Músicas mestizas, músicas populares, músicas latinas: gestación colonial, identidades republicanas y globalización - Núm. 11-2009, Julio 2009 - Revista Co-herencia - Libros y Revistas - VLEX 75935494

Músicas mestizas, músicas populares, músicas latinas: gestación colonial, identidades republicanas y globalización

AutorCarmen Bernand
CargoDoctora en antropología, Université Sorbonne. Doctora en Ciencias Sociales, Université de Paris 7. Profesora emérita de la Universidad de París X-Nanterre. carmen.bernand@orange.fr
Páginas88-106

Este artículo se inscribe en el marco de los trabajos efectuados en el MASCI-PO sobre historias conectadas. MASCIPO es un grupo de investigación asociado entre las universidades Paris I y Paris-Nanterre, y la Ecole des Maules Eludes en Sciences Sociales. Recibe apoyo del CNRS. La investigación de la que proviene este artículo fue financiada por el Institut Universilaire de France.

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Detengámonos algunos instantes en esta imagen de Guaman Poma de Ayala que nos servirá de introducción. En primer lugar este dibujo tiene un título: "fiesta criolla". Retengamos el empleo muy temprano del término "criollo" relacionado con un contexto festivo. El ejecutante, como podemos verlo por su atuendo y melena, es un mestizo -y recordemos que para Guamán estas gentes son un dechado de calamidades y de vicios. Aquí el joven está representado tocando una guitarra (aquí en sentido genérico, instrumento popular y profano en esa época) y ejecutando por consiguiente una música nueva, que acompaña una canción de amor dirigida a una joven indígena, reproducida en la lámina.

(chipchi llanto, chipchi llanto, pacay llanto maypim caypi rosastica (rosa y tica, flor) maypim caypi chiuanuaylla (flor roja y amarilla) maypim caypi chiuanuaylla

"Porqué estás aquí... Murmullo, sombra, murmullo, sombra, secretamente sombra".

Tenemos ya a finales del siglo XVI la retórica de la música andina con sus metáforas florales (y mestizas como "rosastica") para describir a la mujer amada, que tanto le gustaban al viejo que leía historias de amor, del recordado Luis Sepúlveda.

El movimiento del pie del hombre y las "castañuelas" con los dedos de la mujer, vestida a la usanza indígena, indican que están bailando, o por lo menos esbozando algunos pasos, no en un marco rural (como puede verse en otros dibujos sobre fiestas indígenas) sino en una casa moderna, a la española, sobre un piso enlosado. Esa diversión, por el erotismo que conlleva, es considerada por Guaman como deshonesta. El joven músico de la ilustración sugiere otro punto importante, el virtuosismo, que puede definirse, siguiendo al antropólogo Alfred Gell, una manera de captar al otro, de fascinarlo, en el sentido profundo de la Page 89 palabra. Aquí tenemos a un guitarrista, un individuo, que realiza ese acto de cautivar la atención, de una mujer. El término de virtuoso nos evita aludir al "aura" de Benjamín1.

Por último, y para cerrar esta introducción, hablar de estética musical requiere ir mas allá del análisis específico de una obra (armonía, ritmo, melodía) puesto que esta imagen nos muestra claramente una escena compuesta de sonido (el de la guitarra y el de la voz humana, con su timbre particular, su coloratura), de palabras y poesía a la vez generales, quizás estereotipadas pero también singulares puesto que están dirigidas a una mujer concreta, y de un movimiento del cuerpo, que sugiere ritmo. La fiesta criolla de Guamán solicita a la vez el cuerpo, en una relación erótica, los sentidos, la emoción y la palabra. Sin contar que se trata en definitiva de un dibujo destinado a mostrar la seducción, que de por si es deshonesta por su contenido sexual, sino que tiende a captar y a descarrilar una mujer indígena tradicional seducida por la novedad de la fiesta criolla.

Sea como sea, este joven guitarrista nos introduce en el tema que quiero presentar aquí, de manera muy sucinta porque el tiempo nos está contado. Trataremos aquí de las estéticas musicales mestizas americanas, desde su gestación hasta el advenimiento de las industrias culturales. Estéticas mestizas que han producido, y conviene recordarlo, la música moderna y globalizada del siglo XX bajo sus dos formas principales, el jazz y el conjunto heterogéneo de las músicas latinas.

