El pensamiento penal de Jorge Eliécer Gaitán y la escuela positivista italiana
| Autor | Carlos Alberto Suárez López |
| Páginas | 443-499 |
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EL PENSAMIENTO PENAL DE JORGE ELIÉCER GAITÁN
Y LA ESCUELA POSITIVISTA ITALIANA
Carlos Alberto Suárez López*
La muerte de Gaitán es la gran
frustración histórica de las esperanzas
de un pueblo que, políticamente
acéfalo, no supo dirigir su furia
contra el enemigo de clase, sino que se
desbandó en estampida destruyendo
o apoderándose de todo cuanto se
ponía delante de sus garras, cascos y
pezuñas.
Los tres tiros de Roa no solo
silenciaron el verbo del caudillo;
apagaron también una de las
inteligencias forenses más portentosas
de los últimos tiempos.
Nelson Barros Cantillo
! Abogado y Especialista en Ciencias Penales y Criminológicas de la Universidad Externado de Co-
lombia, Magíster en Derecho de la Universidad de los Andes, Doctorando en Derecho de la Univer-
sidad de Buenos Aires (UBA), Director del Consultorio Jurídico y del Área de Derecho Penal de la
Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
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Estudios de Derecho Penal II
RESUMEN
Muchas personas conocen la faceta política del caudillo colombiano Jorge
Eliécer Gaitán, pero más bien pocos conocen otra faceta del denominado
“Tribuno del Pueblo”: la de abogado penalista y cientíco del derecho penal.
A través de este texto se pretende presentar esta última faceta de Gaitán por
medio del análisis de algunas de sus defensas penales, en las cuales se va a po-
der evidenciar la importante inuencia que en su pensamiento penal tuvo la
escuela positivista italiana –muy en boga en aquella época– y, particularmen-
te, el pensamiento penal de su maestro en Italia, Enrico Ferri. No obstante,
este análisis también permitirá poner de presente que Gaitán hizo una “lectu-
ra innovadora” del pensamiento penal ferriano, al aplicarlo, no solo al campo
del derecho penal colombiano, sino también al mundo de las ideas políticas.
Finalmente, será esta una buena ocasión para destacar algunos importantes
aspectos positivos o virtudes que tenía dicha cuestionada escuela penal (reco-
nociendo, de entrada, que son muchos más los aspectos negativos o defectos
de la misma) en comparación con su antítesis, la escuela clásica italiana, y en
contraste, incluso, con las mismas escuelas de la dogmática penal alemana que
imperan en el pensamiento penal contemporáneo.
Palabras clave: Jorge Eliécer Gaitán; Enrico Ferri; defensas penales; escue-
la positivista italiana.
INTRODUCCIÓN
Una de las guras más importantes de la historia política de Colombia
en sus más de dos siglos de existencia como república independiente (1810-
2012), pese a no haber llegado nunca a ser presidente de la República como
consecuencia de su violenta y prematura muerte, ha sido Jorge Eliécer Gaitán
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El pensamiento penal de Jorge Eliécer Gaitán y la escuela positivista italiana
Ayala (Bogotá, 23 de enero de 19031 – Bogotá, 9 de abril de 1948), destacado
líder político, quien además de haber sido congresista, magistrado de la Corte
Suprema de Justicia, alcalde de Bogotá, ministro de Educación y de Trabajo,
jefe único del Partido Liberal, generó un auténtico fenómeno político de ma-
sas populares, nunca antes ni después visto en el país, que lo colocó ad portas
de la Presidencia de la República tras haber adoptado los colores del mencio-
nado partido político.2
1 Se ha discutido mucho sobre el lugar y la fecha de nacimiento de Jorge Eliécer Gaitán. En relación
con el lugar de nacimiento, algunos sostienen que nació en Bogotá (en el barrio Egipto, en el barrio
Las Cruces o en el barrio La Capuchina, según las diferentes versiones), otros dicen que su natalicio
tuvo lugar en Ubaque (Cundinamarca), mientras que otros señalan que vino al mundo en Cucunubá
(Cundinamarca). La hipótesis según la cual habría nacido en Bogotá es la más aceptada. En relación
con la fecha de nacimiento, algunos, amparados en una partida de bautismo de la Arquidiócesis de
Bogotá, consideran que nació el 23 de enero de 1898, mientras que para otros su alumbramiento
tuvo lugar el 23 de enero de 1903; tesis que se ve acreditada por papeles de identidad y pasaportes.
Su única hija, la señora Gloria Gaitán Jaramillo, sostiene que esta última hipótesis es la acertada y
que la confusión se origina en el nacimiento del primogénito de la familia Gaitán Ayala el 23 de
enero de 1898, el cual falleció a muy corta edad. Nuestro personaje habría nacido, casualmente, el
mismo 23 de enero, pero cinco años después y habría sido bautizado con este nombre en honor a
su hermano mayo fallecido (cfr. Gaitán Jaramillo, Gloria. Bolívar tuvo un caballo blanco, mi papá un
Buick, T. I, Bogotá, 1998, pp. 22 y 134). Esta disparidad de versiones sobre el lugar y la fecha de
nacimiento de Gaitán quizá tenga una explicación en el hecho de que “sucede con los ‘hombre sím-
bolo’ que su vida, por ser de todos, tiene diferentes versiones de acuerdo a quien la recrea” (Gaitán
Jaramillo. Bolívar tuvo un caballo blanco, mi papá un Buick, T. I, op. cit., p. 22).
2 Aunque en realidad, más que liberal, Gaitán era socialista. No es casualidad que su tesis de grado
como licenciado en derecho se titulara Las ideas socialistas en Colombia. Al parecer Gaitán se unió a
las las del Partido Liberal por un motivo netamente pragmático: entendía que en un país que en ese
momento era profundamente bipartidista, era imposible llegar a la Presidencia de la República sin
abrazar los colores de alguno de estos dos partidos políticos tradicionales. Por ende, aceptó adherirse
al que menos iba en contravía de sus ideas socialistas y progresistas: el Partido Liberal. El mismo
Gaitán diría: “Ingreso al partido liberal a la manera del Caballo de Troya, para hacer de él lo que me
proponía dentro de la UNIR [partido político socialista que Gaitán había fundado años atrás]. El
pueblo se tomará el mando del partido, expulsará a la oligarquía liberal y le dará la orientación pro-
gramática acorde a sus intereses. Entonces, el partido liberal será el partido del pueblo” (cfr. Henao
Hidrón, Javier. Uribe Uribe y Gaitán. Caudillos del pueblo, 2ª ed., Bogotá, Temis, 1998, p. 125).
Valga la salvedad de que Gaitán tampoco era comunista, como algunos lo sostienen con ligereza.
Prueba de ello son estas líneas de una conferencia suya titulada: “Jorge Eliécer Gaitán y la Revolución
de Octubre”, en las cuales descalica tanto al fascismo como al comunismo por antidemocráticos:
“El fascismo es, ante todo y desde el punto de vista estatal, una reacción contra el sistema democrá-
tico, mejor dicho, contra el sistema representativo. Él se ha iniciado en primer término como una
fuerza denitiva y audaz que impugna con franqueza el principio básico de la democracia, procla-
mando en cambio, sin reticencias, la dictadura del Estado por el Estado mismo. Pero esta ofensiva
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