La incómoda relación entre grupos económicos y gremios en Colombia
| Autor | Angelika Rettberg |
| Páginas | 49-68 |
La incómoda relación
entre grupos económicos y gremios en Colombia1
Se ha descrito a grandes rasgos el comportamiento de una buena parte del
empresariado colombiano durante la controvertida administración del presi-
dente Samper (1994-1998). Confrontados con la crisis, los principales gremios
—agrupados en el Consejo Gremial— reaccionaron a la acumulación de evi-
dencia de los ingresos de dineros ilícitos a la campaña pidiendo la renuncia
presidencial. Sin embargo, cuando el creciente deterioro político y económico
hacía esperar la mayor oposición gremial, esta no logró sostenerse mientras
que las relaciones Gobierno-gremios languidecieron hasta los últimos días de
la Administración Samper, en un estado de zozobra latente. Ahora se abordará
la pregunta acerca de las causas de esta debilidad gremial.
Cuando se pidió a líderes gremiales, ejecutivos empresariales, funciona-
rios estatales, académicos y periodistas una explicación para el fracaso del
Consejo Gremial de mantener un frente empresarial unido ante una de las cri-
sis de mayor envergadura de los años noventa, ofrecieron una respuesta con-
tundente: casi al unísono señalaron el comportamiento de los grandes grupos
económicos que apoyaron al Presidente, como fuente de la debilidad gremial.
Un ejecutivo de Bavaria lo expresó de manera escueta: “El apoyo ofrecido a
Samper por los cacaos [expresión popular para referirse a personas prósperas,
utilizada para identicar a los dueños o principales accionistas de los cuatro
1 Este capítulo se nutre de Rettberg (2001c).
A R
más grandes grupos económicos] debilitó la voz de los gremios”, dijo (ejecu-
tivo de Bavaria, 1998a). “Los grupos apoyaron al gobierno. Esto debilitó a los
gremios”, dijo el presidente de un gremio (presidente gremio autopartes, 1999).
“Qué importaba que [el presidente de la ANDI, Luis Carlos] Villegas hablara y
hablara, si los cacaos estaban reunidos en Palacio,” complementó otro ejecutivo
de Bavaria (ejecutivo del Grupo Empresarial Bavaria, 1998c).
“Los cacaos están por encima del Consejo Gremial. Son la voz dominante del
sector privado y lo demostraron”, dijo otro presidente gremial (vicepresidente
del gremio de pequeñas y medianas empresas, 1999). “¿Por qué no lograron
nada [los gremios ante la crisis del gobierno Samper]?” preguntó retóricamente
un ejecutivo independiente. Y respondió, “carecían del apoyo de los cacaos.
En aquel momento, la fuerza de los cacaos era mayor que la de los gremios”
(presidente de empresa constructora, 1998). El propio Ernesto Samper, en sus
memorias de gobierno, maniesta que tuvo el respaldo de los “más importantes
empresarios” (Samper, 2000:34).
Los grupos económicos, un fenóm eno empresarial común de los países en
vías de desarrollo, pueden denirse como “grupos de empresas relacionadas,
unidas a través de juntas directivas, sociedades de inversión, mutua nancia-
ción y, a menudo, una continua propiedad familiar” (Granovetter, 1994, citado
en Maxeld y Schneider 1997:45). Obtener su apoyo no fue un logro cualquiera
para el gobierno Samper: las ventas de los cuatro más grandes grupos econó-
micos —el Grupo Empresarial Bavaria, el así llamado Sindicato Antioqueño,2
la Organización Ardila Lülle, y la Organización Sarmiento Angulo, también lla-
mada Grupo Aval— representaron más del 12,5% del PIB colombiano en 1998
(Rettberg, 2001b), por encima del promedio latinoamericano de 9,6% (Peres,
1998: 3).
La divergencia entre grupos y empresariado organizado —destacada como
causa de la debilidad gremial frente al gobierno Samper — se ha convertido en
un fenómeno recurrente en la relación entre empresarios y política en Colombia,
así como en otros países de América Latina (Durand, 1998; Giacalone, 1997).
La fractura tiene importantes consecuencias para la forma como los intereses
empresariales son integrados al proceso de formulación de políticas. Según se
2 Su nombre es una gura periodística.
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