Fredy Serna, al trasluz
Autor | Ana María Cano Posada |
Cargo | Jefe, Fondo Editorial Universidad EAFIT, Medellín-Colombia |
Páginas | 307-309 |
307
Fredy Serna, al trasluz
Ana María Cano Posada*
acanoposeat.edu.co
Revista Co-herencia Vol. 9, No 16 Enero - Junio 2012, pp. 307-309. Medellín, Colombia (ISSN 1794-5887)
* Jefe, Fondo Editorial Universidad EAFIT, Medellín-Colombia.
Primero fue él quien descubrió que la ladera oriental, frente a
por la mano de Fredy Serna, con esa verticalidad en la que sus calles
pendían hacia abajo y las casas y terrazas se aferraban formando casi
una cuadrícula. Sus obras desde el comienzo dejaban traslucir unas
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taban tener un impresionista propio.
No sería un lugar común decir que el más impactante paisaje en
esta ciudad de composición imposible está precisamente en el norte
y que Fredy Serna despertó el interés de mirarlo desde su Barrio
Castilla, desde cuando en 1994, con un premio en el Salón Rabi-
novich, quedó marcado como el pintor que tenía otra mirada sobre
la ciudad. Precisamente sobre esa Medellín que comenzaba a estar
en duelo con sus laderas porque allí se enmarcaban con facilidad
muchos de sus problemas sociales. Pero este paisajista, como le co-
rresponde al artista, guardaba la calma y miraba con lentitud hacia
al frente para ver esa imagen que el terror no permitía reconocer: la
belleza conmovedora de aquella taza que forman los cerros tutelares
de Pan de Azúcar, El Picacho y Quitasol.
Serna buscó en la amplia extensión de los lienzos que la niebla,
la luz, las líneas, las evanescencias, los brillos y las sombras expre-
saran con clara potencia la capacidad de trasformación constante
que tiene nuestro paisaje urbano. Y a él le debe Medellín, pues, este
remirar, este leer las laderas, que nos hizo descubrir aquella ciudad
norte que habíamos dejado olvidada.
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