La contrarrevolución en marcha
| Autor | Laura Wills-Otero - Angelika Rettberg |
| Páginas | 57-77 |
Capítulo cuarto
La contrarrevolución en marcha
El gobierno del presidente Mariano Ospina Pérez
Con la nalización de la Segunda Guerra Mundial, los controles y restricciones
del comercio internacional, propios de una economía de guerra, pasaron a ser
más exibles. La demanda de café, principal producto de exportación nacio-
nal, fue en aumento progresivo. La escasa elasticidad de la producción agrícola
permitió responder a la demanda cafetera con un aumento de los precios inter-
nacionales más que con un aumento de la producción. Por otro lado, las nece-
sidades de importación de bienes de producción durante la guerra provocaron
una presión creciente sobre la existencia de divisas. Tal presión fue mucho más
rápida que el aumento de las exportaciones cafeteras, lo que provocó en los
primeros años de gobierno del presidente Ospina Pérez una situación deci-
taria en la balanza comercial. El crecimiento industrial sustitutivo propio de
la posguerra aanzó aún más el poder económico de los grupos industriales y
desplazó un tanto el poder económico de los demás grupos dominantes, a ex-
cepción de los cafeteros exportadores.
Los grupos corporativos dominantes en la economía tuvieron, durante el
gobierno de Ospina Pérez, una época de prosperidad económica difícilmente
comparable en la historia nacional. La presencia viva de la oligarquía en el
Ejecutivo aseguró, por medio de la intervención del Estado en la economía,
una alta tasa de ganancia a los grupos corporativos. En efecto, la desatención
del control scal, mantenida incluso en la época anterior de depresión, con-
tinuó en esta etapa por la bonanza económica. El crecimiento presupuestal
Arrubla, op. cit., pp. -.
E C R C
inacionario dio amplia cabida a la función de integración económica del
Estado: logró un mayor ensanchamiento en los sectores medios de la socie-
dad como el que hubo por el aumento de la actividad económica privada.
Así, se dio respuesta a la necesidad de ampliación del mercado interno frente al
aumento y a la diversicación de la producción industrial. La política mo-
netaria inacionaria fue un instrumento fácil en manos de los directivos del
sistema corporativo de la economía, ligados más estrechamente al proceso
de decisiones del Estado. La consecuencia directa de estos hechos en la socie-
dad fue la acentuación aún mayor de la concentración del ingreso y de la ca-
pitalización. Mientras las clases dominantes en la economía lograron crecidas
ganancias especulativas, los estratos bajos mayoritarios experimentaron un
efecto negativo en sus salarios nominales y en sus reducidos ingresos, en razón
del aumento del costo de la vida y de la mayor complejidad de la estructura de
distribución de la economía. Los expansivos sectores medios pertenecienes a
las ramas burocráticas y de los servicios cambiaron sus ingresos por unos cada
vez más depreciados. Por su parte, la pequeña burguesía experimentó un cam-
bio cualitativo más que cuantitativo en su situación económica: las pequeñas
empresas cambiaron de propietario antes que ensarcharse o proliferar, por el
ambiente partidario conictivo de la escena política, lo cual condicionó sus
posibilidades de expansión económica.
En cuanto a la situación partidaria se reere, el presidente Ospina Pérez ini-
ció su gobierno de Unión Nacional con una participación paritaria de los par-
tidos tradicionales en el gabinete ministerial y en algunos puestos destacados
de la burocracia. La aprobación y colaboración en el Ejecutivo de los grupos
dominantes del liberalismo fue rechazada por Gaitán, quien continuó en su
línea de oposición oligárquica. Ante el retiro de la actividad política formal de
los antiguos dirigentes del liberalismo, a partir de la etapa electoral presiden-
cial, Gaitán se convirtió pronto en la gura central del partido, desplazando
de la maquinaria ocial a los grupos liberales dominantes colaboradores del
Ejecutivo.
El Legislativo, que conservó su mayoría liberal, ahogó un debate sobre
responsabilidades por la derrota del Partido Liberal en el Ejecutivo y elogió
formalmente la actitud política asumida por el presidente Lleras durante su
gobierno. En la campaña electoral para el Congreso iniciada en el año , la
Ibid; Montaña Cuéllar, op. cit., pp. -; Mesa, op. cit.; Rafael Baquero, La economía nacional
y la política de la guerra. Bogotá: Labor, . Para las referencias sobre el crecimiento presupuestal
del Estado, véase los años respectivos en la sección Gasto Público en Dane, Anuario General de
Estadística.
John D. Martz, Colombia. Un estudio de política contemporánea. Bogotá: Universidad Nacional
de Colombia, , pp. -.
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