Estéticas musicales mestizas

La importación en América de instrumentos europeos (pero también africanos como los tambores, las congas) no es el único rasgo que caracteriza estas músicas mestizas. Los españoles introducen también una escala musical más amplia que la pentatónica indígena y un repertorio melódico y poético, transmitido a la vez oralmente y por mediación de escritos como los cancioneros. La música barroca peninsular impone sus compases ternarios y binarios, siendo las más frecuentes las de (3/4 y 6/ 8) y que gracias al puntillo, pueden ser reducidas a compases binarios. Según los musicólogos, la americanización de la música barroca se debe a la generalización sistemática de esas estructuras rítmicas. La reproducción no es copia fiel del original ya que los acentos de los tiempos Page 90 fuertes y débiles se desplazan según los instrumentistas. En este proceso de americanización, los esclavos negros y los libertos han desempeñado un papel fundamental dando a las percusiones una relevancia que no tenían en Europa y creando células rítmicas nuevas caracterizadas por las notas sincopadas, a contratiempo, y por las suspensiones (prolongando una nota que forma parte de un acorde sobre el siguiente, produciendo disonancia).

Conviene insistir en tres puntos fundamentales. El primero es la voz humana, tan importante en contextos políticos y religiosos. La voz cantada no es la voz hablada. La voz cantada utiliza nuevos recursos, otra manera de colocarse, de impostarse. La intensidad y la transmisión de una emoción. En segundo lugar, la relación entre el ejecutante y su instrumento. Para nosotros, un instrumento musical es un instrumento que produce sonidos. En el Congo, por ejemplo, se afina el arpa en relación con la voz del ejecutante. Se dice que el arpa capta su voz, enuncia sus palabras. Un instrumento decorado como por ejemplo un tambor con figura animal significa que el ancestro de ese animal representado presta su rostro al sonido del tambor. En la música popular latinoamericana (por ejemplo las zambas argentinas) el ejecutante dice, "mi guitarra te canta".

Por último, la ofrenda que constituye la interpretación personal y el reto, ya que en la mayoría de los casos de música mestiza y popular hay desafío, constituyen un rasgo fundamental de estas músicas. El solista se afirma como individuo: "Yo soy fulano de tal, etc.". O bien, como en esta valona de Guanajuato, México:

Ya viene Goya Barajas,

ramilletito de azahar

que cuando sale a pasear

hasta los campos transcienden.

Estas estéticas mestizas invaden todos los niveles de la sociedad. Tenemos formas cultas o hegemónicas (motetes, himnos, armonizaciones dirigidas por los jesuitas en las misiones pero también por músicos indígenas o negros) y formas populares o subalternas ejecutadas por gentes de origen social bajo, como los mestizos, las castas y los mulatos, que atraviesan la barrera de clase y llegan a las altas esferas de la sociedad colonial o republicana). Tenemos composiciones religiosas o profanas, serias o bufas, y entre la esfera culta y la esfera "baja" de la sociedad las pasarelas son diversas, y lo que fue antes un arte barroco, puede convertirse con el paso del tiempo en arte popular y rural, como los cantos a lo divino de Chile. Las décimas, versificación del Siglo de Oro, tienen gran difusión en América, bajo una forma poética y culta (Sor Juana Inés de la Cruz, quien gana un concurso de décimas improvisadas en 1683; y ya en el siglo XX, Rubén Darío y Violeta Parra) y como canto popular.

Las estéticas mestizas son el fruto de aportes diversos indígenas, africanos y sobre todo, españoles y europeos. Pero lo que nos interesa destacar aquí es la importancia de esta expresión artística en la construcción de identidades locales, populares, criollas, híbridas y, sobre todo en sus aspectos profanos, festivos, "populares", su capacidad a la vez subversiva (atravesar las fronteras) e integrativa, gracias a los múltiples procesos identificatorios contenidos en los ritmos y en las palabras. En este texto me limitaré a exponer las grandes líneas de la historia popular latino-americana a través de sus máximas creaciones.

Estéticas religiosas y estéticas profanas

Pasemos rápidamente, por ser éste un tema conocido, sobre los instrumentos introducidos por los españoles: chirimías (instrumento de viento hecho de madera a modo de clarinete, de unos 7 decímetros de largo, con 10 agujeros y boquilla con lengüeta de caña); sacabuches (instrumento de metal a modo de trompeta, tipo trombón), bajón (en metal), orlos, cornetas, violas, guitarras, violines, arpas, órgano, etc.). Instrumentos que los religiosos introducen en la liturgia, siendo la guitarra el mas profano (de ahí que aparezca tañida por el mestizo), junto con las percusiones (que pueden ser indígenas o africanas).

Estos instrumentos representan una verdadera revolución; la influencia se ejerce en el espacio religioso, pero gracias a una institución arcaica como las cofradías y las hermandades...

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