Correr - 28 de Septiembre de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 876261084

Correr

Todo eso de lo que estamos hechos se requiere para llegar a la meta: los pies en la tierra, la cabeza en efervescencia, el corazón a buen ritmo, los ojos para admirar y no solo para ver los carteles que anuncian en qué kilómetro vamos... en el caso de las carreras largas y cuando se corre en otras ciudades, admirar es una motivación enorme y una fuente de distracción bastante útil mientras la energía se va consumiendo. De todo eso se requiere. Y de los músculos, por supuesto. Casi todos. Muchos, incluso, que ni siquiera sabíamos que existían, hasta que decidieron hacerse sentir a la vuelta del kilómetro catorce o del diecisiete, y que son como un pequeño tornillo de esa maquinaria admirable que es el cuerpo humano. Y de la posibilidad del gozo -que en algunos es una vocación y en otros tan solo un reflejo- convertida en ganas y convencida de que, después de cruzar la meta, será la dueña de la escena. También de la terquedad, que es un paso adelante de la voluntad, y que muchas veces es lo único que queda cuando se han agotado los músculos y la meta parece aún lejana. Entonces toma el control de la situación sin pedir permiso, sin levantar la mano, y nos recuerda que habíamos soñado con esa carrera, que muchas mañanas madrugamos para entrenar sin importar si hacía frío o caía la lluvia, que...

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