Modos instituidos de feminización - Prácticas educativas feminizadas - Feminización y pedagogías feministas. Museos interactivos, ferias de ciencia y comunidades de software libre en el sur global - Libros y Revistas - VLEX 850927690

Modos instituidos de feminización

AutorTania Pérez-Bustos
Páginas127-162
Capítulo 5
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El panorama presentado en el capítulo 4 me permitió establecer la emergencia
y la consolidación de la popularización en el sur global, estrechamente articuladas
a las dinámicas del capitalismo contemporáneo. Este ejercicio posibilitó evidenciar
rasgos de feminización en las propuestas popularizadoras estratégicamente situadas,
piedra angular pa ra iniciar la etnografía. Se vio, por ejemplo, que estos escenarios eran
mayoritariamente promovidos por mujeres, que se centraban en un público menor
de edad y que enfatizaban en propuestas e ducativas autocontenidas que tornan invi-
sible la mediación pedagógica. Mi interés inicial era identicar experiencias de vida
de mujeres particulares, ubicadas en contextos concretos, cuya posición frente a las
dinámicas hegemónica s de la popularización diera cuenta de apuestas que tensionaran
y se opusieran deliberadamente a la raticación de dinámicas androcéntricas en el
conocimiento cientíco tecnológico, que yo veía emerger desde esa primera aproxi-
mación etnográca. Identicar a estas mujeres no fue una tarea fácil.
En Colombia, donde inicié mi trabajo etnográco, la popularización la rea lizan
mujeres de diferentes perles profesionales: guías de museos, desarrolladoras de
materiales educativos, directoras de programas de popularización, mujeres de la
academia que presentan reexiones sobre el campo. Con tal var iedad, el reto estaba
en reconocer allí cuáles de ellas tenían experiencias vitales que contrarrestaran
las lógicas hegemónicas de la popularización, ya rastreadas en la aproximación
panorámica a este ca mpo. Sin embargo, la exploración preliminar apenas sí a rrojó
unos casos aislados, borrosos, contradictorios, en donde la idea de conciencia
opositiva, que había tomado prestada de Sandoval (1991), se llenaba de matices,
al punto de fragmentarse y diluirse.
Este contexto adquirió nuevos grados de complejidad en mi aproximación a
la popularización tradicional en India. Allí sobraban los dedos de las manos para
identicar a aquellas mujeres que hacían parte de los progra mas reconocidos por el
Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SNCT). Las pocas que había eran más
jóvenes que sus colegas hombres y en general ocupaban cargos de ocina, por lo que
Tania Pérez-Bustos
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raramente salían a encontra rse directamente con las comunidades1. Mi acercamiento
etnográco a este esc enario me permitió notar que esta tendencia estaba relacionada
con el alto grado de institucionaliza ción de la popularización en India, centrad a en
promover un discurso ocial sobre la ciencia y la tecnología como base del desarrollo
competitivo del país. Ello, por su parte, se articulaba a paradigmas de progreso de
naturaleza global con resonancias en países como Colombia (Escobar, 1998). En
India todavía eran hombres de ciencia quienes popularizaban estos paradigmas y
el acto mismo de hacerlo correspondía a una función burocrática. Esta dinámica
institucional explica que el escenario no se feminice en términos demográcos,
aunque sí comienzan a evidenciarse rasgos de feminización de naturaleza cultural
que subordinan estas prácticas educativas a un conocimiento androcéntrico, mo-
vilizador de procesos de desarrollo competitivos y economicistas.
Esta aparente tensión entre la ubicuidad de mujeres en la popularización tradi-
cional en Colombia y la escasa presencia de ellas en un sistema burocratizado en
India se borra al encontrar que la comunidad de software libre, en la escala global,
localizada en ambos contextos, como ejemplo de una popularización emergente, sí
ofrece ejemplos concretos de mujeres en estos colectivos, que discuten y explican los
modos como las dinámicas de la comunidad las excluyen. Estas posturas, sin em-
bargo, si bien deenden la generación de espacios de mayor participación femenina
no problematizan conscientemente las apuestas de la comunidad frente al software
libre y su popularización. En este contexto, la faceta deliberadamente opositiva de
sus experiencias de nuevo se desdibuja.
¿Cómo identicar entonces mujeres con experiencias que se posicionaran conscien-
temente frente a las lógicas de la popularización hegemónica, para iniciar desde allí
mi exploración feminista de este territorio? Intentando encontrar puntos en común
entre mis primeros hallazgos e tnográcos en la escala global, desde mi aproximación
a propuestas estratégicamente situadas, barajé la hipótesis de que era justamente el
carácter instituido de la popula rización, que se dejaba ver en esa primera exploración
panorámica, lo que a su vez conguraba de manera especíca ese lugar borroso que
ocupaban allí la s mujeres y que limitaba mi espectro de búsqueda. Era este ma rco el
que deslegitimaba y volvía fútiles mis ha llazgos sobre la conciencia opositiva encarnada
en algunas poc as mujeres aquí y allá. En resumen, ello permitía entender la fragilidad
de las apuestas opositivas de las mujeres popularizadoras en el SNCT colombiano,
1 Eran hombres con formac ión en ciencias quienes implementaban la s propuestas de populari zación
en áreas ru rales y allí eran ma estras las que daba n continuidad a lo iniciado por estos f acilitadores,
maestras c on las que no pude establecer contacto di recto, dado que no se comunicaban en ing lés.
Sin embargo, por lo que pude obser var, su papel era ante todo inst rumental en las actividades y
dinámica s de sus escuelas.
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2 Prácticas educativas feminizadas
así como los mecanismos de feminización que emergían del sistema burocratizado
en India, independientemente de que allí hubiese muchas menos mujeres que en
Colombia y que sus posturas opositivas fueran, por ta nto, menos visibles. Por último,
se hizo evidente que ese carácter instituido permitía conectar estas dinámicas con
la popularización en las comunidades de software libre a escala global, en donde las
posturas opositivas de las pocas mujeres no llegaban a cuestionar políticamente los
modos de producción de estos desarrollos tecnológicos.
Fue entonces cuando surgió la necesidad de rastrea r los mecanismos que instituyen
la popularización como una práctica feminizada y hacerlo desde una aproximación
feminista situada, lo que signica descentrar la reexión feminista sobre los sujetos
y reorientarla en una lectura crítica de la manera como ciertas prácticas culturales
comportan una idea de subjetividad y está n atravesadas por jerarquías de género. Esto
para comprender desde allí cómo se instituía l a feminización de estas prácticas educa-
tivas y cómo ello condicionaba las experiencias de conciencia opositiva con las que me
estaba encontrando. Sobre la exploración de esta hipótesis versa el presente capítulo.
Argumento que aquello que instituye la popularización en los Sistemas Nacionale s
de Ciencia y Tecnología (SNCT) y en las comunidades de soft ware libre ubica y describe
estas práctica s educativas en una posición de subordinación respecto de la producción
de conocimiento cientíco tecnológico hegemónica. En relación con esto, dicho orde-
namiento jerárquico, leído desde una reexión feminista, se encuentra sex ualizado en
cuanto congura y constituye la popul arización en una práctica feminizada , al asociarla
con roles y valores culturalmente construidos como femeninos. Lo anterior, por su
parte, explica que ciertos contextos y prácticas tengan mayor presencia de mujeres y
permite intuir un posible giro en esa dirección, en escenarios en donde el ejercicio de
popularizar comienza a perder estatus frente a la producción de conocimiento.
Para desarrollar este argumento, me sumerjo en las prácticas comunicativas de
popularización que tienen el poder de instituir esta práctica educativa. En la primera
parte doy cuenta del trabajo etnográco sobre los discu rsos de política cientíca de los
SNCT; en la segunda analizo los escena rios virtuales y presenciales de la comunidad de
software libre en los que esta práctica se presenta colect iva y públicamente. El trabajo
etnográco real iza tres movimientos para cada uno de los modelos de popularización.
Inicialmente describo aquellos escenarios y docu mentos que dan cuenta de lo que ins-
tituye la popularización, exponiendo un panorama genera l de estas prácticas comuni-
cativas, cómo emergen y con qué mecanismos operan. R etomando lo señalado sobre la
feminización, describo para cada c aso los modos como la popularización se realiza como
práctica feminizad a. Para ello me apoyo en los dos ejes de análisis propuestos. En primer
lugar (segundo movimiento), rastreo las funciones asignadas en el pla no comunicativo
a la popularización, para ver cómo se las a socia a estereotipos culturalmente denidos
como femeninos. En el segundo eje de análisis (tercer movimiento) indago por el lugar

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