Litigio de alto impacto: Estrategias alternativas para enseñar y ejercer el Derecho - Núm. 14, Julio 2008 - Opinión jurídica - Libros y Revistas - VLEX 223517597

Litigio de alto impacto: Estrategias alternativas para enseñar y ejercer el Derecho

AutorLucas Correa Montoya
CargoAbogado y magíster en Derecho Procesal de la Universidad de Medellín
Páginas149-162

El presente es un artículo de reflexión resultado del proyecto de investigación "Defensa y representación jurídica de los asentamientos Altos de la Torre-Pacífico (Medellín) y de la Asociación Familias Emprendedoras (Bello), a través del desarrollo de una estrategia de alto impacto para la defensa de sus derechos a la verdad, justicia y la reparación" diseñado por la Clínica Jurídica de Interés Público de la Universidad de Medellín y Corporación Región para la Unión Europea (en el año 2007). Nutre además su contenido de los casos desarrollados por la Clínica Jurídica de Interés Público del Programa de Derecho de la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco (Cartagena) en convenio con la Universidad de Medellín, (segundo semestre de 2007 y primero de 2008) y del Programa de Acción para la Igualdad y la Inclusión Social (PAIIS) de la Universidad de los Andes (segundo semestre 2008).

Lucas Correa Montoya es Abogado de la Universidad de Medellín. Asistente Jurídico del Programa de Acción para la Igualdad y la Inclusión Social (PAIIS) de la Universidad de los Andes. lucascorrea18@yahoo.com - lcorrea@uniandes.edu.co

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Introducción

El desarrollo de estrategias de litigio de alto impacto constituye una alternativa excepcional para enseñar y ejercer el derecho, entendiendo el derecho relacionado con otras posibles disciplinas, que en conjunto y de forma coherente pueden dar solución integral a problemáticas sociales complejas. El desarrollo de litigio de alto impacto se constituye en una excepcional forma de participación ciudadana, de acción colectiva y de cohesión social, que en la medida que se desarrolle en contextos universitarios o de la sociedad civil deviene en un proceso formativo y de ejercicio profesional ampliamente beneficioso. Este texto no tiene otra intención que acercarse metodológicamente al ejercicio del litigio de alto impacto, presentar algunas definiciones, hacer algunas precisiones y sentar algunas ideas frente al desarrollo de este tipo de proceso, el cual es esencialmente maleable.

Para tales efectos el texto se estructura así: en primer lugar se presentan algunas definiciones y precisiones sobre el litigio de alto impacto; en segundo se lugar presentan algunas reflexiones sobre hacia dónde debe enfocarse dicho trabajo, particularmente se desarrollan los componentes judicial, político y comunicativo; en tercer lugar se aborda la pregunta referida al papel del componente judicial en el desarrollo de una estrategia de litigio de alto impacto y termina con algunas consideraciones finales.

1. Definiciones, precisiones y diferencias necesarias

El litigio de alto impacto se define como

... la estrategia de seleccionar y promover el litigio de ciertos casos que permitan lograr un efecto significativo en las políticas públicas, la legislación y la sociedad civil de un estado o región. Al mismo tiempo, el litigio de impacto promueve el imperio del derecho, provee las bases para futuros casos, facilita la documentación de violaciones de derechos humanos, promueve la rendición de cuentas por parte del Gobierno y contribuye a la educación y conciencia social" (WCL, 2007)

En términos generales el litigio de alto impacto promueve la defensa del interés público en todas sus manifestaciones.

Desarrollando la definición propuesta por WCL, el ejercicio de litigio de interés público es un proceso de identificación, discusión, socialización y estructuración de problemáticas sociales y a partir del cual se busca promover casos concretos para alcanzar soluciones integrales a tales problemáticas, para lograr cambios sustanciales en la realidad. Dichos cambios sociales sustanciales se estructuran desde varios campos de acción: hacia lo judicial, para lograr pronunciamientos de los jueces en un determinado sentido; hacia lo ejecutivo, para lograr planes, proyectos, incluso políticas públicas que ayuden a la solución de la problemática y del caso; hacia lo legislativo, para promover estrategias de desarrollo legislativo que impliquen cambios reales en el ordenamiento jurídico; y hacia la sociedad civil, para educarla y empoderarla, para hacer de ella un actor social con mayores y mejores competencias, en general fomentar, en los términos de Sen (2000), su capacidad de agencia.

