La producción de salud infantil en Colombia: una aproximación - Núm. 59, Enero 2007 - Revista Desarrollo y Sociedad - Libros y Revistas - VLEX 830685537

La producción de salud infantil en Colombia: una aproximación

AutorTovar Cuevas Luis Miguel, García Cruz Gustavo Adolfo
Páginas21-61
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PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
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* Agradecemos los comentarios de los profesores María Teresa Victoria, de la Pontif‌i cia Univer-
sidad Javeriana, Cali, y Juan Sebastián Vélez, de la Universidad del Valle; igualmente agra-
decemos por sus valiosos comentarios a Carolina Charry y a los dos evaluadores anónimos.
** Profesor del Departamento de Economía de la Pontif‌i cia Universidad Javeriana, Cali, y la
Universidad Autónoma de Occidente. Investigador del Grupo de Investigación en Desarrollo
Regional (GIDR), Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Pontif‌i cia Universidad
Javeriana, AA 26239, Cali, Colombia. Correo electrónico: ltovar@puj.edu.co.
*** Profesor e investigador asociado al CIDSE del Departamento de Economía de la Universidad
del Valle, AA 25360, Cali, Colombia. Correo electrónico: gustagar@univalle.edu.co.
Este artículo fue recibido el 28 de febrero de 2007, modif‌i cado el 22 de mayo de 2007 y
aceptado el 25 de mayo de 2007.
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación*
Production of child health in Colombia:
An approach
Luis Miguel Tovar Cuevas **
Gustavo Adolfo García Cruz ***
Resumen
En este trabajo se logra una aproximación nacional a los principales
factores que inciden en la producción de salud infantil, así como a los
determinantes de la demanda por insumos de salud, entre otros. Los
datos para el estudio se tomaron de la Encuesta Nacional de Demo-
grafía y Salud 2005. El ejercicio econométrico se hizo instrumentando
variables y estimando en dos etapas no lineales para corregir problemas
de endogeneidad en los insumos. En general, se encontró que el estado
de salud de largo plazo de los infantes, medido con un indicador de
ISSN 1900-7760
(Edición Electrónica)
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una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
nutrición (z-talla), está determinado por: i) la conducta preventiva de
la madre durante el embarazo; ii) la disponibilidad de recursos dentro
del hogar, y iii) características del niño como la edad y el género.
Palabras clave: Producción de salud infantil, insumos de salud, nutri-
ción infantil, determinantes, modelo Multinomial, z-talla, economía
de la salud.
Clasif‌i cación JEL: I12.
Abstract
This paper achieves a national approach to the main factors that inf‌l u-
ence the child health production, as well as the determinants of the de-
mand for health inputs in Colombia. Data was taken form the National
Health and Demographic Survey 2005. In order to correct endogeneity
problems in the inputs, the empiric analysis uses instrumental vari-
ables, and the estimation was done in two non-linear stages. In general,
it was found that the long term health status for children, measured
as z-score, is determined by: a) preventive care during pregnancy, b)
availability of household resources and, c) child characteristics, such
as age and gender.
Key words: Child health production function, health inputs, child
nutrition, determinants, Multinomial Logit, z-score, ecomomics of
health.
JEL Classif‌i cation: I12.
Introducción
El objetivo de este trabajo es identif‌i car los determinantes de la función
de producción de salud infantil en Colombia teniendo en cuenta los
principales factores que explican la demanda de insumos. Con este
f‌i n se construyó un indicador del estado nutricional de largo plazo
que captura la historia nutricional del niño hasta la edad en que es
medido (z-talla), para establecer los resultados de la producción de
salud infantil.
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La nutrición en los primeros años de vida es decisiva en los resultados
futuros de educación, ingresos y salud. Debido a su importancia, esta
relación ha sido ampliamente estudiada. Behrman (1996) encontró
que los niños con bajos niveles de nutrición presentan mayores tasas
de deserción escolar y obtienen menores puntajes en las pruebas de
habilidades y conocimientos. Alderman et al. (1997), Bhargava (2001),
Grantham y Ani (2001), Glewwe et al. (2001) y la OMS (2005) co-
inciden en que los niños con bajo peso al nacer, mueren con mayor
frecuencia, corren un mayor riesgo de padecer desnutrición y están
más propensos a sufrir infecciones y retrasos de crecimiento, todo lo
cual afecta de manera negativa el desarrollo cognitivo y el rendimien-
to intelectual del individuo a futuro, así como la escolarización y la
asistencia a clase.
Behrman (1993) y Thomas y Strauss (1997) encontraron evidencia de
que la baja estatura en la edad adulta, resultante de la desnutrición en
la niñez, está relacionada con menores salarios durante la vida adulta.
De manera similar, la Organización Mundial de la Salud (2005) señala
que los niños con bajo peso al nacer tienen una probabilidad más alta
de padecer enfermedades crónicas en la edad adulta.
Por su parte, Blane (1999) propone una “perspectiva del curso de vida”
desde la que señala que el pasado social de una persona se inscribe en
la f‌i siología y la patología de su cuerpo, dándose así una interacción
entre elementos sociales y biológicos. A lo largo de la vida, una persona
acumula ventajas y desventajas de acuerdo con el entorno social en el
que vive. La distribución social de la salud y la enfermedad es vista
aquí como un resultado de los procesos de acumulación de ventajas
y desventajas1.
A escala nacional, recientemente se han realizado investigaciones que
abordan desde distintas perspectivas el tema de la salud infantil y su
relación con la nutrición (Flórez, Ribero y Samper, 2003; González y
1 Por ejemplo, los niños de hogares con mejores condiciones económicas tienen más opor-
tunidad de acceder a una buena educación, lo cual aumenta las oportunidades laborales
y en esa medida la probabilidad de obtener una buena pensión que le brinde seguridad
f‌i nanciera para la vejez; lo contrario sucede con los niños de hogares menos aventajados
económicamente.
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Ribero, 2005; Gaviria y Palau, 2006). Estos trabajos han contribuido,
entre otras cosas, a la identif‌i cación de algunos de los principales
determinantes socio-económicos de la nutrición y la salud infantil, lo
cual resulta de vital importancia toda vez que la Organización Mun-
dial de la Salud (2003) ha identif‌i cado en los determinantes sociales
de la salud un gran potencial para reducir los efectos negativos de las
enfermedades y promover la salud de la población.
Por otra parte, la Contraloría General de la Republica en su informe
sobre la Política Social (2004), enfatizó sobre la importancia de esta-
blecer los determinantes de la función de producción de salud infantil
con el propósito de poder evaluar las políticas sectoriales en el modelo
de aseguramiento.
La información para el presente estudio se tomó de la Encuesta Nacio-
nal de Demografía y Salud (ENDS, 2005) de Profamilia. El ejercicio
empírico sigue la orientación del trabajo clásico de Rosenzweig y
Schultz (1983) y del trabajo de Bertranour, Delajara y Amiune (2002).
Debido a la presencia de problemas de endogeneidad fue necesario la
instrumentación de variables y la estimación de modelos no lineales
en dos etapas: en la primera se estiman las demandas de insumos de
salud, y en la segunda se utilizan las demandas estimadas para calcular
la función de producción de salud infantil.
Los resultados encontrados muestran que, en Colombia, los factores
que afectan la producción de salud infantil son: i) la conducta preven-
tiva de la madre durante el embarazo, específ‌i camente el mes en que
la madre se realiza el primer control; ii) la disponibilidad de recursos
dentro del hogar; iii) el estado nutricional de la madre, y iv) caracte-
rísticas de los niños como la edad y el género.
Este trabajo consta de cuatro secciones: la primera presenta una revi-
sión de literatura, nacional e internacional, sobre la producción de salud
infantil y los determinantes de las demandas de insumos. En la segunda
sección, se plantea la metodología y en las secciones tercera y cuarta
se muestran los resultados y las conclusiones, respectivamente.
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I. Revisión de literatura
Algunos de los primeros trabajos que se encuentran en la literatura
extranjera sobre la producción de salud infantil son: Rosenzweig y
Schultz (1983), Corman et al. (1987) y Grossman y Joyce (1990) para
Estados Unidos. Posteriormente se encuentran los trabajos de Cebu
Study Team (1992) para Filipinas y Bertranour, Delajara y Amiune
(2002) para Argentina.
Estos trabajos tienen en común que han medido los resultados de salud
infantil utilizando medidas antropométricas como el peso y la talla del
recién nacido. Además, todos coinciden en señalar la existencia de dos
problemas al momento de realizar las estimaciones econométricas: uno
de heterogeneidad en la muestra y otro de endogeneidad.
El problema de heterogeneidad se presenta, porque las preferencias
sobre el consumo de bienes que afectan directamente la producción
de salud varían de acuerdo con las dotaciones iniciales de salud de la
madre y del niño, y éstas no son observadas por el investigador (por
ejemplo, factores genéticos y ambientes de salud en los hogares).
El problema de endogeneidad se debe a que no es posible discriminar
si los insumos demandados para la producción de salud infantil, como
agua potable, servicios públicos, vivienda y servicios médicos, entre
otros, están siendo consumidos para producir salud o para disfrutar de
su consumo, lo cual generaría que estas variables estuvieran correla-
cionadas con el término de error.
La alternativa econométrica empleada por los autores para tratar
estos problemas consistió en la instrumentación de variables y en la
estimación por mínimos cuadrados ordinarios (MCO) en dos etapas:
en la primera se estiman las demandas de insumos de salud, y en la
segunda se utilizan las demandas estimadas para calcular la función
de producción de salud infantil.
En lo que respecta a la selección de los insumos de salud y los pre-
dictores de éstos, la escogencia de variables ha estado mediada por
la disponibilidad de información para los distintos países. En el caso
de los trabajos para Estados Unidos se consideraron como insumos:
información de la madre como el mes en que se realizó el primer
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control de embarazo, la edad al momento del nacimiento, el número
de hijos vivos, el grupo racial, el número de cigarrillos que fumó
diariamente durante el embarazo, la demanda de cuidados médicos
prenatales, el grado de escolaridad de la madre, y el consumo de al-
cohol y narcóticos.
El estudio que se realizó para Filipinas obtuvo la información sobre
insumos por medio de una encuesta diseñada específ‌i camente para
ese propósito. Las variables que se seleccionaron fueron: presencia de
enfermedades respiratorias y diarrea, alimentación materna exclusiva,
alimentación materna y líquidos no nutritivos, alimentación materna
junto con líquidos y comida nutritiva, cuidados médicos preventivos,
edad del niño, sexo del niño, altura de la madre y la temporada cli-
mática.
En el estudio que se realizó para Argentina se seleccionaron los
siguientes insumos de salud: origen del agua, material de pisos y pa-
redes, servicio de recolección de basuras, número de controles en el
embarazo, mes del primer control, asistencia durante el parto, número
de hijos nacidos vivos y edad de la madre.
Como predictores de los insumos, los estudios de estos tres países
(Estados Unidos, Filipinas y Argentina) han utilizado variables como
el grado de escolaridad y rango de ingresos de los padres, el número
de hermanos, el orden de nacimiento de los hijos, la edad y el com-
portamiento de la madre en el período de gestación, información sobre
precios, el grupo racial de los padres, la adicción al consumo de nar-
cóticos, las conductas de higiene personal, y características regionales
exógenas como el gasto público en el sector salud por habitante, las
tasas de desempleo, las tasas de mortalidad infantil y el número de
camas disponibles por habitante.
Rosenzweig y Schultz (1983) llegan a dos conclusiones importantes:
i) los resultados de salud, medidos con el peso y la talla, responden a
comportamientos de la madre, y éstos, a su vez, responden al ingreso,
los precios y las dotaciones de salud exógenas, y ii) las madres y padres
con mayores grados de escolaridad usan más los cuidados prenatales
tempranos, así como los de un nivel de educación bajo y de ingresos
menores tienen un comportamiento opuesto.
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Según Cebu Study Team (1992), los resultados para la función de
producción de salud modelada, con el crecimiento como variable
dependiente, son particularmente fuertes con un gran número de de-
terminantes signif‌i cativos. Entre ellos, las prácticas de alimentación y
las enfermedades como la diarrea y las infecciones respiratorias.
Bertranour, Delajara y Amiune (2002) encontraron que los factores que
inf‌l uyen signif‌i cativamente en la situación de salud de largo plazo de
los niños son: tener una mayor probabilidad de acceso al servicio de
recolección de basuras, tener mayor probabilidad de recibir asistencia
durante el parto y hacerse cinco o más controles de embarazo.
