La naturaleza y el dominio de Dios - Teología política - Teología política e imagen - Libros y Revistas - VLEX 845696509

La naturaleza y el dominio de Dios

AutorAndrea Mejía
Páginas236-252
La naturaleza y el dominio de Dios
1
 
Agradez co a Carlos Andrés Ramí rez sus comentarios críticos a una pr imera versión
de este texto. Ra mírez me señaló a lgunas lec turas sugere ntes y esclarece doras, por
las cuale s estoy igualme nte agradecida. A gradezco t ambién a Rodolfo Ara ngo y a
Lisímaco Parr a por haber hecho posible el coloquio del que resu lta este libro.
237
    ,  a
la lectura cuidadosa de alg unos textos representativos y sin pretender avan-
zar un solo paso hacia los abismos insondables de la teología, la teocracia,
es decir, el poder de Dios, su dominio y su supremacía, parece estar ligada
a una cierta forma de concebir la naturaleza. L a naturaleza ordenada y dis-
puesta para el ser humano es la creación de Dios. Y esa creación de algo or-
denado y teleológicamente orientado es ya un acto de dominio. Dios reina
sobre sus creaturas al crearlas, y todo lo que existe est á sujeto a su voluntad
en el momento mismo en que empieza a existir. Por fuera del ámbito de
sentido y de verdad delimitado por la ciencia moderna —dentro del cual
es posible construir la imagen de un cosmos sin dios, de un cosmos en el
que las leyes naturales son la formulación impersonal de constantes en el
comportamiento de la materia—, la imagen del cosmos se levanta como
una disposición divina, se levanta sobre la inescapablilidad de un domino
que se establece por la creación del mundo natural.
Este dominio de Dios sobre la naturaleza y por la naturaleza es muy
distinto al poder político de una sujeción temporal, aún cuando esta suje-
ción se legitime y se mantenga en nombre de un dios. Una cosa es respaldar
la legitimidad de un gobierno o de un proyecto revolucionario o reacciona-
rio con el nombre de Dios y buscar, a través de instituciones humanas, el
establecimiento positivo de una determinada interpretación humana de las
leyes divinas (la aspiración esquemática a la base de toda tentativa de teo-
cracia política); y otra cosa muy distinta es identicar la naturaleza con el
dominio. En este texto me ceñiré estrictamente a este sentido natural de la
teocracia. Mantendré la separación entre una teocracia que para simplicar
llamaré natura l y una teocracia con signicado político.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR