Editorial - Núm. 14, Octubre 2012 - Revista Divergencia - Libros y Revistas - VLEX 844419284

Editorial

Páginas1-2
Revista Divergencia n.º 14, octubre de 2012 | Universidad Externado de Colombia 1
EDITORIAL
Una palabra define lo que hasta ahora
han sido los intentos de paz en el país:
utopía. Con los grupos al margen de
la ley, el panorama es alentador. En
primer lugar, Colombia se encuentra
en una situación muy distinta a la de
procesos anteriores: el fortalecimien-
to institucional y la presión militar
han permitido recuperar el control
territorial de varias zonas del país y
el monopolio de las armas por parte
del Estado es una realidad cada vez
más cercana. Las farc se encuentran
debilitadas, sus acciones e influencia
cada día pierden más relevancia. Del
mismo modo, el país se ha encami-
nado por la senda del progreso social;
proyectos como la Ley de Víctimas
y de Restitución de tierras permiten
enfrentar las raíces del problema: la
injusticia social, la exclusión y la po-
breza. Así, el ancla que nos mantenía
sumidos en una violencia perpetua
parece ceder a las presiones e ilusio-
nes del pueblo colombiano que, a
raíz de los recientes acercamientos, se
mantiene a la expectativa ante el re-
sultado de un proceso que no parece
ser producto de la improvisación.
Seguramente hay motivos para la es-
peranza, pero también es seguro que
en el camino, los villanos, como en
cualquier historia, intentarán vulnerar
los propósitos pacifistas de una gran
mayoría, si es que de algún modo se
pudiera diferenciar quiénes son los
buenos y quiénes son los malos. Los
enemigos de la paz, que tanto se ven
beneficiados por el negocio de la gue-
rra, utilizarán todas las herramientas,
tanto legales como ilegales, para trun-
car los diálogos. Se debe poner de
manifiesto que ante cualquier ataque
o atentado terrorista de la guerrilla no
se puede apresurar para pedir el final
de la negociación o tildar el proceso
de fracaso, sino que por el contrario se
debe presionar para poner rápidamen-
te fin al conflicto.
Así, los colombianos no somos la
paz, pero sí somos su causa, y como
la mayoría, Divergencia aplaude cual-
quier intento no violento que dé
como resultado el fin del conflicto,
siempre que el marco que se le ofrez-
ca a la contraparte no sea el de la
impunidad. Esto a sabiendas de que
el proceso tiene un costo, se deberá
hacer una concesión a determinados
delitos, y se tendrá que sacrificar jus-
ticia en favor de un bien tan preciado
como la paz; sin olvidar antes que no
puede haber amnistía absoluta, y los
delitos de lesa humanidad no pueden
ser perdonados, que en el caso de la
guerrilla son bastantes. De esta ma-
nera los esfuerzos del gobierno y la
sociedad civil deben estar encamina-
dos hacia la reparación, la verdad, el
no olvido y la no repetición, con el

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR