La Evaluación desde la Mirada del Constructivismo en la Escuela de Psicopedagogía - Núm. 13, Julio 2013 - Revista Quaestiones Disputatae - Libros y Revistas - VLEX 521843762

La Evaluación desde la Mirada del Constructivismo en la Escuela de Psicopedagogía

AutorEvangelina Amaya Chacón
Páginas59-73

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Introducción

El presente artículo busca generar un análisis sobre las prácticas de evaluación de docentes expertos en la enseñanza de resolución de problemas desde la mirada del constructivismo a estudiantes del programa de Psicopedagogía de la U.P.T.C. Con tal propósito este texto persigue reflexionar sobre el sentido de evaluar como proceso formativo en el mundo de hoy, orientado hacia el mejoramiento de las prácticas evaluativas en la educación superior, con base en el análisis de entrevistas cualitativas con enfoque fenomenológico.

La presentación de la información obedece a las categorías emergentes del análisis y las concepciones de la evaluación en la resolución de problemas, en la formación profesional de los psicopedagogos. Argumentando la importancia de la formación de competencias y su evaluación como proceso formativo que responde a las demandas de la sociedad del conocimiento, rescatando las funciones, significados y roles de los actores en la evaluación, desde la mirada del constructivismo.

Así, evaluar las competencias desde la mirada del constructivismo aparece en la actualidad en los ámbitos más diversos, entre ellos, el de la formación y perfeccionamiento de los profesionales. Las personas que poseen las competencias profesionales, son definidas según Bunk (1994) como aquellos profesionales que disponen de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, pero sobre todo es competente aquel profesional que puede resolver los problemas de su área de forma autónoma y flexible. Es así como la sociedad basada en el conocimiento, exige por parte de las personas una integralidad, que les confiera la capacidad para renovar sus conocimientos y adaptarse a los cambios que se dan en los contextos en los que se desenvuelve el ser humano.

Conduciendo a pensar que la resolución de problemas para la vida profesional es bastante decisiva, en la medida en que un cliente recurre al profesional que considera competente, es decir, capacitado para resolver su problema. Es por tanto, una competencia que deben adquirir los estudiantes en su formación para enfrentarse a los cambios que está demandando el mundo de hoy.

Desde luego, esta demanda también exige una reno-vación en las estrategias didácticas de los docentes, puesto que la modalidad de enseñanza normalmente está focalizada hacia los contenidos priorizando los conceptos abstractos, sobre ejemplos concretos y aplicaciones. En este sentido, Morales y Landa (2004) sugieren que se trata de complementar la adquisición de contenidos con el desarrollo de habilidades, capacidades y actitudes indispensables en el entorno profesional actual.

En suma, la importancia de la competencia de resolución de problemas es evidentemente una situación que debe preocupar a todos y de la que se debe procurar dotar a los estudiantes desde el ámbito educativo, por su vitalidad para el desenvolvimiento de los profesionales que se enfrentan a los retos que ameritan del conocimiento y la experticia en la solución de los problemas que emergen en la sociedad.

No obstante, a pesar de que dicha competencia es clave para la vida de los seres humanos, solo ha sido centro de atención para investigar la forma en que las personas resuelven los problemas. Siendo objeto de interés para este proyecto, investigar el rol de los docentes frente a la evaluación de dicha competencia, en donde es importante destacar que el docente es un actor fundamental, y a quien se le ha prohibido quedarse atrás.

Por consiguiente, siendo los docentes figuras esenciales para los procesos de enseñanza y aprendizaje, el presente análisis y las reflexiones se generaron en torno un proceso de investigación de tipo cualitativo con enfoque fenomenológico, en donde se realizaron entrevistas a profundidad a los docentes de la escuela de Psicopedagogía, expertos en la enseñanza de la resolución de problemas mirada desde el constructivismo, acerca de las prácticas evaluativas.

Más aún, es de especial interés recuperar la esencia de la evaluación como punto clave en la contribución para la formación de competencias y preparación de profesionales que generen cambios trascendentales para la humanidad, pues al ser una estrategia formativa se ha reducido al sin sabor de realizar preguntas con respuestas cerradas, obviando las características reflexivas, argumentativas, críticas y sobre todo constructivas que pueden emerger alrededor de este proceso.

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Se busca, a partir del análisis de la información presentada comprender la evaluación, sus funciones, significados y sus actores, con el fin de proponer acciones para transformar la práctica educativa. Desde luego, se espera que tales acciones aporten elementos indispensables para mejorar la evaluación del aprendizaje en todo su esplendor.

La formación de competencias en la sociedad del conocimiento

Con el advenimiento de los procesos globalizadores en América Latina, así como el surgimiento de avances tecnológicos y de las comunicaciones, se ha dado la bienvenida a un nuevo tipo de sociedad, en la que los procesos educativos no pueden ser ajenos, sino que por el contrario, deben ser alimentados por los fenómenos sociales y culturales de la modernidad. Se está viviendo hoy en la sociedad del conocimiento, entendida como aquella que atribuye el papel central al conocimiento, como fundamento de la economía y de la organización social (López, 2007). En donde el objetivo primordial es enfrentar situaciones complejas, creando estrategias y respuestas para poder guiar a la sociedad a una forma más justa y más humana (Balderas, 2009).

Entonces, en una sociedad que exige de los profesionales una permanente actividad de formación y aprendizaje (Marcelo, 2001), para lo cual es esencial retornar y fortalecer la educación como ese instrumento más honorable que los seres humanos hemos consolidado, y en consideración de Delors (1996) es la herramienta por excelencia para enfrentar los desafíos y forjar el progreso de la humanidad.

Es así, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2003) reconoce que la capacitación y formación de las personas generaría repercusiones favorables ante el desarrollo económico y social, lo que claramente deja ver la importancia de la adquisición de competencias por parte de las personas.

De esta manera, asumir un enfoque por competencias constituye en la actualidad una acción fundamental para enfrentar los cambios que demanda la sociedad y a su vez, permite orientar el currículo, la docencia, el aprendizaje y la evaluación desde un marco de calidad (Tobón, 2006). Entonces la formación de competencias en la realidad globalizada y en el continuo mundo del conocimiento es pertinente para afrontar las situaciones y enfrentar los desafíos que están retando al ser humano, en el sentido de estar preparados para asumir roles activos e innovadores. Finalmente se concluye, que para dar cabal cumplimiento a la demanda de la sociedad se hace necesario recurrir a los docentes como actores fundamentales en los procesos educativos, ya que están enfrentados a contribuir en la formación de profesionales competentes, que sean preparados integralmente y con los conocimientos pertinentes para resolver los problemas del mundo en constante cambio.

La evaluación: sus funciones y significados

El proceso de evaluación sirve como piedra fundamental para el aprendizaje y por tanto debe ser centro de atención para los procesos educativos, sin embargo su concepto se ha tergiversado y sus funciones a la par, han sido desfiguradas por las prácticas tradicionales que se llevan a cabo al interior de las aulas de clase.

La evaluación del aprendizaje ha adquirido múltiples funciones que han cambiado a través de la historia, adicionando y también restándole; desde su originalidad su objetivo fue valorar el aprendizaje en cuanto a sus resultados y consecución (González, 2000), directamente relacionados con la medición, obteniendo estimaciones cualitativas y/o cuantitativas (DíazBarriga & Hernández, 2002). En un amplio sentido se le ha concedido funciones como la comprobación de los resultados del aprendizaje, la selección de individuos, el alcance de objetivos y también la de evaluar el proceso hacia la consecución de dichos objetivos (González, 2000).

Sin embargo, a pesar de que a la evaluación se le han encomendado varias funciones, es importante conocer las variables que coadyuvan a este proceso evaluador y lo enriquecen para potencializar su uso. Es debido...

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