Librerías y libreros independientes y de libros leídos en Bogotá y Medellín. Tipologías y funciones. - Vol. 45 Núm. 2, Mayo 2022 - Revista Interamericana de Bibliotecologia - Libros y Revistas - VLEX 910137703

Librerías y libreros independientes y de libros leídos en Bogotá y Medellín. Tipologías y funciones.

AutorMarín Colorado, Paula Andrea

Independent and Used Books Bookstores and Booksellers in Bogotá and Medellln. Typologies and Functions

  1. Introducción

    Los lectores-compradores habituales de libros en Colombia prefieren las librerías como espacios para adquirirlos (Cámara Colombiana del Libro, 2020); (1) estos lectores son quienes sostienen, en buena parte, la comercialización de libros en el país (Lado B, 2018a). Sin embargo, los puntos de venta de libros apenas llegan a los 600 en Colombia, es decir, hay una librería por cada 78 910 habitantes; estos puntos de venta están concentrados en Bogotá (40 %) y, en menor medida, en Medellín (14 %), Cali (7 %), Barranquilla (6 %) y Bucaramanga (5 %). La mayoría de ellos son comercializadores de libros religiosos y librerías de cadena. Otro tipo de punto de comercialización de libros es aquel no especializado (como las grandes superficies), en donde la competencia entre los fondos editoriales colombianos y los extranjeros beneficia en mayor medida a estos últimos (Lado B, 2018a).

    En 2020, las medidas de distanciamiento social, impuestas como reacción a la pandemia por COVID-19, evidenciaron aún más que las librerías, si bien son "la instancia principal para propiciar el contacto de los libros con los lectores" (Rodríguez, 2019, p. 8), son también el eslabón más frágil de la cadena del libro. Desde ese mismo año, por ejemplo, se ha asistido al aumento exponencial de las ventas a través de la plataforma virtual Buscalibre, una empresa chilena que extendió su radio de ventas a Colombia desde 2012. Este hecho dejó de manifiesto la brecha digital que existe entre megaempresas como Buscalibre, Amazon o, a menor escala, las librerías de cadena. Evidenció además las posibilidades de venta en línea que tienen las librerías independientes y las de libros leídos; pero también la necesidad de discutir en profundidad la propuesta de una ley del precio fijo al libro en Colombia, para evitar la competencia desigual generada por la capacidad de distribuidoras y plataformas virtuales como Buscalibre de ofrecer descuentos con los cuales les resulta prácticamente imposible competir a las librerías independientes.

    Antes de la pandemia, tanto las librerías independientes como las de leídos centraban sus servicios en sus locales, en cuanto lugares de encuentro de sus usuarios y espacios que ofrecían experiencias relacionadas con el libro, que programaban actividades culturales (las independientes) y que estimulaban la conversación con los libreros. Estos aspectos las convertían en las favoritas (sobre todo, las independientes) de los usuarios de librerías, según la encuesta realizada para esta investigación (Marín et al., 2020). En medio de la pandemia, estos dos tipos de librerías han debido redoblar sus esfuerzos para mantener a flote la relación con sus usuarios y, por ende, sus ventas. En este contexto, resulta necesario analizar cómo ha sido el funcionamiento de las librerías independientes y de libros leídos en el país, y las relaciones que se tejen en ellas entre los espacios, los libreros y los usuarios, con el objetivo de conocer sus fortalezas y la manera en la que podrían seguirse consolidando. En este artículo, el foco está, entonces, en analizar el funcionamiento y características de estos dos tipos de librerías.

    Para el caso de las de libros leídos, el énfasis está en aquellas cuya venta de libros no está asociada exclusivamente a la bibliofilia o al coleccionismo. Estas librerías aparecieron en la segunda mitad del siglo XIX, como suceso concomitante de la industrialización del libro, aunque en ese momento estuvieron más enfocadas en el fenómeno de la bibliofilia (Botrel, 2001). En Colombia, para la primera mitad del siglo XX, ya se tienen noticias de libreros especializados en este tipo de mercado, tal como se evidencia en las noticias que dieron cuenta de la primera feria del libro que se llevó a cabo en Bogotá, en 1936 (Silva, 2005). Durante la segunda mitad del siglo XX, aumenta exponencialmente el número de librerías de libros leídos, como consecuencia de tres circunstancias: 1) la masificación del libro, 2) el crecimiento de la población estudiantil de secundaria y la universitaria (usuarios predominantes de este tipo de librerías) y 3) la compra-venta de bibliotecas familiares heredadas. En la actualidad, el mayor número de librerías de libros leídos en funcionamiento en Colombia fue fundado en la década de 1990 (Ussa, 2016).

