Derecho de la competencia y gobierno corporativo garantias de equidad frente a la integracion regional, la liberalizacion comercial y la globalizacion económica - Núm. 5, Diciembre 2005 - Criterio Jurídico - Libros y Revistas - VLEX 43935205

Derecho de la competencia y gobierno corporativo garantias de equidad frente a la integracion regional, la liberalizacion comercial y la globalizacion económica

AutorRafael Rodríguez-Jaraba
CargoAbogado y Comunicador Social
Páginas84-112

Abogado y Comunicador Social. Consultor jurídico, asesor corporativo, analista económico, catedrático de la Pontificia Universidad Javeriana Cali y presidente de la firma RODRÍGUEZ-JARABA & ASOCIADOS. Autor de "El Control Interno para la Gestión de Calidad". Ha sido Consultor de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación y la Ciencia (OEI) y asesor del Ministerio de Educación Nacional. President and CEO de A-1 Express International, Inc. USA. Auditor General de Colombia en los Estados Unidos. Columnista y Consultor de revistas y periódicos nacionales e internacionales.

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1. El espíritu de la integración

La integración económica es un fenómeno político y socioeconómico coetáneo al desarrollo instintivo de aldeas y pueblos. La integración regional es antípoda de la confrontación vecinal, disuade desencuentros y suma esfuerzos y voluntades, bajo la esperanza de alcanzar un mejor futuro compartido.

Con el propósito de esbozar una noción clara y sencilla de integración, partamos afirmando que integrar alude a unir distintas partes de un todo. Para la etimología, la voz integrar tiene su raíz en el vocablo latín integratio que define la acción y el efecto de integrar. Para la semántica, la palabra integración significa proceso de unificación de varias asociaciones. En suma, se trata de asociar varias unidades independientes en un cuerpo mayor. Esta definición, no alcanza a enlazar los objetivos superiores del espíritu integracionista de nuestros días. No obstante, es relevante significar que una de las características esenciales de la integración, tratándose de naciones, es que la unión de los miembros no llega a comprometer la independencia, ni el ejercicio del derecho legítimo y autónomo a la autodeterminación.

La integración, vista desde una perspectiva dinámica de cambio, es, en esencia, un conjunto de estrategias orientadas a abolir de manera gradual las discriminaciones económicas ejercidas por los estados integrados. Lo dicho, busca proscribir exclusiones, restricciones y disparidades a cambio de lograr armonía, entendimiento, complementariedad, así como mayor nivel de seguridad y bienestar para los ciudadanos miembros de las naciones integradas.

Es evidente que cualquier acción a favor de la integración manifiesta un empeño alineado a buscar metas comunes, y hacia el aprovechamiento de la diversidad, de la diferencia, del pluralismo y de la especialización de cada uno de los sujetos integrados, como instrumento de logro común para alcanzar mejor desempeño y resultado colectivo.

Empero los beneficios que promete la integración, su instrumentación se hace crítica cuando se confronta con las nociones jurídicas tradicionales de nacionalismo, soberanía, impenetrabilidad del territorio y autodeterminación. También se ve atacada y sometida a prueba, por los nacionalismos exacerbados y por las políticas proteccionistas, en algunas ocasiones, instrumentadas en legítima defensa, frente abusos injustos proferidos por agentes foráneos. A pesar de los riesgos, propios Page 85 de cualquier proceso progresista, la integración es perfectible y encierra esperanza de progreso, mediante el logro medible de un mejoramiento en las condiciones de vida de los integrados.

La integración como instrumento promotor de desarrollo y transformación económica aparece en 1950 desafiando el chauvinismo y la aguda sensibilidad de los estados por la soberanía nacional. Hoy, luego de un lento pero sostenido trasegar, son ejemplo de las bondades de la integración, los beneficios alcanzados por 25 naciones que hoy son miembros de la Unión Europea, al punto, que nuevamente se ha aumentado la brecha, en términos de desarrollo y bienestar, entre las naciones integradas a la Unión y aquellas que permanecen disgregadas y afectas al modelo autárquico.

América ha sido sensible a este proceso y desde 1960 se alistó a la integración regional por medio de la creación de instrumentos de asistencia y de cooperación económica reciproca, en los que prevalece el aprovechamiento de las ventajas que propicia la vecindad territorial y la complementariedad de las economías de la región. ALALC,1 ALADI,2 G-3,3 CARICOM,4NAFTA,5 CAFTA,6 CAN7 y MERCOSUR,8 evidencian el entusiasmo de la región por evitar el aislamiento y por renunciar al costoso y poco probable modelo de la autosuficiencia. La realidad siempre desborda la teoría, y ante la mirada sorprendida de estudiosos de escenarios pasados, y de revisionistas tardíos, la integración económica, hoy constituye pilar fundamental de las ciencias económicas y jurídicas. Su vigencia transformadora no compromete la soberanía, ni la autodeterminación de los pueblos, al contrario, testimonia la voluntad soberana de las naciones de establecer nuevas instancias y órganos supranacionales que ayuden a desarrollar en mejor forma, los propósitos nacionales y coadyuven a la administración de sus intereses.

