La desmesura de las medidas de austeridad recesiva
| Autor | Boaventura de Sousa Santos |
| Cargo del Autor | Profesor Catedrático Jubilado de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra, Distinguished Legal Scholar de la Facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin-Madison y Global Legal Scholar de la Universidad de Warwick |
| Páginas | 81-100 |
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Capítulo 3
LA DESMESURA DE LAS MEDIDAS
DE AUSTERIDAD RECESIVA
la desigualdad social
No solo en Portugal las desigualdades sociales han venido au-
mentando en las dos últimas décadas, pero el fenómeno alcanza
entre nosotros1 una proporción particularmente preocupante.
La tendencia de crecimiento de las desigualdades sociales en las
dos décadas que transcurrieron después de 1985 es general en
los países de la
ocde (ocde
, 2010: 27;
ocde
, 2011). En Portu-
gal, el crecimiento acumulado es de 0,05 puntos, o de 17,5% en
el coeficiente de
gini
en la distribución de los ingresos durante
el periodo en análisis. Este crecimiento estructural y global de
las desigualdades sociales, aunque con impactos diferenciados
conforme a los países, obliga, según la
ocde
(2008: 306), a la de-
finición de políticas fiscales, de salud y de educación que, bien
sea por la estrategia de la redistribución, bien sea por la estrategia
del mercado de trabajo, permitan un crecimiento equitativo y una
mejor calidad de vida de las poblaciones. Las recomendaciones
1 Ver Mendes, 2003, 2005, 2009.
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están en los antípodas de las fórmulas de ajuste estructural que
el
fmi
ha venido imponiéndole al mundo, y que ahora la
ue-bce
adopta con desconcertante displicencia y con un celo que supera
el del propio
fmi
.
Ahora bien, los datos de la Encuesta sobre Ingresos y Condi-
ciones de Vida (
ue-silc
) referentes a 2009 revelan que Portugal
se encuentra entre los países con los índices más altos de des-
igualdad social de la Unión Europea (Eurostat, 2011;
ine
, 2010).
Letonia es el país con más desigualdad en la distribución de los
ingresos, seguido de Rumania y de Lituania. Inmediatamente
después vienen, ex aequo, España, Portugal y Bulgaria.
El ingreso del 20% de la población más rica de Portugal es
6,0 veces superior al del 20% más pobre. Además, en el 2009, el
17,9% de la población estaba en riesgo de pobreza después de las
transferencias sociales, con especial incidencia en los jóvenes has-
ta los 17 años (22,9% en riesgo) y en los adultos mayores con más
de 65 años (20,1%) (
ine
, 2010). Sin las transferencias relativas a
pensiones, el 24% de la población estaría en riesgo de pobreza,
y la tasa de riesgo de pobreza sería del 41,5% para la población
portuguesa en 2009 si no hubiera transferencias sociales.
Para Renato Miguel do Carmo (Carmo et al., 2010), refirién-
dose a los datos de la misma Encuesta del 2007, “La baja esco-
laridad, el desempleo, la monoparentalidad, el número elevado
de hijos y vivir solo son factores que contribuyen a elevar la tasa
de riesgo de pobreza”.
El empleo es una barrera eficaz contra el riesgo de pobreza,
ya que este es del 10,3% entre la población empleada y del 37%
en la población en situación de desempleo (
ine
, 2010). En marzo
de 2011, 551.861 portugueses estaban inscritos como desemplea-
dos en el Instituto de Empleo y Formación Profesional (
iefP
,
2011). De este más de medio millón de personas desempleadas,
el 71,1% solo había estudiado hasta el 9.º año de escolaridad.
La mayor parte de estos desempleados tenían entre 35 y 54 años.
En relación con marzo de 2010, el desempleo aumentó en los
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