    El fenómeno de las librerías independientes, por su parte, se puede entender como una respuesta a la aparición, en las décadas de 1980 y de 1990, de las librerías de cadena, especialmente las localizadas en los centros comerciales. Estas librerías privilegian la comercialización de best sellers de temporada, "títulos de autoayuda" y obras que ofrecen "consejos financieros, espirituales o dietéticos, chismes sobre celebridades o eventos políticos" (Epstein, 2009, p. 127). Es durante el período 2000-2020, sobre todo en la segunda década, que se puede ubicar el surgimiento de librerías independientes en Colombia.

    Para efectos de esta investigación, se han clasificado las librerías independientes en dos tipos: A y B. Las primeras son librerías que se declaran independientes, tienen libreros de oficio, son gestionadas, generalmente, por sus propietarios, solo cuentan con un local y no están ligadas a ningún contrato de franquicia con un tercero, ni son subsidiarias de otra empresa. Además, tienen un alto porcentaje de libros de rotación lenta, programan eventos culturales y clubes de lectura. Las librerías independientes tipo B se declaran, asimismo, independientes, tienen libreros de oficio y, por lo general, son gestionadas por sus propietarios, combinan el negocio de la librería con la distribución o la edición, o bien, cuentan con dos o tres sucursales, pero no están ligadas a ningún contrato de franquicia con un tercero, ni son subsidiarias de otra empresa. Como en las independientes tipo A, el porcentaje de libros de rotación lenta es mayor al de rotación rápida, programan eventos culturales y clubes de lectura. Según la encuesta aplicada para esta investigación, las librerías independientes son las que más se ocupan de generar agenda cultural, espacios periódicos de lectura y actividades como presentaciones de libros, talleres y conferencias.

    Esta diferenciación entre librerías independientes obedece, principalmente, a los comentarios de varios entrevistados para esta investigación acerca de la necesidad de distinguir la naturaleza de las librerías independientes, según su tamaño (inventario y número de sucursales), pues no es posible comparar a una librería que cuenta con un local y con un inventario compuesto, sobre todo, por libros de rotación lenta y de editoriales independientes con otra que cuenta con más sucursales o con otros negocios de apoyo (distribuidora, editorial), y cuyo inventario se nutra--en buena parte, gracias a su mayor capacidad comercial--de una proporción significativa de libros de conglomerados editoriales. La definición de librería independiente que apareció en la Convocatoria de Estímulos de 2019 del Ministerio de Cultura de Colombia considera independientes aquellas librerías que cuentan con mínimo un punto de venta físico y máximo tres (Ministerio de Cultura de Colombia [MinCultura], 2019); por su parte, la puntualización sobre independencia que figura en el estudio sobre librerías del Cerlalc (2012) enfatiza en las independientes como librerías de fondo, garantes de la bibliodiversidad, por cuanto tienen mayor porcentaje de libros de rotación lenta. El tamaño y las características del inventario serían, pues, factores importantes de diferenciación que MinCultura no estaría teniendo en cuenta en su definición para el otorgamiento de estímulos y que sería necesario revisar.

    Para todas las librerías consideradas en este estudio (20), se analizaron las condiciones en las que cada librero o dueño de librería desempeña su oficio y las funciones que desarrolla en relación con las particularidades de cada librería; estas funciones han sido agrupadas así: recomendación (atención a usuarios), selección (curaduría, exhibición de los libros), gestión cultural (programación de eventos), mercadeo y difusión (redes sociales virtuales, marketing) y administración (inventario, caja, proveedores) (Min-Cultura, 2019). De esta manera, se pretende mostrar la relación entre tipologías de librerías y de libreros, y entre tipologías de librerías, las funciones que cumplen sus libreros y las funciones que aquellas cumplen dentro de la comunidad de usuarios de librerías de sus respectivas ciudades.

  2. Metodología

    El proyecto de investigación del que se deriva este artículo se concentró en el análisis cualitativo, basado en entrevistas en profundidad con libreros y propietarios de librerías, y en una encuesta a usuarios de librerías, de las librerías generalistas independientes y de libros leídos en Bogotá y Medellín, por ser estas ciudades las que concentran el mayor porcentaje de librerías del país. Las independientes son las preferidas por los usuarios de librerías, según los resultados de la encuesta aplicada entre el 28 de mayo y el 13 de julio de 2020, con participación voluntaria de 214 usuarios de librerías, de las ciudades de Bogotá, Medellín, Manizales, Pasto, Cali y Bucaramanga (Marín et al., 2020).

    Según el más reciente estudio sobre librerías en Colombia, realizado por Lado B (2018b), existen 28 puntos de venta de "libros usados": dos en Medellín y 16 en Bogotá. En esta investigación se cuenta con cinco testimonios de libreros de libros leídos: tres en Medellín y dos en Bogotá, para una muestra del 30 %, aproximadamente. En todos los casos, son librerías muy reconocidas en su medio, algunas de muy larga trayectoria dentro de este modelo de negocio. Otra fuente de datos sobre librerías en Colombia es el directorio de la Asociación Colombiana de Libreros Independientes (ACLI, 2020), cuyo inventario indica la existencia de 41 librerías...

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