A escala nacional se encuentran los trabajos de Rosenzweig y Wolpin
(1988), que utilizando los datos de la Encuesta Nacional de Hogares
de 1979 para el municipio de Candelaria, Valle del Cauca, estimaron
la función de producción de salud infantil empleando la misma meto-
dología de los trabajos internacionales. En este trabajo son regresadas
contra el estado nutricional de los niños variables como el tiempo entre
los hijos, el número de hijos, el uso de servicios médicos, el consumo
de alimentos y la alimentación materna. Según los autores, el hecho
de trabajar con una muestra pequeña, con datos longitudinales y con
problemas de heterogeneidad, generó una pérdida de precisión en la
estimación.
Gaviria y Palau (2006), con el propósito de estudiar los determinantes
socio-económicos de la nutrición infantil y evaluar el impacto de pro-
gramas públicos como los hogares comunitarios de bienestar familiar
y el régimen subsidiado, estiman varias regresiones con indicadores
antropométricos de talla y peso como variables dependientes. Los
resultados muestran, entre otras cosas, que estos indicadores mejoran
con la edad de la madre y que existen diferencias considerables en la
talla del niño según la posición socio-económica del hogar.
Respecto a la repercusión de los programas públicos, los autores
concluyen que en los hogares más pobres la af‌i liación al régimen
subsidiado tiene un efecto pequeño pero apreciable. Mientras que no
hay evidencia contundente del efecto del programa de hogares comu-
nitarios de bienestar familiar.
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Otros estudios nacionales que han aportado avances importantes en
el reconocimiento de variables no médicas que inciden en la salud
infantil son los de Flórez, Ribero y Samper (2003) sobre el impacto
de la salud en la acumulación de capital humano y en el crecimiento
económico, y el trabajo de González y Ribero (2005) de los determi-
nantes de la calidad de los niños en Colombia. Ambos trabajos utilizan
los datos de ENDS 1995 y 2000, así como medidas antropométricas
como peso y talla.
Los resultados encontrados por Flórez, Ribero y Samper (2003) se-
ñalan como determinantes estadísticamente signif‌i cativos del estado
nutricional de los niños, el estado nutricional de la madre, la edad del
niño, el ingreso, el número de niños menores de 5 años, el lugar de
residencia y el momento en que la madre se realiza el primer control
prenatal.
Los resultados encontrados por González y Ribero (2005) sobre la
calidad de los niños de 0 a 5 años respecto a salud por talla y peso,
muestran una relación positiva entre estas variables y determinantes
como la educación y la riqueza. Así mismo, se encontró que la calidad
de los niños está asociada a variables como la educación de la madre,
la planif‌i cación familiar, el mercado laboral, la estructura familiar
(estado civil) y el número de hijos en el hogar.
Dada la estrecha relación que existe entre los insumos para la produc-
ción de salud infantil, salud materno-infantil y desarrollo económico,
en la literatura médica y económica, nacional e internacional, se
encuentran varios trabajos que dan cuenta de la importancia de los
servicios de salud materno-infantil en los resultados de salud de madres
y niños, así como de los determinantes del uso de estos servicios.
En algunos estudios se ha encontrado evidencia de que característi-
cas personales, como la educación y la edad de la madre, reducen su
nivel de importancia como determinantes de la mortalidad infantil en
contextos donde existe un gran acceso a servicios básicos en salud
(Rozenweig y Schultz, 1982; Palloni, 1985). Otros autores como Ba-
rrera (1990) y Caldwell (1990) sugieren que los niños con madres de
mayor nivel educativo obtienen mayores benef‌i cios de la utilización
de los servicios de salud.
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Forste (1994) encontró que en Bolivia el riesgo de morir de los niños
disminuye con la atención prenatal profesional. Reynolds, Wong y
Tucker (2006) encuentran que el control prenatal junto con la inmu-
nización infantil, reducen las complicaciones obstétricas y previenen
muchas enfermedades de la niñez, especialmente en madres entre 15
y 19 años en países en desarrollo.
Bhatia y Cleland (1995) analizan, en el sur de la India, los determinan-
tes de la atención prenatal, la asistencia al parto y la atención posnatal
y concluyen que factores individuales como el nivel educativo de la
madre, su estatus económico y su religión son predictores signif‌i ca-
tivos del uso de los servicios de salud materna. Así mismo, Becker
et al. (1993) encuentran que el nivel de educación de la madre, es el
determinante más importante y consistente del uso de este tipo de
servicios de salud.
Otros estudios que analizan los determinantes de la atención en salud
materna, sugieren que, además de los factores individuales y del hogar,
también son importantes factores de la comunidad como la infraestruc-
tura médica y variables socio-económicas que afectan directamente la
probabilidad de atención e indirectamente la mortalidad infantil (Panis
y Lillard, 1995; Dammert, 2001).
Sandoval (2002) analiza la interrelación entre los factores individuales
y los de la comunidad como determinantes de la atención prenatal,
el parto institucional y la atención posparto. Entre sus resultados, se
destaca que los factores individuales tienen mayor efecto en el acceso
a la atención materna que los factores de la comunidad. En efecto,
encuentra que la educación de la madre es el principal predictor de la
atención materna, seguido por el acceso a hospitales, el nivel socio-
económico de la madre y la decisión de las mujeres sobre su propio
cuidado de salud. Igualmente, concluye que a pesar de que se esperaba
un fuerte efecto de los factores contextuales como la disponibilidad
de servicios de salud (a excepción de hospital), no se pudo establecer
una relación signif‌i cativa con las variables explicadas, debido a la
existencia de factores individuales fuertemente asociados.
Girón et al. (2006) utilizan los datos de la ENDS 2005 para analizar
los determinantes del uso de los servicios de salud materna en el Li-
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toral Pacíf‌i co colombiano, y encuentran que las variables que tienen
un efecto fuerte en el uso de dichos servicios son: la af‌i liación a un
régimen de seguridad social en salud, el orden de nacimiento de los
hijos, el nivel de educación y el lugar de residencia de la madre. Otras
variables como la condición económica del hogar y la oferta privada
de instituciones de salud en la zona, son estadísticamente signif‌i cativas
pero tienen un menor efecto marginal.
Jewell, Triunfo y Aguirre (2004a, b) corroboran, para Uruguay, resul-
tados importantes como la incidencia del retardo de la iniciación de
los cuidados prenatales en el peso del nacido, así como la incidencia
de los hábitos de fumar o no fumar por parte de la madre.
II. Metodología
A. La producción de la salud infantil
El desarrollo teórico y empírico de la demanda por salud y la pro-
ducción de salud tuvo su origen a partir de los trabajos pioneros de
Mushkin (1962) y Becker (1965). Según estos trabajos, las inversiones
en capital humano, monetarias y no monetarias, como educación y
salud, son de gran relevancia para la función de producción del hogar,
en la medida que las inversiones en estos servicios permiten que las
personas mejoren como agentes productivos y generen un rendimiento
continuo en el futuro.
