Las nuevas tecnologías en las relaciones laborales: ¿avance o retroceso? - Núm. 25, Julio 2006 - Revista de Derecho de la División de Ciencias Jurídicas - Libros y Revistas - VLEX 51761126

Las nuevas tecnologías en las relaciones laborales: ¿avance o retroceso?

AutorDjamil Tony Kahale Carrillo
CargoLicenciado en Derecho
Páginas291-307

Djamil Tony Kahale Carrillo: Licenciado en Derecho. Abogado. Doctorando Universidad de Salamanca (España). Especialista en Relaciones Laborales en Europa y Diálogo Social. Especialista en Derecho Procesal Civil. Master en Prevención de Riesgos Laborales. Dirección postal: Calle Florencio Marcos, No 13-19, Esc. 1a, 3-A, CP. 37008 Salamanca (España). djamilkahale@yahoo.com

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Introducción

El tema objeto de estudio se delimita en dos palabras que caracterizan de alguna manera el tema que se trata: novedoso y trascendente. Novedoso porque ha irrumpido hace pocos años en la generalidad de la sociedad, o por lo menos en lo que se podría llamar la sociedad moderna. Es que la utilización de los medios de comunicación informáticos, electrónicos o telemáticos, dentro de lo que se viene a llamar las nuevas tecnologías, pese a que ya hace varias décadas que se descubrieron, lo cierto es que ha sido en los últimos años cuando han experimentado un desarrollo acelerado, y ello hasta tal punto que las sociedades actuales sólo se califican de modernas en la medida en que se encuentren inmersas en esa sociedad de la tecnología. El crecimiento de las nuevas tecnologías ha hecho que éstas se extiendan de forma general en la sociedad, de modo que ésta las utiliza como un medio o mecanismo que ha devenido ya como necesario, incluso pueden llegar a ser imprescindible.

Es trascendente, debido a que nadie puede negar la importancia que tiene en la actualidad la utilización del correo electrónico e Internet. Son millones de e-mails los que se envían diariamente mediante las conexiones informáticas, y no exclusivamente en una misma localidad, sino dentro de un país o entre diversos países; y no sólo entre dos personas sino entre grupos de personas, y que a su vez lo reenvían a otros grupos o personas. De modo que un simple correo electrónico puede ser enviado en unos segundos a miles de personas ubicadas en todos los países del mundo enlazados con la red de Internet. Y estos correos electrónicos no se desaparecen de forma inmediata sino después de ser enviados y recibidos quedan almacenados en la memoria del medio informático utilizado. Es trascendental a la vez que Internet y estos correos electrónicos son actos de comunicación, y como tales protegidos por el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones, lo que implica o conlleva a una serie de garantías y requisitos especiales cuya infracción supone la vulneración del mismo.

Este ensayo pretende realizar una reflexión sobre los impactos de las nuevas tecnologías en los sistemas de las relaciones laborales y la evolución que podría tomar el ordenamiento laboral en los próximos años, aportando soluciones o las vías de escape a las que debe llegar el Derecho del Trabajo en un futuro, partiendo desde el impacto de las tecnologías en las relaciones laborales; la relación existente entre los trabajadores y Page 292 representantes de los trabajadores con las nuevas tecnologías; los conflictos que dimanan del uso de la tecnología en las relaciones laborales, y la gran necesidad de una regulación legal específica del tema.

1. El impacto de las tecnologías en las relaciones laborales

La globalización ha generado un reto para las relaciones laborales, y trajo como consecuencia a finales del siglo pasado la expedita transformación a nivel mundial. Se debe dejar claro que la globalización no es el único componente de esta transformación, hay que añadirle el fenómeno de las nuevas tecnologías, que ha producido un gran potencial de innovaciones en los procesos productivos, gracias a lo cual han aumentado su eficacia y la productividad (Ozaki, 1999: 180).

Las nuevas tecnologías han revolucionado el universo laboral en nuestros tiempos. Cada día nace un sinnúmero de actividades, en las que en mayor o menor medida se deben utilizar los apoyos informáticos, que generan situaciones de distintos índoles, como: la economía de los costes; rapidez en la ejecución de las prestaciones; cambio en las costumbres laborales; globalización económica; renovación infinita de infraestructuras y programas, y reconversión de empleos.

Los cambios y avances de la tecnología evoluciona tan rápido que resulta difícil mantener actualizada la maquinaria y los sistemas necesarios para la actividad empresarial. Existen casos en que hay que utilizar maquinaria especializada de alto coste y utilización ocasional, que no justifica su adquisición por el empresario, lo cual obliga a remitir la realización de fases de la producción a agentes externos especializados. Aportando de este modo herramientas y tecnología más costosas, en cuanto sean empleados en la pluralidad de empresas clientes. Ello con el propósito de obtener resultados más competitivos, y genera el decrecimiento del importe de los costos salariales, lo cual se efectuaba mediante la contratación temporal. Por eso se realiza una adaptación de plantillas a necesidades, obviando de esta manera los altos costes del despido y la incertidumbre de los expedientes de regulación de empleo. Agotada las posibilidades de la contratación temporal, se hacía necesario otros mecanismos que pudieran reducir riesgos mediante el desplazamiento de parte del trabajo al exterior, de modo que parte de la actividad empresarial fuera realizada por trabajadores externos, que pueden realizar su labor tanto en la empresa como fuera de ésta, Page 293 situación denominada descentralización productiva, conocida en el mundo anglosajón como outsourcing1. Ello ha surgido por el relevante efecto de la aplicación de los avances tecnológicos en el campo de la información y las comunicaciones a los procesos productivos, lo que ha hecho incentivar la división del trabajo entre empresas y la exteriorización de funciones (Pérez, 1990: 17).

La situación se complica por ser más problemáticas las nuevas tecnologías respecto a nuevos supuestos que aparecen en la economía real. La especialización técnica, la formación continua, la seguridad y salud en el trabajo, la protección social, la representación colectiva de intereses profesionales, la negociación de las condiciones de trabajo y la búsqueda de empleo presentan perfiles muy distintos para los cuales no se han encontrado todavía soluciones plenamente satisfactorias (Sánchez, 1994: 13).

Se exige una política tecnológica, por el reto de la nueva tecnología, y se plantean ciertos principios de intervención en la política tecnológica:

  1. «acción decidida del Estado pero, al mismo tiempo, de un estado capaz de superar su propia rutina burocrática»; b) «la fuente de dicha tecnología se encuentra en el exterior, tanto en empresas como en gobiernos, como en instituciones técnicas y científicas»; c) lo esencial «es el capital humano»; y d) «la necesaria articulación de los procesos de investigación y desarrollo con un tejido industrial productor y utilizador de nuevas tecnologías». Al implementar lo anterior se debe guiar las actuaciones en: a) «la constitución de un tejido industrial productor de nuevas tecnologías»; b) «articular la investigación para el desarrollo (I + D) a sus aplicaciones industriales e institucionales»; c) «asimilación fructífera de las nuevas tecnologías por parte de empresas e instituciones»; y d) «el Estado debe llevar paralelamente, un proceso de acom-Page 294pañamiento a la introducción de dichas tecnologías en la sociedad» (Castells, 1986: 331).

Estos cambios, integrados en un único proceso de transformación del espacio-tiempo laboral, que siguen la analogía de la teoría de la relatividad, en torno a la aceleración temporal introducen cambios cualitativos en la productividad (cambio de era) que llevan, a su vez, a una reducción del espacio empleo (cantidad de puestos de trabajo que quedan reducidos y redistribuidos en un proceso de mundialización selectiva), al que va inexorablemente asociada una degradación del espacio social de la calidad de vida dependiente de la dimensión sociolaboral.

Se empieza a hablar de una auténtica revolución, la tecnología de la información, cuyo núcleo reside en las tecnologías del procesamiento de la información y de la comunicación (Rivero, 2001: 1037-1062). Como producto de esta nueva sociedad de la información, en el mundo actual se ha producido un conjunto de transformaciones en el campo de la economía, el trabajo y las relaciones laborales. Se habla de una economía a escala mundial basada en la interconexión de la inteligencia humana. Es una economía global en la que la producción, el consumo, la circulación y sus componentes se encuentran organizados a escala global, de manera directa o a través de una red de vínculos entre agentes económicos (Casanova,1999: 1279-1307). La globalización es un fenómeno que avanza a pasos gigantescos con la colaboración de las nuevas tecnologías (Ruiz, 2001: 9-22). Los países industrializados observan crecer su economía gracias a la ayuda de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, sobre las que descansa una nueva forma de realizar transacciones económicas que, en general, quedan fuera del alcance de las posibilidades de los países subdesarrollados. Debido a esto se atenúan cada vez más las diferencias entre los países ricos y pobres.

Por consiguiente, las empresas necesitan moldear sus procesos productivos a los avances tecnológicos si no quieren perder competitividad (Sempere y San, 2002). Como resultado de ello, es necesario que en la empresa se produzca un cambio en la manera de producción y de gestión. Es decir, tienen que pasar de ser una gran organización, que se encuentra capacitada para producir grandes volúmenes de productos estandarizados a bajo precio, con...

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