La integración, es muestra de libertad, autonomía y autodeterminación. No diezma la independencia, y si promueve la sustitución de la confrontación, por el consenso; Page 86 la debilidad individual por la de fuerza que produce la unión; el aislamiento por el sentimiento de pertenencia; y la marginación por la vinculación.

2. Integración o aislamiento

Bien sabido es, que el interés económico es el mayor promotor de la integración de naciones independientes. Hoy, son claros los beneficios favorables de la aplicación y del aprovechamiento de la ventaja absoluta (A. Smith),9 de la ventaja comparativa (D. Ricardo)10 y de la Ventaja Competitiva (M. Porter).11 También es claro, el unanimismo de estadistas, académicos y críticos frente a los beneficios indiscutibles que produce el intercambio internacional como mecanismo cierto de crecimiento y expansión económica. Pensar en términos de integración supone estudiar y aplicar al pensamiento de Adam Smith y David Ricardo, y superar con holgura el modelo de desarrollo económico basado en la sustitución de las importaciones, que en los años 50, desde la CEPAL, promovió el economista argentino Raúl Prebish.

En Colombia, a mediados de los años cincuenta, con visión aguda y adelantada Joaquín Vallejo Arbeláez,12 desde el gobierno, modelizó, mediante la creación de instrumentos de promoción y fomento del comercio exterior, un esquema para iniciar la inserción de Colombia a la internacionalización de la economía.13

Para integrarse, las naciones deben crear esquemas sostenibles de crecimiento económico, mediante la ampliación del horizonte industrial hacia el comercio exterior, transitando el camino hacia la conquista de mercados externos, en la certeza que el aumento progresivo de las exportaciones con estabilidad cambiaria y monetaria, aumenta el ingreso y los medios de pago, lo que provoca la creación de nuevos puestos de trabajo y, por ende, mayores niveles de progreso y bienestar para la población. Page 87

Ahora bien, en América Latina, durante largos periodos, la estabilidad cambiaria se ha sustituido por una política de devaluación gradual, lo que de suyo, distorsiona el modelo, pero aumenta el ingreso sin aumentar el trabajo, y hace mas evidentes las bondades de las teorías económicas que auspician el intercambio.

La integración económica impulsa la internacionalización de las economías, y su aplicación es fuente de progreso social, industrial y económico para las naciones integradas. Se necesitaron cerca de cincuenta años, y que la comunidad de las naciones acogiera el intercambio como estrategia de desarrollo, para que este esquema fuera revisado e incorporado como táctica emergente de progreso mundial y como saber homologado en la educación superior.

Si bien la integración económica esta referida al libre comercio de mercancías y servicios, la integración debe rebasar ese nivel y llegar a establecer el libre flujo de capitales, inversiones, conocimientos, personas y culturas. La aldea blindada al influjo exterior ya no es viable y el aislamiento es sólo fuente de atraso y marginación.

Teleológicamente, la integración económica puede buscar el establecimiento de un mercado libre entre naciones distantes geográficamente, o la creación de un área de libre comercio entre naciones que tienen proximidad geográfica, vecindad territorial o complementariedad económica. Esa integración, también puede comportar la creación de una zona aduanera, e incluso la adopción de un arancel común externo.

La integración económica como manifestación de evolución contemporánea, es un fenómeno político y socioeconómico difícil de ignorar, que hoy es inmanente al desarrollo de las naciones. La integración económica evita diferencias, aúna empeños y capacidades, y alienta la esperanza de mayor progreso para las naciones integradas. Cada día, resulta más difícil vivir aislado de la economía mundial y disponer del amparo proteccionista de subsidios estatales, que por favorecer a pocos, perjudican a la mayoría de la población, distorsionan el comercio mundial, aumentan el déficit fiscal y destierran la competitividad.

3. Derecho de la integración económica

Coetáneamente a la integración, se hace indispensable compilar, ordenar, cotejar, armonizar, y si es posible, unificar las reglas y las normas comerciales que rigen Page 88 el comercio de los países integrados. Esta imperiosa necesidad de articular...

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