Entre los principales autores que han contribuido al desarrollo teórico
y empírico de la demanda por salud y capital salud están Grossman
(1972, 1999) y Cropper (1977). A partir del modelo de demanda de
Grossman, es posible estudiar la forma en que cambian las decisiones
óptimas de los agentes cuando ciertos parámetros como la edad, el nivel
de ingreso y el nivel de educación se modif‌i can. El modelo establece
que la demanda por salud disminuye con la edad, y aumenta con el
ingreso y el nivel educativo.
Por su parte, Cropper (1977) propone una extensión del modelo de
Grossman que permite tener en cuenta la dimensión de riesgo. Es decir,
analiza las inversiones que los individuos hacen en salud para prevenir
las enfermedades. Entre sus hallazgos (i) existe una relación negativa
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entre el gasto preventivo en salud y la edad, y que (ii) los individuos
más pobres o expuestos a ambientes contaminados tendrán un menor
stock de capital salud que aquellos más ricos y, por tanto, expuestos
a ambientes más sanos.
Rosenzweig y Schultz (1983) proponen un modelo para analizar la
producción de salud infantil de los hogares, partiendo del supuesto de
que los hogares derivan una utilidad directa de la salud de sus niños,
del consumo de bienes que afectan la salud infantil (insumos) y del
consumo de otros bienes. En el modelo se asume que cada hogar tiene
una dotación de salud específ‌i ca que es conocida mas no controlada
(características genéticas y factores medioambientales) y que no puede
ser observada por quien estime la función de producción.
Este modelo empírico involucra algunos problemas de endogeneidad
que deben ser tenidos en cuenta al momento de seleccionar la estra-
tegia adecuada para estimar la función de producción. Los problemas
se generan porque: i) las familias demandan insumos tanto para pro-
ducir salud infantil como para disfrutar de su consumo; ii) algunos
de los determinantes de la salud infantil no son observables para el
investigador pero sí para la madre; razón por la cual la demanda de
insumos, en particular los servicios de salud, están correlacionados
con el error en la estimación de la función de producción de salud.
La razón para que esto ocurra, reside en que una mayor demanda de
estos servicios no necesariamente se realiza para mejorar la salud de
los niños, sino porque las madres conocen sus propios problemas de
salud (su dotación de salud) y cómo éstos pueden afectar a sus niños
(Bertranou et al., 2002).
Debido a los problemas de endogeneidad, la estrategia de estimación
involucra el uso de variables instrumentales y la estimación se lleva
a cabo en dos etapas no lineales (Maddala, 1983; Cabrer et al., 2001;
Wooldridge, 2002; Greene, 2003,): en la primera se estiman modelos
Logit para los determinantes de las demandas por insumos; en la
segunda, se estima un modelo Logit Multinomial de producción de
salud infantil de la siguiente forma:
j = 0, 1, 2, ... J
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Donde P(yi = J ) representa la probabilidad de que ocurra la alternativa
J, en este caso, la probabilidad de que el niño no esté desnutrido o tenga
algún nivel de desnutrición (ligera, moderada o severa); xi representa
un vector de variables independientes (las probabilidades predichas en
la primera etapa para cada uno de los insumos, características del niño
y los predictores de los insumos); βj es el vector de parámetros de la
relación; y Λ denota la función de distribución logística acumulada.
Para identif‌i car adecuadamente el modelo Logit Multinomial, se
incluye un regresor adicional en los modelos de insumos que esté co-
rrelacionado con la demanda del insumo, pero que no guarde ninguna
relación con la salud del niño. Una estrategia similar de estimación se
encuentra en Demirgüç-Kunt y Detragiache (2000).
Tradicionalmente, los trabajos que utilizan z-talla como medida de los
resultados en salud infantil, han estimado la función de producción de
salud infantil por MCO en dos etapas. Sin embargo, en este trabajo,
considerando que la variable z-talla es una medida normalizada del
estado nutricional del niño que puede ser reconstruida por rangos de
tal forma que se tengan categorías, se estimó para esta variable un
modelo de respuesta múltiple. Aunque estos modelos son generalmente
utilizados para estudiar elecciones de los individuos, también permiten
caracterizar situaciones en que se encuentran las personas sin que ello
implique una elección2.
B. Bases de datos
Los microdatos utilizados para establecer los determinantes de función
de producción de salud infantil se tomaron de la Encuesta Nacional de
Demografía y Salud (ENDS 2005) de Profamilia. Esta encuesta tiene
cobertura nacional y es representativa en los ámbitos urbano y rural,
por departamentos, para seis regiones (Atlántica, Oriental, Bogotá,
Central, Pacíf‌i ca y Amazonia y Orinoquia) y 16 subregiones. Emplea
2 Por ejemplo, Borooah (2001) utiliza este tipo de modelos para estudiar cuáles son los
determinantes de que los individuos se encuentren en diferentes niveles de pobreza. En un
estudio sobre el mercado laboral de Estados Unidos, Schmidt y Strauss (1975) estiman un
modelo para analizar los determinantes del área laboral.
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una muestra a escala nacional de 37.211 hogares y recoge información
sobre 14.621 nacimientos en los últimos cinco años que precedieron
la encuesta.
C. Variables seleccionadas
Como medida de salud infantil se empleó el puntaje z-talla (z-score
of height for age). Este indicador captura la historia nutricional del
niño hasta la edad en que el niño es medido y sirve para establecer el
estado nutricional de largo plazo.
El puntaje z-talla es una medida de la estatura por edad normalizada
a los estándares de estatura de una población de referencia3. El indi-
cador se calcula como la diferencia entre la talla del infante (niños
entre 0 y 4 años de edad) y la talla de referencia de un infante sano de
la misma edad y el mismo sexo, dividida por el valor de referencia de
la desviación estándar de la talla de un infante sano. Los valores de
referencia y una presentación más detallada sobre los indicadores de
nutrición infantil se pueden encontrar en Vásquez (2005a).
A partir de la estatura por edad normalizada, se pueden establecer
valores críticos que permiten identif‌i car los grados de desnutrición de
un infante de la siguiente manera: si los valores son mayores o iguales
a -1, se considera que el niño tiene una estatura normal para su edad,
y por tanto, tiene buena salud; si los valores están entre -1,01 y -2,00,
se considera que presenta una baja estatura para su edad, y por tanto,
sufre de desnutrición leve; para valores entre -2,01 y -3,00, se habla
de una desnutrición moderada, y para valores menores a -3,00, se dice
que se presenta desnutrición severa.
Por otro lado, y siguiendo algunos de los trabajos que han analizado
la producción de salud infantil (Rosenzweig y Schultz, 1983; Rosen-
zweig y Wolpin, 1988; Bertranour, Delajara y Amiune, 2002) y los
3 La población de referencia es la del National Center for Health Surveys (NCHS) de Estados
Unidos para el año 1997. Lo ideal sería que el puntaje z-talla se construyera a partir de
una población de referencia de niños colombianos, debido a que la morfología entre los
niños americanos y colombianos puede variar. Sin embargo, como no se cuenta con tal
información, lo usual en este tipo de estudios es tomar la población de la NCHS.
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determinantes de los resultados de salud para niños menores de 5 años
en Colombia (Flórez, Ribero y Samper, 2003; González y Ribero,
2005; Gaviria y Palau, 2006) se seleccionaron las siguientes variables
como insumos:
Infraestructura de la vivienda: representa la calidad del ambiente
físico en el que habita el niño. Se espera que una mejor infraes-
tructura afecte de manera positiva la salud infantil.
Número de controles médicos prenatales y mes en el que la madre
se realizó el primer control: estas variables representan los cuidados
médicos recibidos por el niño antes, de su nacimiento4. Se asume
que los cuidados médicos están correlacionados de forma positiva
con la salud infantil.
Número de hijos menores de cinco años: es una proxy de la dispo-
nibilidad y distribución de recursos dentro de la familia. Se espera
que esta variable afecte de manera negativa la producción de salud
infantil.
Índice de masa corporal (IMC) de la madre: es un indicador del
estado nutricional de la madre a través del cual se intenta capturar
el efecto del patrimonio genético. Se asume que los problemas de
desnutrición de las madres serán transmitidos a los hijos.
Edad del niño en meses: se espera que esta variable tenga un efecto
negativo sobre el estado nutricional del niño debido a la existencia
de un efecto acumulativo (Flórez, Ribero y Samper, 2003).
Sexo del niño.
Como predictores de los insumos, se seleccionaron dos conjuntos
de variables: unas denotan características individuales y del hogar, y
otras características regionales exógenas. El primer conjunto incluye
aspectos como la edad de la madre, el nivel educativo de los padres, la
ocupación de la madre, el estado civil, quién decide sobre el cuidado
4 Estos cuidados pueden estar altamente correlacionados con los cuidados médicos que recibe
el niño después de su nacimiento; por ejemplo, visitas al médico para control de crecimiento
y desarrollo. Sin embargo, debido a la disponibilidad de información, en esta investigación
no se pudo controlar por este factor.
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médico de la madre, el orden de nacimiento de los hijos, la af‌i liación
a un régimen de seguridad social en salud, la disponibilidad de medios
para adquirir información (radio y televisión) y la condición económi-
ca del hogar5. El segundo conjunto incluye aspectos como la región6
donde está el hogar y la tasa departamental de mortalidad infantil de
niños menores de 5 años.
Dada la estrecha relación que existe entre los resultados de salud y
factores como las características socio-económicas, demográf‌i cas e
institucionales (véanse, por ejemplo, Ramírez et al., 2005; Tovar,
2005; Zambrano, 2005). Es posible que algunos de los factores que
se han clasif‌i cado como determinantes de los insumos también sean
determinantes de los resultados de salud infantil.
Las variables que se utilizaron como instrumentos para identif‌i car ade-
cuadamente el modelo fueron: i) para las condiciones de la vivienda, el
porcentaje departamental de hogares pobres con una o más necesidades
básicas insatisfechas (NBI); ii) para el número de controles mínimos,
el porcentaje departamental de atención médica durante el embarazo
(AME); iii) para el mes del primer control y la disponibilidad de re-
cursos en el hogar, el uso de métodos anticonceptivos.
Las conjeturas que se hace respecto a los instrumentos utilizados son
las siguientes: en los dos primeros casos se incorporan indicadores
en el plano departamental, que están estrechamente relacionados con
los insumos en la medida que ref‌l ejan directamente la presencia de
esos eventos. Es decir, el hecho de que en los departamentos haya un
mayor porcentaje de hogares con una o más NBI y con un porcentaje
alto de atención profesional a mujeres embarazadas, es ref‌l ejo de que
en general, las condiciones de las viviendas no son adecuadas y que
las madres demandan más cuidados médicos prenatales. Sin embargo,
dado el nivel de agregación de los indicadores y la heterogeneidad
al interior de los departamentos, es poco probable que afecten direc-
5 Como variable aproximada de la condición económica del hogar, se toma el índice de
riqueza construido en la ENDS 2005 (Profamilia, 2005, 34-35).
6 Esta variable se creó reagrupando las 16 subregiones que def‌i ne la ENDS 2005, a f‌i n de
obtener regiones más homogéneas respecto a sus características geográf‌i cas y de entorno.
36
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
tamente la salud de los niños, pues ésta depende de las condiciones
inmediatas de su entorno y de los cuidados que tenga su madre.
En el último caso se asumen dos efectos en torno al instrumento em-
pleado. Por un lado, el uso de métodos anticonceptivos es claramente
una preferencia médica que podría estar relacionada con una actitud
responsable hacia la maternidad, pero no inf‌l uye de manera directa
en la nutrición de los niños. Por otro, en los hogares donde la madre
no usa métodos anticonceptivos, es más probable que el número de
niños sea mayor y, por tanto, la disponibilidad de recursos sea menor.
Sin embargo, esto no afecta directamente la salud de los niños. En
el cuadro 1 se presentan las estadísticas descriptivas de las variables
utilizadas en el análisis de regresión.
Cuadro 1. Variables utilizadas en el análisis de regresión.
Variables N Media Desviación estándar
Dependiente:
Z-talla 12.480 3,46 0,76
Insumos para la producción de salud
Infraestructura de la vivienda 14.621 0,58 0,49
Controles prenatales mínimos 11.473 0,81 0,39
Mes del primer control prenatal 10.690 0,74 0,44
Número de hijos menores de 5 años 14.621 0,86 0,35
Edad del niño 13.769 29,16 17,32
Sexo del niño 14.621 0,51 0,50
IMC 14.487 0,05 0,21
Determinantes de los insumos
Características individuales y del hogar
Edad de la madre 14.621 27,56 6,74
Nivel educativo de la madre 14.621 2,69 0,74
Ocupación de la madre 14.621 0,43 0,50
Decisión sobre el cuidado médico de la madre 14.600 1,16 0,47
Convivencia de la madre con la pareja 14.621 0,75 0,44
Orden de nacimiento 14.621 1,90 0,87
Educación de la pareja 14.381 2,46 0,87
Af‌i liación a un régimen de seguridad social en salud 11.626 2,40 1,18
Condición económica del hogar 11.657 2,55 1,28
Medios de información 14.621 0,50 0,50
Características regionales
Regiones 14.621 3,06 2,92
TMI 14.621 30,85 13,35
Variables instrumentales para la especif‌i cación
NBI 14.621 65,32 15,02
AME 14.621 90,89 7,01
Anticonceptivos 14.621 0,70 0,46
Fuente: Elaboración propia con base en ENDS 2005. Véase descripción de variables en el cuadro
1 del anexo.
59
PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
DESARROLLO Y SOCIEDAD
37
III. Resultados
Mediante modelos Logit se estimaron los determinantes de algunos
de los principales insumos para la producción de salud infantil, como
son la probabilidad de acceso a una vivienda con adecuada infraes-
tructura7, la probabilidad de que la madre y, por ende, el niño reciban
los cuidados médicos necesarios antes del nacimiento, y la probabili-
dad de contar con una mayor disponibilidad de recursos económicos
(medida por el número de hijos menores de 5 años). En el cuadro 2 se
resumen estos resultados.
A. Acceso a una adecuada infraestructura de la vivienda
Los determinantes que generan un impacto positivo sobre la probabi-
lidad de que la infraestructura de la vivienda en que habita el niño sea
buena son la edad de la madre, el mayor nivel educativo de los padres,
que la madre tenga empleo, que el hogar tenga radio y televisión, y
que el hogar esté ubicado en los departamentos con mayor tasa de
mortalidad infantil. Éste ultimo factor, aunque es estadísticamente
signif‌i cativo, genera un efecto inferior a 1% y puede estar relacionado
con una mayor presencia de inequidades sociales y económicas en los
departamentos más desarrollados.
Como era de esperarse, no estar af‌i liado al sistema de salud o estar
af‌i liado al régimen subsidiado en comparación con estar af‌i liado al
régimen contributivo, genera un efecto negativo sobre las condiciones
de la vivienda. Esto es apenas lógico, si se considera que por def‌i nición
las personas sin af‌i liación a salud o vinculadas al régimen subsidiado
son las más pobres.
Otro factor que también incide de manera negativa sobre las buenas
condiciones de la vivienda es el bajo poder de decisión de la madre en
los asuntos relacionados con sus propios cuidados médicos y, por ende,
sobre su entorno. Esto se ref‌l eja en una disminución de la probabilidad
de tener un hogar con buena infraestructura en aproximadamente 9%,
cuando el que toma las decisiones es el padre.
7 Este insumo es de gran importancia no sólo para la salud física de los niños, sino también
para la seguridad emocional, la estabilidad y la comodidad para hacer las tareas diarias en la
medida que los niños pasan la mayor parte del tiempo al interior y en el entorno inmediato
de la vivienda (Unicef, 2004; Aguado et al., 2005).
38
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
Cuadro 2. Determinantes de los insumos para la producción de salud
infantil. Modelos Logit (efectos marginales).
Infraestructura
de la vivienda
(adecuada)
Número de controles
prenatales óptimos
(4 controles)
Mes del
primer control
prenatal
(mes 3 o antes)
Número de
hijos menores
de 5 años
(máximo 2)
Seguridad social Rég. subsidiado -0,104 ***
-0,036
-0,052 ***
0,082 ***
0,056 ***
-0,092 ***
-0,029
-0,076
-0,035
-0,354 ***
-0,216 ***
-0,265 ***
-0,010
-0,398 ***
-0,223 ***
0,036 ***
-0,053 ***
0,079 ***
-0,078 ***
0,004 ***
0,001 **
-0,019 ***
11.421
2.320
0,000
-0,034 ***
0,005
-0,093 ***
0,048 ***
0,035 ***
-0,025 **
-0,060 ***
0,024
0,009
0,047 **
0,026
0,061 ***
0,043 **
0,044 *
-0,042 **
0,003
-0,065 ***
0,027 ***
0,030 ***
0,006 ***
0,023 ***
-0,001 ***
0,004 ***
11.247
1.244
0,000
-0,050 ***
0,057 *
-0,085 ***
0,018 **
0,029 ***
-0,019
-0,077 ***
0,073 ***
-0,002
0,047 **
0,042 **
0,068 ***
0,045 *
0,057 **
0,0002
0,019 **
-0,073 ***
0,021 **
0,052 ***
0,010 ***
0,022 ***
-0,001 ***
0,0325 ***
10.493
774,78
0,000
-0,036 ***
-0,015
-0,037 ***
0,019 ***
0,005
0,001
-0,001
-0,015
-0,009
-0,010
-0,004
0,001
0,013
-0,026
-0,005
0,012 **
-0,006
0,011 *
0,001 ***
0,019 ***
-0,0006 ***
0,0177 ***
11.421
390
0,000
En salud Rég. especial
(régimen
contributivo)
Educación
No af‌i liado
De la madre
Del padre
Decisión sobre
los cuidados
médicos
Esposo decide
De la madre
(la madre decide)Otra persona decide
Región Atlántica
(Bogotá)Oriental
Antioquia
Central
Valle sin L.P.
Cauca y Nariño sin L.P.
Litoral Pacíf‌i co (L.P.)
Orinoquia y Amazonia
Ocupación de la
madre
(no trabaja)
Otras caracterís-
ticas individuales
y del hogar
Trabaja
Orden de nacimiento de
los hijos
Hogar con medios de
información
Convivencia de la
madre con la pareja (no
viven juntos)
Edad madre
Condición económica
del hogar
Variables instru-
mentales para la
especif‌i cación
TMI niños < de 5 años
NBI
AME
Anticonceptivos
N
Wald chi2
Prob > chi2
Fuente: Cálculos propios. Procesamiento de ENDS 2005. Las estimaciones y sus errores estándar
se consignan en el cuadro 2 del anexo. * p <. class="fff ws15d">** p <. class="fff">*** p <. nota: en par y cursi->
va aparecen las categorías de referencia.
