La interpretación de la non-establishment clause de la Constitución estadounidense - Núm. 2014-1, Enero 2014 - Precedente. Anuario Jurídico - Libros y Revistas - VLEX 521838710

La interpretación de la non-establishment clause de la Constitución estadounidense

AutorFernando Arlettaz
Páginas203-236

Page 207

Introducción

El objetivo del presente texto es realizar un análisis, tanto desde la perspectiva de la interpretación doctrinal, como desde la perspectiva de la inter-pretación jurisprudencial, de la cláusula de la Constitución de los Estados Unidos que prohíbe el establecimiento oficial de una religión.

Como es sabido, el nacimiento de la libertad religiosa como concepto jurídico moderno está ligado a las guerras de religión europeas. El desarrollo de este concepto fue, por supuesto, lento y progresivo, hasta culminar en la plasmación de la libertad en los textos constitucionales fundamentales de Europa y América.

La libertad religiosa, como los demás derechos fundamentales que aparecieron en el contexto moderno, fue posible gracias a una combinación de circunstancias entre las que se encuentran la Reforma protestante, el nacimiento de la ciencia moderna y el mercantilismo, la consolidación de los Estados nacionales, las expediciones marítimas, y el nacimiento de una nueva clase media (Ishay, 2008:64-69).

Existe un principio constitucional estrechamente vinculado a la libertad religiosa, aunque distinguible de ella, relativo a la actitud del Estado en relación con el fenómeno religioso. Según sus variantes históricas y geográficas, este principio asume la forma de la laicidad del Estado, la aconfesionalidad del Estado, o la prohibición de establecimiento de una religión oficial.

En este trabajo nos referiremos a ese principio tal como ha nacido y se ha desarrollado en el derecho constitucional estadounidense. Para mantener la fidelidad al lenguaje literal de la primera enmienda a la Constitución estadounidense, hablaremos aquí de no establecimiento como traducción de lo que en el lenguaje constitucional norteamericano se conoce como non-establishment.

La primera enmienda incorpora también una cláusula relativa a la libertad religiosa, que guarda estrecha relación con la cláusula de no establecimiento que constituye el objeto de este estudio. El origen de las cláusulas de libertad religiosa y de no establecimiento de la Constitución de los Estados Unidos ha de encontrarse en el contexto histórico del nacimiento del nuevo Estado, que tuvo lugar después decon posterioridad a la independencia de las célebres trece colonias. Como se tendrá ocasión de ver en lo que sigue, resulta controvertidoexiste controversia con respecto al establecimiento de cuál fue la verdadera

Page 208

intención de los autores de la primera enmienda, y acerca de hasta qué punto esta intención ha de guiar lasu interpretación contemporánea de la misma.

Por otra parte, hay que tener también en cuenta que con posterioridad fue aprobada la 14a enmienda constitucional que, al establecer que los Estados deben respetar los privilegios e inmunidades que la Constitución federal garantiza a los ciudadanos de Estados Unidos, tuvo una influencia interpretativa notable sobre la primera enmienda.

Origen de la cláusula de no establecimiento en la Constitución estadounidense

La situación religiosa en las colonias norteamericanas era variada. Entre las más intolerantes con los disidentes religiosos se encontraban la anglicana Virginia y las congregacionistas Massachusetts, Connecticut, y Nueva Hampshire. Las colonias fundadas en el siglo XVIII, aunque tenían también al anglicanismo como religión oficial, eran en general más tolerantes. Estados como Carolina del Norte y Carolina del Sur eran tolerantes, salvo con los ateos; Georgia era tolerante con los diferentes grupos protestantes y con los judíos, pero no con los católicos; Nueva Jersey y Nueva York eran dos de los lugares en los que se manifestaba una mayor tolerancia. Maryland, colonia católica, toleraba a los protestantes trinitarios. En Pennsylvania, había una tolerancia recíproca entre los grupos cristianos. Y en Rhode Island la tolerancia religiosa beneficiaba incluso a los no creyentes (Gill, 2007: 62 y ss.)1.

El hecho de que existieran algunas colonias muy intolerantes con los disidentes religiosos, como Massachusetts y Virginia (las dos primeras colonias fundadas en Norteamérica), demuestra la falsedad del mito fundacional estadounidense, que presenta a los Pilgrim Fathers como inmigrantes en busca de la libertad religiosa. Tal vez buscaban la libertad religiosa, pero la buscaban en primer lugar o exclusivamente para sí mismos; y perseguían a los disidentes como ellos mismos habían sido previamente perseguidos. Por otra parte, el anticatolicismo virulento fue una constante en los siglos XVII y XVIII, fenómeno que se conoce como nativism (Gunn, 2004: 444).

