, en el segundo, el sistema electoral privilegia agrupaciones mayoritarias sobre pequeños intereses. Esto conlleva la legitimación del poder político, representado por los partidos en el territorio nacional.

Estas nuevas formas de ejercer la política y la democracia implican el reto de superar cacicazgos y caudillismos, y resaltan la negociación entre disensos; tanto la Ley de bancadas como la reforma electoral demandan la pertenencia ideológica de los integrantes de partidos, es decir, la elaboración de sentidos colectivos en torno al ejercicio del poder, lo cual fortalece su institucionalidad. En este orden de ideas, esta suerte de unificación de lo político en un orden democrático aporta significativamente a la configuración del Estado-nación en Colombia, debido a que favorece la confianza y la participación de los ciudadanos en un escenario político común, con voluntad política de convivencia, en un contexto de cultura y lengua compartidas.

La cultura política es el escenario de impacto inicial de los partidos políticos sobre la configuración territorial, habida cuenta de "la complejidad de las relaciones sociales constituidas en el campo de lo político" (Herrera, 2005, p. 282), por ende, la marcada tendencia neoliberal de Page 6 los procesos de globalización actuales comporta que los procesos de identificación política nacional se conjuguen con dicha ideología. En Colombia se observa una proliferación de agrupaciones políticas de derecha, que constituyen mayoría política y lideran el país.

Otro impacto de la implementación de la Ley de bancadas, vista como un mecanismo internacional importado, fue la presencia de la izquierda en el escenario político contemporáneo, como una fuerza ideológica significativa. Aunque el Polo Democrático Alternativo es la fusión de dos partidos, su programa de la candidatura a la presidencia estuvo respaldado, según la revista Semana, por "la más tradicional militancia de esta tendencia ideológica: el Partido Comunista y el Moir" (13 de marzo de 2006), y movimientos como la CUT, el popular de mujeres, por la dignidad obrera, por la defensa de los derechos de los pueblos, sindicatos y UNEB. Esta tendencia de izquierda está identificada con el rechazo a la lucha armada, en contravía de su tradicional encasillamiento con las armas y, por el contrario, se ha constituido como una izquierda democrática.

Tal evolución de la izquierda se muestra integradora de una identificación social nacional coherente, con el fin de establecer "una sociedad equitativa, donde se creen condiciones de igualdad que les permita a las personas ser libres, sin que sea necesario suprimir las libertades para querer alcanzarlo" (Gaviria, 2006); aportando, de esta manera, a la configuración de procesos de identificación política de ciudadanos que no simpatizan ni militan con los dos partidos políticos tradicionales.

La configuración del Estado-nación puede ser beneficiada por la globalización, siempre y cuando los procesos de identificación nacional sean incorporados como vértices de horizontes de sentido común, en un contexto de autodeterminación.

En este orden de ideas, es menester perfilar con mayor definición soportes legales para el ejercicio de la oposición política en Colombia, para que ésta vaya más allá de la mera crítica al gobernante de turno y ofrezca alternativas a problemas y ejercite, regulada y responsablemente, prácticas de contrapoder, como dinámicas imprescindibles en una Page 7 democracia, como se observa en la coyuntura política con el Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo.

Resulta interesante observar que la práctica política de la oposición está aventajando al plano legal; un claro ejemplo de ello hace referencia a que el Partido Liberal se sostuvo como una fuerza diferente de las bancadas autodenominadas "uribistas", sin dejarse absorber en su totalidad por éstas, a pesar del transfuguismo de algunos de sus integrantes. Este comportamiento evidencia un avance en la implementación de una oposición en pro de la democracia, sin sacrificar la identidad de aquellos colombianos que se identifican con la ideología liberal; de igual forma, la izquierda democrática colombiana a través del PDA está contribuyendo a la oposición, como una de las tres fuerzas protagónicas en el mapa político nacional y "unificada en un Ideario Común, en el que se ratifica una clarísima oposición al TLC y en defensa de la soberanía nacional, se perfila como el bastión de todas las clases sociales, democráticas y patrióticas, que no solamente desde el Congreso sino además en la protesta pública y en la resistencia civil se la van a jugar entera contra la imposición de este Tratado" (Suárez, 2006).

Es pertinente avanzar hacia un nuevo orden colectivo de la cultura política democrática, que hace contrapeso a la brecha entre la política y lo político, advertida por varios analistas al señalar que las prácticas políticas tradicionales contradictorias en Latinoamérica han generado en los ciudadanos actitudes de apatía y rechazo en cuanto a lo político; por lo tanto, es necesario adoptar formas de hacer política en pro de la democracia, tal como se pretende con la Ley de bancadas -que es un instrumento propio de sistemas políticos parlamentarios- que pretende reparar, en cierta medida, aquella imperiosa necesidad de conceder un tiempo prudencial para incubar ideas y discursos que propicien prácticas colectivas; tan aclamada en el país, ante la inmediatez de las prácticas políticas que terminan resaltando la forma sobre el fondo.

Esta Ley abre un panorama para tejer sentidos en torno a la ideología de los partidos, y favorece la relación entre sus plataformas programáticas y los procesos de identificación nacional. Sin desconocer la importancia de varios partidos políticos en el escenario nacional, mayoritariamente Page 8 se observan tres claras tendencias ideológicas: la derecha, la izquierda y el liberalismo.

Como todo proceso de transformación, la incorporación de los elementos políticos globales mencionados en el ámbito nacional hace contrapeso a las divisiones territoriales, a los pequeños monopolios de poder político y a la crisis de los partidos políticos, por lo tanto se precisa un seguimiento a los efectos de la adopción de tales modelos en el ámbito nacional.

Los procesos de identificación nacional vistos desde una perspectiva de permanente configuración, como efecto, entre otras cosas, de la globalización, ameritan "desvincular la legitimidad de la verdad y reestablecer el ámbito de la política como espacio de negociación" (Lecher, 1987, p. 257). El reemplazo de las discusiones sobre la verdad por la legitimidad abona el terreno para reflexionar sobre las reconfiguraciones que se están realizando en el campo de la política.

Obstáculos por superar

En la configuración del Estado-nación en Colombia se observan procesos políticos globales que pueden vulnerar algunos procesos de identificación nacional y socavar el derecho a la autodeterminación de los pueblos, tales como: supeditar la política del país a procesos económicos globales sin regulaciones que reconozcan las particularidades de cada contexto o intentar estandarizar y homogeneizar los procesos de democratización en América.

Una política supeditada a procesos económicos globales

Los procesos económicos globales vulneran el Estado-nación cuando debilitan la soberanía del país, tal como ocurre con la acentuación de la condición de "desventaja" del Estado colombiano por aumento de la deuda externa, con una contrapartida que acentúa cierta connotación de "dependencia" nacional respecto a lo "foráneo".

Esta tendencia a estar "en desventaja" es una herencia de las...

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