Pseudo R2 0,25 0,157 0,073 0,064
59
PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
DESARROLLO Y SOCIEDAD
39
La ubicación regional muestra que, en comparación con Bogotá, estar
ubicado en el Valle, en Antioquia, en la Región Central, en el Litoral
Pacíf‌i co, y en la Orinoquia y la Amazonia genera un efecto negativo
sobre las condiciones de la vivienda. Entre estos resultados el Litoral
Pacíf‌i co y Antioquia son las regiones donde el efecto marginal es más
alto: 40% y 35%, respectivamente. Estos resultados, además de estar
relacionados con las condiciones de vida de las regiones, pueden estar
inf‌l uidos por características culturales y geográf‌i cas, principalmente
en la Región Pacíf‌i ca.
Por último, se encontró una relación negativa entre el orden de naci-
miento de los hijos y las condiciones de la vivienda. Esto puede estar
indicando que, a medida que la madre tiene más hijos, aumentan las
restricciones económicas y se hace más difícil adecuar el hogar. Que
los padres vivan juntos también afecta de manera negativa la proba-
bilidad de que la vivienda tenga condiciones adecuadas.
B. Demanda de servicios médicos relacionada con los
cuidados del niño durante el proceso de gestación
Los servicios médicos que se tomaron como insumos para la produc-
ción de salud infantil son: el número de controles prenatales óptimos8
y el mes en que la madre se realiza el primer control. Estos indicadores
de la conducta preventiva de la madre a través del embarazo son de gran
importancia, en tanto que la cobertura y calidad del control prenatal
constituyen factores decisivos en la salud infantil y determinan en gran
medida las causas de muerte en los primeros meses de vida. Su uso a
tiempo es decisivo en la disminución de las tasas de morbimortalidad
materna e infantil (Vásquez, 2005a, 3-11; Vásquez, 2005b, 1-2). En
el cuadro 2 se muestran los determinantes de estos insumos.
En los dos modelos de servicios médicos se encontró que al no estar
af‌i liado al SGSSS o estar af‌i liado al régimen subsidiado, reduce la
probabilidad de que las madres usen los servicios de salud materna
8 AbouZahr y Wardlaw (2003, 1-2) def‌i nen los controles prenatales como visitas programadas
con el objetivo de monitorear la evolución del embarazo, el desarrollo del niño y la prepa-
ración para el parto. La OMS (2005, 45-46) establece el mínimo de controles recomendado
en cuatro.
40
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
adecuados en comparación con las madres af‌i liadas al régimen contri-
butivo. Sin embargo, el efecto negativo es mayor cuando no se tiene
ningún tipo de af‌i liación (9% frente a 3% en los controles prenatales;
8,5% frente a 5% en el mes del primer control).
Este resultado revela la existencia de inequidades entre los regímenes
de salud y concuerda con los hallazgos de otros trabajos nacionales,
que señalan que los regímenes del sistema de salud pública funcionan
en condiciones de calidad diferentes, siendo los más afectados la po-
blación más pobre (Tovar, 2005; Ramírez et al., 2005; Tovar y García,
2006; Girón et al., 2006).
En el cuadro 2 se observa que un mayor nivel educativo de los padres
y mejores condiciones económicas, son un determinante altamente
signif‌i cativo que incrementa la probabilidad de que las madres usen
los servicios de salud materno-infantil. Sin embargo, el efecto de la
educación es mayor en el número de controles prenatales que en el mes
del primer control. También se puede apreciar que la probabilidad de
que las madres demanden los servicios médicos prenatales aumenta
cuando ellas mismas deciden sobre los cuidados médicos que necesitan
y no otras personas.
Contrario a lo que se esperaba se halló, a distintos niveles de im-
portancia, que las madres ubicadas en regiones diferentes a Bogotá
aumentan la probabilidad de tener los cuidados prenatales mínimos.
Buscando pruebas que pudiera explicar estos resultados, se estimaron
nuevamente los modelos usando como variables de control el quintil
de riqueza del hogar, el nivel educativo de las madres, el tipo de régi-
men de salud y la ocupación de las madres. Los resultados del análisis
conf‌i rmaron los hallazgos iniciales con excepción de: i) el modelo de
controles prenatales condicionado por el quintil más bajo de riqueza,
el nivel más bajo de escolaridad (ninguno) y el régimen especial de
salud, y ii) el modelo de mes del primer control condicionado por el
régimen especial. Esto indica que, únicamente cuando la población
cumple con estas características en Bogotá, es más probable que las
mujeres tengan los cuidados prenatales mínimos.
Por otra parte, se encontró que a medida que aumenta la edad de la
madre, se incrementa la probabilidad de tener los controles prenatales
59
PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
DESARROLLO Y SOCIEDAD
41
mínimos y recibirlos en el momento apropiado. Esto concuerda con el
hecho de que la edad incrementa el riesgo reproductivo de las mujeres
y, por tanto, se incrementa la demanda por servicios médicos. Simi-
larmente y en concordancia con los hallazgos de otro trabajo nacional
(Girón et al., 2006), se halló que a medida que aumenta el número
de hijos que tienen las madres, disminuye la probabilidad de que se
tengan los cuidados médicos mínimos en el proceso de gestación, pues
las mujeres tienden a tener mayores cuidados durante el embarazo de
su primer hijo.
La disponibilidad de medios de información en el hogar como radio y
televisión, tiene un efecto positivo y signif‌i cativo sobre la probabilidad
de que las madres tengan los cuidados médicos mínimos durante el
embarazo. Esto se explica porque la televisión y la radio pueden actuar
como medios para adquirir información relevante sobre la importan-
cia, para la madre y su niño, de recibir una adecuada atención médica
durante el proceso de gestación.
Las madres que están casadas o en unión libre incrementan la proba-
bilidad de tener mejores cuidados prenatales. Sin embargo, el efecto
generado es mayor en el mes en que se realiza el primer control pre-
natal (cambio en probabilidad de 5,2%) que en el número de controles
(cambio en probabilidad de 3%).
Por último, se encontró que a medida que se incrementa la tasa de-
partamental de mortalidad infantil se reduce la probabilidad de que
la madre tenga los cuidados médicos prenatales mínimos, aunque el
efecto es poco importante por su magnitud.
C. Disponibilidad y distribución de recursos
El modelo de número de hijos menores de cinco años, sirve para aproxi-
marnos a la disponibilidad de recursos económicos de los hogares.
Se supone que en los hogares donde la madre tiene máximo dos hijos
menores de cinco años, hay más recursos disponibles para cada uno de
ellos, en comparación con los hogares donde hay un número mayor.
