Editorial: El 'Ñoño' debe morir...
| Autor | Miguel Andrés López Martínez |
| Cargo | Docente Facultad de Derecho Universidad Santo Tomás Tunja |
| Páginas | 9-10 |
9
REVISTA ITER AD VERITATEM - ISSN:1909-9843 - No. 12, 2014 •
EDITORIAL
EL “ÑOÑO” DEBE MORIR…
López-Martínez Miguel Andrés1
En el imaginario de nuestros abuelos, llegar a ser sacerdote, militar, médico o abogado
era motivo de celebración familiar porque se creía que estas actividades permitían acceder
a ciertos privilegios que sólo tenían quienes poseían tierra o dinero. Me atrevo a pensar
que esa idea es quizás una de las razones por las que Colombia tuvo una de las tasas de
abogados más altas del mundo para el año 2010: 354,45 por cada 100.000 habitantes,
sólo superado por Costa Rica (389,36) y con una cifra más alta que la de otros países con
una población mucho mayor como Brasil (327,16)2. Lo más desconcertante no es que en
este país tengamos más abogados que en otras latitudes, sino que contando con ellos
todavía vivamos tantos conictos asociados con el incumplimiento de normas y el escaso
diálogo racional a partir de argumentos. Aunque éste no es el espacio más adecuado
para discutir la relación que pueda existir entre el papel de los juristas en una sociedad
y sus conictos más protuberantes, creemos que La Universidad tiene mucho qué decir
al respecto y buena parte de la responsabilidad.
Ante la pregunta sobre por qué una sociedad con tantos abogados resiste tantos problemas
asociados con el derecho y el diálogo, se dibuja una respuesta que parece engendrada
entre la intuición y la experiencia cotidiana en La Universidad: porque muchos de ellos
han sido formados bajo una lógica de repetición de conceptos entregados por un profesor
y no de imaginación de problemas y soluciones. No resulta entonces extraño que en cada
salón podamos advertir la presencia de unas pocas cabezas brillantes y un montón de
seguidores de su dictamen mayestático: el “Ñoño” o “Chupa”, como se le solía llamar antes,
es el personaje capaz de recitar clases enteras sin ningún asomo de cansancio ni reexión.
Su autoridad apenas puede ser cuestionada por el docente, comúnmente instruido dentro
de un paradigma similar y por ello el más ferviente admirador de su “estudiante estrella”.
Quizás sea una caricatura inapropiada pero resulta bien ilustrativa para llamar la atención
sobre la importancia de cambiar el paradigma de la “minoría de edad” que motivó a Kant
a responder la pregunta sobre qué es la ilustración. El Filósofo consideraba que muchas
1 Docente Facultad de Derecho Universidad Santo Tomás Tunja. Tunja-Boyacá, Colombia. Correo: miguel.
lopez@usantoto.edu.co.
2 Las cifras fueron recuperadas por la Corporación Excelencia en la Justicia, de un estudio realizado por el
Centro de Estudios de Justicia de las Américas y la Comisión Europea para la Eciencia de la Justicia. Pue-
de consultarse en el siguiente enlace: http://www.cej.org.co/index.php/todos-los-justiciometros/2586-
tasa-de-abogados-por-habitantes-encolombia-y-el-mundo.
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba