Un poco de Historia. La decisión era modernizar la Superintendencia de Sociedades o se acababa la entidad
| Autor | Camilo Gómez |
| Cargo | Superintendente de Sociedades 1992-1994 |
| Páginas | 22-27 |
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Una de las tareas que tenía Camilo Gómez cuando fue nombrado Superintendente de Sociedades, un par de meses después de la Constituyente de 1991, era restructurar la entidad. De no haberlo hecho, probablemente la Super se hubiese "liquidado".
Gómez, uno de los Superintendentes de Sociedades visionarios le dio un vuelco a la entidad en materia tecnológica. Recuerda que durante su administración transmitió en directo, desde el computador de la Superintendencia, los estados financieros de todas las empresas.
"Nadie podía creer lo que estaban viendo". "Los empresarios congregados en la asamblea de la ANDI (en Cartagena) querían ver los estados financieros de su compañía, compararlos y hacer análisis frente al sector", recuerda Camilo Gómez, quien asegura que hoy por hoy visualizar los informes empresariales es muy fácil, pero hace más de dos décadas era un verdadero logro tecnológico. Gómez quien trabajó en el proceso de la Ley 222 y en el Plan único de Cuentas también recuerda cómo el trabajo de la Superintendencia de Sociedades fue vital para desenmarañar la telaraña de las compañías vinculadas a Pablo Escobar.
Reorganizar la entidad. Yo creo que se hizo la más ambiciosa reestructuración que involucraba empezar a sistematizar la Superintendencia.
Le dimos utilidad a la información que pasaba por la entidad ya que sobre todos estos reportes se hacía un análisis mínimo y se archivaba. Convertimos esta información financiera en un insumo de información pública, de análisis económico.
Adicionalmente, empezamos a cambiar los criterios de vigilancia de unos formales a unos de fondo.
También comenzamos a trabajar en el Plan Único de Cuentas y en la Ley 222. En todo el proceso se desarrolló un esquema de trabajo con distintos abogados externos, de la Superintendencia,
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catedráticos y especialistas. Esta era la primera reforma al Código de Comercio que involucraba las normas societarias y de procesos concúrsales.
En la Superintendencia creamos el grupo de trabajo para la redacción del proyecto de ley, lo armamos y la iniciativa quedó lista para su presentación. Tiempo después de mi salida de la Superintendencia, retiro que por demás fue decisión propia, el Proyecto se presentó y se convirtió en la Ley 222.
Era un grupo muy amplio de la Superintendencia. Trabajaron los delegados del área jurídica y funcionarios de varias secciones de la entidad. Muchos de los abogados armaron propuestas e hicieron sugerencias. Fue un trabajo arduo de un grupo destacable de la superintendencia.
Claro que sí. Contamos con la participación de grandes tratadistas...
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