El conflicto en las entrañas
| Autor | Marie Estripeaut-Bourjac |
| Cargo del Autor | Profesora titular de español en la ESPE d'Aquitaine-Université de Bordeaux (Francia) |
| Páginas | 143-164 |
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EL CONFLICTO EN LAS ENTRAÑAS
Marie Estripeaut-Bourjac
Escuchemos primero al poeta Luis Vidales, a cuya
memoria va dedicado este artículo:
Pero eso sí —vengan una sola muerte y una bomba
una violenta demolición que nadie niega
la de tu lucha por la Paz con una sola
muerte universal—la muerte de la guerra.
¿En dónde está la paz? (1982, p. 71).
En el año 2009, el Festival Internacional de teatro de Avignon
tenía de artista invitado a Wajdi Mouawad, procedente de un
país en guerra, el Líbano. Así mismo, tres de las obras del in1
—Photo-Romance (Fotonovela), de Lina Saneh y Rabih Mroué;
La Maison des cerfs (La casa de los ciervos), de Jan Lawers; y Les
Inepties volantes (Las inepcias volantes), de Dieudonné Niangouna
y Pascal Contet— proponían una reflexión sobre el papel del
arte frente a la guerra. Avignon 2009 y el coloquio “El arte y los
artistas en la construcción de la paz en Colombia”, que se dio en
las ciudades de Poitiers y de Tours los 26 y 27 de noviembre de
2009, formulan ambos las mismas preguntas y vuelven a abrir el
1 El teatro in es el teatro oficial financiado por el Estado. Este se op one al
teatro off, que no tiene acceso a los mismos recursos. Las traducciones del
francés al español son mías.
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debate sobre el “arte comprometido”: en este arranque del siglo
xxI, ¿cuál es la relación del arte con su tiempo? ¿Cuál es el sitio
del arte en una situación de conflicto? Y ¿asume el artista un
papel de voyeur?
Si consideramos el contexto actual del arte colombiano, vemos
que los artistas colombianos no formulan de manera explícita esta
serie de preguntas, puesto que viven inmersos en un conflicto: o
bien el acto de creación es impulsado por ellas o bien son contes-
tadas por su trabajo en sí mismo. Demuestran, así, su inmersión
en una realidad y el carácter apremiante de unas urgencias a las
cuales hay que responder sin tomar unas distancias reflexivas,
pero sí desde sus propias emociones, indignaciones y rebeldías.
Por esta razón, se pregunta el periodista Guillermo González
Uribe: “¿Cómo podemos contribuir, desde la reflexión, el arte
y los medios, a superar esta profunda crisis por la que atraviesa
el país? / ¿Cómo superar la soledad y la impotencia ante tanta
ignominia […]?” (González, 2008a, p. 62). Y añade: “¿Cómo
abordar la paradoja de vivir en un paraíso, como lo es Colombia,
pero en un paraíso que se desangra a cada momento por la co-
rrupción, la connivencia del poder con el crimen, el accionar de
los armados de todos los pelambres […]?” (González, 2009, p.
11). Y concluye así: “Hacer la vista gorda es volverse cómplice
de los asesinos” (Ibid. p. 17).
En Avignon, La casa de los ciervos de Jan Lawers llevaba por
leitmotiv un grafitti: “Watch out, the world is not behind you”
(“Cuidado, el mundo no se encuentra detrás de ti”) (Lauwers,
p. 8) y ponía en escena un elenco de teatreros confrontado a la
realidad del mundo que recorrían. La obra explora el momento
en que se enteran de que uno de los hermanos (periodista) de
una de las bailarinas es asesinado en Kosovo: “¿[…] quién es el
responsable de la realidad y de transmitirla? ¿Cuál es el sitio del
artista y del fotógrafo frente a la guerra? ¿No serán unos meros
voyeurs o unos tramposos?, ¿no se aprovecharán de la situación?
¿Cómo ejercer su arte en una situación de guerra?”2. Lina Saneh y
2 Jan Lauwers, extracto del folleto para presentar su obra, Avignon, 2009.
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