Grecia o el poder de las ideologías - 10 de Julio de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 577585734

Grecia o el poder de las ideologías

Después de que Fukuyama anunciara el fin de la historia (en la hegemonía del liberalismo occidental) y Blair declarara la desideologización del debate político (en su reducción al seguimiento de unos cánones tecnocráticos neoliberales), dos ideologías retrógradas sacuden hoy al mundo, fuera del sendero del capitalismo global: el nacionalismo populista y el fundamentalismo islámico. La tragedia griega, que han construido la irresponsabilidad sucesiva de gobiernos (griegos) y banqueros (alemanes y franceses), sosteniendo un gasto deficitario y un endeudamiento insostenibles, seguida por la del actual gobierno populista, que ha llevado la terrible situación a un punto de colapso similar a la venezolana, era una muerte anunciada: la contradicción entre unos niveles de bienestar social de socialdemocracia europea y una productividad –cuyo nivel suficiente para financiar esos niveles es la condición de posibilidad económica de la socialdemocracia: Portafolio, ‘¿Es la tercera vía de Santos socialdemócrata?’, 7/17/14– de país atrasado tercermundista, creaba una contabilidad incorregible sin una austeridad, también inviable políticamente (‘Crisis Europea de regreso al abismo’, 16/6/10 y ‘El valor económico de la confianza’, 3/4/12 ). La situación ya era muy difícil a finales del 2014, pues los acreedores europeos han puesto un énfasis excesivo en la austeridad –cuyos límites se manifiestan en que en Grecia se habla ya de una crisis humanitaria–, en lugar del crecimiento (las reformas que lo harán posible), única salida capaz de conciliar la recuperación del nivel de vida –no al nivel previo al debe, sino al consistente con la productividad– con un repago de la deuda a los banqueros europeos (no con el insostenible perfil actualmente exigido, sino refinanciando para crear un margen para crecer y evitar que el nivel de vida siga deteriorándose). Pero la irresponsabilidad de Tsipras y Varoufakis, con su discurso nacionalista populista (poniendo un problema de contabilidad en términos de terror y chantaje), que engaña a los votantes griegos, exasperados con los costos de la austeridad (presentada no como una corrección necesaria, sino como una conspiración imperialista de los poderes europeos encabezados por Alemania), ha logrado deteriorar lo que parecía imposible de empeorar. Perdieron un semestre, que deja la economía y los canales de comunicación con los organismos internacionales/europeos despedazados (el colapso bancario y de bienes básicos...

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