Después de la declaración de independencia, las antiguas colonias se fueron organizando como Estados. Todas las constituciones o declaraciones de derechos de los nacientes Estados protegieron la libertad religiosa, ya sea con

Page 209

carácter general o sólo para los creyentes. Sin embargo, la regulación de las relaciones entre las iglesias y el Estado fue diferente en los diferentes estados. Algunos de estos optaron por un régimen de separación. Otros, en cambio, establecieron religiones de Estado, o algún tipo de privilegio a favor de alguna confesión (Commager, 1982:13-25; Patrick y Long, 1999:1-8).

Entre los que consagraron la separación se encuentran Pennsylvania (Constitución de 1776); Carolina del Norte (Constitución de 1776); Nueva Jersey (Constitución de 1776); Delaware (Constituciones de 1776 y 1792); Nueva York (Constitución de 1777); y Virginia (Declaración de derechos de 1776 que establece la igualdad en materia religiosa, Constitución de 1776 y Bill for Establishing Religious Freedom de 1786). Rhode Island no tenía religión establecida y mantuvo este régimen (Constitución de 1842). Carolina del Sur estableció el protestantismo en sus diferentes variantes (Constitución de 1778). Massachussets (Constitución de 1780), y Connecticut (que continuó rigiéndose por la Carta de 1662), establecieron el congregacionismo. Nueva Hampshire (Constitución de 1784) estableció un sistema de financiación estatal del protestantismo. Georgia, que no había tenido religión establecida, permitió (Constitución de 1789) que los individuos fueran obligados a contribuir a la financiación de su propio culto. Maryland sostenía el cristianismo en general (Constitución de 1776)2.

A nivel del gobierno federal, la Constitución de 1787 abrogó el religious test, de modo que ninguna condición religiosa fue ya exigible para acceder a las funciones públicas del Estado federal. Sin embargo, la Constitución no estableció paralelamente una declaración de derechos, como lo habían hecho las constituciones de los Estados. Posiblemente, en la mente de los constituyentes tal declaración de derechos resultaba superflua, ya que concebían al gobierno federal como una entidad de poderes muy limitados, que sólo tenía competencias en los ámbitos expresamente enumerados, y ninguno de estos ámbitos de competencia le daba oportunidad de infringir derechos de los ciudadanos (Patrick y Long, 1999: 44 y ss)3.

Page 210

La declaración de derechos fue incorporada con posterioridad. La prime-ra enmienda a la Constitución, realizada en 1791, garantizó que el gobierno federal no podía establecer ninguna religión, ni prohibir su libre ejercicio. Según esta enmienda: “Congress shall make no law respecting an establishment of religion, or prohibiting the free exercise thereof […]” (“El Congreso no puede aprobar ninguna ley relativa al establecimiento de una religión, o que prohíba el ejercicio de una religión”, traducción nuestra).

De este modo quedaban incorporadas en la primera enmienda las dos cláusulas religiosas: la cláusula de no establecimiento (non-establishment clause), y la cláusula de libre ejercicio de la religión (free exercise clause).

Esta disposición limitaba su alcance al gobierno federal solamente, de modo que los Estados federados mantuvieron su autonomía en lo que respecta al grado de protección que otorgarían a la libertad religiosa y a la definición de sus relaciones con las confesiones. No obstante, los Estados fueron eliminando gradualmente el sistema de iglesias establecidas, al tiempo que ampliaban el alcance de la libertad religiosa a todos los individuos. Connecticut eliminó el establecimiento en su Constitución de 1818; Massachussets lo hizo en su Constitución de 1833. Nueva Hampshire adoptó en 1819 la Toleration Act. Carolina del Sur mantuvo el establecimiento4, aunque luego se tornó inoperativo en razón de una interpretación de la Corte Suprema de los Estados Unidos (que veremos más abajo).

Es cierto, y este hecho tiende a ser magnificado por los teóricos conservadores, que los Padres Fundadores tenían una visión religiosa del mundo, y que la Constitución federal es en buena medida el resultado de esa visión; por lo que posiblemente su intención era más proteger a la religión del Estado que al Estado de la religión, así como también asegurar la igualdad entre denominaciones religiosas (denominaciones protestantes, se entiende)5.

El filósofo católico Michael Novak (2006:3-4) recuerda que el primer acto del Congreso en 1774 fue una oración pronunciada por un clérigo episcopaliano, quien leyó un salmo, es decir, una plegaria judía. Además, cuando

Page 211

Thomas Jefferson escribió la declaración de independencia, mencionó dos veces a Dios. Los miembros del Congreso insistieron en dos referencias más. Así, Dios aparece mencionado cuatro veces en la declaración: como Autor de la naturaleza y del derecho natural; como el Creador que confirió derechos a los hombres; como el Juez a quien se apela como testigo de que los motivos de la independencia han...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR