Editorial - Núm. 6-1, Enero 2013 - Anuario electrónico de estudios en Comunicación Social "Disertaciones" - Libros y Revistas - VLEX 653315465

Editorial

AutorJosé Luis Piñuel Raigada
CargoUniversidad Complutense de Madrid
Páginas1-6
Anuario electrónico de estudios en Co municación Social
ISSN: 1856-9536 / p. pi 200808TA119
Volumen 6, Número 1 / Enero-Junio 2013
Versión PDF para imprimir desde
http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones
Página 4
ULA / UCM 2013
EDITORIAL
El discurso de los medios sobre el Cambio Climático (CC), tiene como
antecedente la controversia surgida como consecuencia de los modelos de
prospectiva científica a propósito de las causas y efectos de CC., que
cuestionan el control de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI),
lo que condujo a que el 11 de diciembre de 1997, se firmase en Kioto,
Japón, el llamado “Protocolo de Kioto”, estableciendo los compromisos que
debían asumir los países para controlar las emisiones de CO2 y demás
gases de efecto invernadero, supuestamente responsables del incremento
de la temperatura en el planeta.
Si 84 países firmaron el acuerdo, otros países, entre ellos Estados Unidos,
China y el propio Japón, declinaron hacerlo hasta no tener claros los
compromisos y las normas que regían los acuerdos. A partir de allí, se han
celebrado cada año convenciones y cumbres para discutir los asuntos
relacionados con el Cambio Climático y tratar de llegar a compromisos
vinculantes por parte de los países de las Naciones Unidas, con el objeto de
progresar en la adopción de medidas que ayudasen a mitigar los peligros
causados por la emisión y acumulación de gases nocivos en la atmósfera.
Siendo la producción y acumulación de gases un problema eminentemente
técnico-científico, no está de ninguna manera desvinculado con la
apreciación que los ciudadanos del mundo puedan tener del problema. A
este respecto, la principal fuente de información para el ciudadano son los
noticiarios, especialmente los de televisión, que han mostrado tener el
mayor impacto a la hora de formar opinión pública sobre un tema.
Ahora bien, el uso que los periodistas hacen de sus fuentes científicas de
información oscila entre dos extremos: uno es el de acomodar su discurso a
lo que expresan los científicos, sin advertir que las audiencias pueden
interpretarlo mal. Por ejemplo, si los científicos dicen que el CC es un
problema científico, las audiencias pueden pensar “que lo resuelvan los
científicos”. Otro extremo es el de divulgar, pero no sabiendo hacerlo
correctamente, con lo que el efecto no es divulgar, sino vulgarizar
banalizando o espectacularizando aquello que los científicos dicen para
acomodarlo a las audiencias. Por ejemplo, intentar ser mediadores de las
falsas controversias consecuencia de las campañas interesadas (pagadas)
de los negacionista y escépticos del CC, (que inciden en las incertidumbres
y la paleontología geológica), poniendo al mismo nivel la opinión de
“médicos” y “curanderos” al pretender contrastar los Informes del IPCC

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