La intervención social que implica el desarrollo del litigio de alto impacto se presenta desde tres dimensiones: la universal, es decir, las condiciones políticas, sociales, económicas y culturales prevalecientes en una sociedad concreta; la social, es decir, formas de inter- cambio social, basadas en la reciprocidad, la igualdad, la equidad y la dignidad humana, enPage 152la dirección de procesos sociales mediante los cuales el individuo construya nuevas formas de sociabilidad; y la individual es el plano de la persona humana, de sus potencialidades y posibilidades de desarrollo. (Eljaiek, 2000, p. 113)

El litigio de alto impacto es esencialmente participativo, "está encaminado a adecuar los espacios donde participen y actúen los actores del proceso y prime el consenso garantizando el concepto de democracia participativa" (Eljaiek, 2000, p. 113). En ese orden de ideas es un proceso o proyecto complejo de inter- vención social o comunitaria que requiere una alta nota de dinamismo, dado que no existe una fórmula exacta que pueda ser aplicada sin modificaciones a cualquier realidad social y que permita o asegure el éxito.

Adicional a dicho dinamismo, el litigo de alto impacto en casos particulares debe ser coherente con las realidades sociales, las posibilidades institucionales y comunitarias, tener en cuenta los obstáculos y limitaciones que se presentan. Su misma complejidad indica que una estrategia de litigio de alto impacto es un proceso largo, como lo son naturalmente los procesos de cambio social, y que el alcance de los resultados será paulatino; su verdadera importancia radica en la clarificación del cambio, en la identificación de las realidades sociales y de las expectativas de cambio de las comunidades, y en el comienzo y disposición de las actividades para lograr el mismo.

Como proceso de intervención social complejo difiere sustancialmente del ejercicio del litigio en forma tradicional. En los medios utilizados para lograr los resultados es claro que jurídicamente son los mismos; el litigio tradicional y el de alto impacto acuden a los mismos jueces y a las mismas autoridades administrativas para obtener de ellas una decisión en uno u otro sentido; la diferencia fundamental radica en que en el litigio de alto impacto cada uno de esos medios se enmarca en una estrategia, es parte de un proceso de intervención social que responde a objetivos determinados. Correlativamente con la primera diferencia, se presenta la segunda: el litigio de alto impacto supera los medios jurídicos, no se limita únicamente a dichos medios para lograr sus objetivos, por el contrario, acude a otros medios de tipo político, comunicativo, educativo, psicológico, entre otros, que ayuden a conseguir el objetivo principal del proceso.

En relación con los fines, el litigio de alto impacto también se diferencia del litigio tradicional que se enfoca a la satisfacción de intereses individuales o particulares: aquél es aplicado a causas sociales, colectivas, a la defensa del interés público, de los derechos fundamentales, sociales, económicos y culturales, así como los derechos colectivos. El litigio de alto impacto se perfila a generar y promover cambios sociales, reforzar el proceso participativo y democrático empoderando y educando a las comunidades. Resulta especialmente esclarecedora la definición proporcionada por Azuero (2007): "Lo que distingue el litigio de alto impacto frente a otras formas de litigio es precisamente su efecto sobre el entramado social. Se trata de una técnica que busca defender intereses de grupos o individuos y al mismo tiempo generar un cambio en la sociedad en su conjunto".

Siguiendo a Bonilla (2008), el desarrollo de un proceso de litigio de alto impacto debe caracterizarse, para efectos de ser exitoso, por ser un proceso institucional y colectivo: el proceso debe girar en torno a las colectividades e instituciones y no en torno a personas o grupos reducidos; en segundo lugar, en la medida de las posibilidades del caso específico, el ejercicio del litigio de alto impacto debe tender alianzas entre la academia y las organizaciones sociales; en tercer lugar, los procesos de litigio de alto impacto resultan más viables en la medida que se simplificanPage 153sus costos económicos, cuando se usan únicamente los recursos disponibles y se optimizan los mismos; en cuarto lugar, la presencia constante, coordinada y oportuna en los medios de comunicación da fuerza a los argumentos y a las acciones de litigio de interés público, no obstante, debe evitarse la sobreexposición del caso por cuanto puede resultar contraproducente; y finalmente, resulta fundamental la conciencia en el equipo de trabajo de que el desarrollo del litigio de alto impacto es un proceso largo y lleno de obstáculos, que exige un trabajo comprometido, sostenido y sistemático.

2. Cómo debe enfocarse el desarrollo del litigio de alto impacto

El litigio de alto impacto se materializa como una estrategia...

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