Esto debido a que los recursos deben distribuirse entre más niños.
En el cuadro 2 se puede observar que las características individuales
y del hogar que inciden en que la madre tenga máximo dos hijos, y
42
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
por tanto que exista mayor disponibilidad de recursos, son la edad y
el nivel educativo de la madre, la condición económica del hogar, que
la madre conviva con la pareja y esté empleada.
Por otro lado, los efectos marginales de la seguridad social en salud
revelan que, no estar af‌i liado al SGSSS o estar en el régimen subsidiado
comparado con estar af‌i liado al régimen contributivo, es un factor que
incrementa la probabilidad de que las madres tengan tres o más hijos.
Este resultado es consistente con el hecho de que esta población es la
más pobre y, por tanto, con menor nivel educativo.
Además, se encontró que es más probable que las madres tengan tres
o más hijos menores de cinco años en los departamentos con mayores
tasas de mortalidad infantil; sin embargo, la magnitud del efecto es
muy pequeña.
D. Estimación de la función de producción de salud infantil
Con los modelos Logit anteriormente estimados, se calcularon las
probabilidades predichas para cada insumo y se incorporaron como
determinantes en la función de producción de salud infantil junto a
otras características como la edad y el género de los niños, el índice
de masa corporal de la madre, además de los determinantes de los
insumos.
Aprovechando que a partir de nuestra medida de salud infantil (el
puntaje z-talla), se puede establecer valores críticos que permiten
identif‌i car los grados de desnutrición de un infante (severa, moderada,
ligera y sin desnutrición); se estimó un modelo Logit Multinomial. Una
buena talla para la edad está asociada con un buen estado de salud y
un nivel nutricional adecuado. Así mismo, una talla inadecuada para la
edad está asociada con problemas de nutrición. Los efectos marginales
del modelo y los coef‌i cientes se muestran en el cuadro 3 del anexo.
En el cuadro 3 se puede apreciar que, dentro de las variables que se
escogieron en esta investigación como insumos, los factores que in-
f‌l uyen en la producción de salud infantil de los hogares son el número
y el momento en que la madre se realiza los controles prenatales, la
disponibilidad de recursos, el estado nutricional de la madre y la edad
59
PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
DESARROLLO Y SOCIEDAD
43
del niño y el género. Igualmente, se puede observar que el grado de
incidencia de cada una de las variables sobre los distintos niveles de
nutrición varía de un nivel a otro. Es decir, no todas las variables son
estadísticamente signif‌i cativas ni el nivel de importancia es el mismo
para todas las categorías de nutrición.
Cuadro 3. Modelo de producción de salud infantil Logit Multinomial
(efectos marginales).
Severa Moderada Ligera Sin desnutrición
P(vivienda) 0,010 0,019 0,022 -0,051
P(número controles) -0,043* -0,019 0,135 -0,072
P(mes control) -0,021 -0,250 *** -0,691 *** 0,962 ***
P(hijos) -0,058 -0,174 * -0,166 0,398 *
Edad del niño (en meses) 0,00003 0,001 *** 0,002 *** -0,003 ***
Género del niño (base: mujer) 0,002 0,014 *** 0,006 -0,022 **
IMC 0,003 0,030 ** 0,034 -0,067 ***
Probabilidad 0,013 0,071 0,27 0,65
Fuente: Cálculos propios. Procesamiento de ENDS 2005 (véase cuadro 3 del anexo). * p <. class="fff">** p <. class="fff ws1ae">***
p <.>
En el caso de la desnutrición severa, se encontró con un nivel de con-
f‌i anza de 10%, que las madres que tienen mayor probabilidad de tener
al menos cuatro controles prenatales, disminuye la probabilidad de que
los hijos sufran de desnutrición severa en aproximadamente 4%.
Por otro lado, que las madres tengan mayor probabilidad de realizarse
el primer control prenatal antes del tercer mes y de tener menos de tres
hijos, disminuye la probabilidad de que el niño sufra de desnutrición
moderada en aproximadamente 25% y 17%, respectivamente.
Además, se halló que la probabilidad de tener desnutrición moderada
aumenta con la edad de los niños (esto es consistente con el hallazgo
de Flórez, Ribero y Samper [2003] de un efecto acumulativo) y si
los niños son hombres, aunque la magnitud del efecto es bastante pe-
queña, 1% o menos. Así mismo, se encontró que los niños de madres
que tienen problemas de nutrición, aumenta la probabilidad de tener
desnutrición moderada en comparación con los niños de madres que
no tienen este problema.
44
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
También se halló evidencia de que los niños de madres que tienen
mayor probabilidad de realizarse el primer control antes del cuarto
mes, disminuye la probabilidad de sufrir de desnutrición ligera en
aproximadamente 69%. Mientras que la edad del niño es un factor
que contribuye a aumentar la probabilidad de tener desnutrición ligera,
pero el efecto marginal es pequeño (0,02%).
Los factores que contribuyen a aumentar la probabilidad de que el niño
tenga una estatura normal para su edad y, por tanto, no esté desnutrido
son: la mayor probabilidad de que la madre inicie los controles prena-
tales a tiempo (con un efecto marginal de 96%, aproximadamente) y
la mayor probabilidad de que la madre tenga máximo dos hijos (con
un efecto marginal de 39%, aproximadamente). Características de los
niños como la edad y el género afectan de forma negativa la probabi-
lidad de que el niño tenga una estatura normal para su edad. Al igual
que el hecho de que la madre esté desnutrida (con un efecto marginal
de 7%, aproximadamente).
En general, se encontró que el estado de salud de largo plazo de los
infantes está determinado por: i) la conducta preventiva de la madre
durante el embarazo, específ‌i camente por el momento en que la madre
se realiza el primer control; ii) la disponibilidad de recursos dentro del
hogar; iii) el patrimonio genético que se captura con el indicador de
nutrición de la madre; iv) características del niño como la edad y el
género, y v) algunos determinantes de la demanda de insumos9, como
la educación de los padres, quién decide sobre el cuidado médico de
la madre, la región, la tasa departamental de mortalidad infantil, y
características de la madre como la edad, la ocupación y si convive
con la pareja (véase cuadro 3 del anexo).
Al controlar por las probabilidades predichas de los insumos y por
las características del menor, se ha obtenido a partir del modelo Logit
Multinomial los valores de las probabilidades para cada uno de los
niveles de nutrición. En el cuadro 3 se puede apreciar que en Colombia
los infantes tienen una probabilidad de 1,3% de sufrir desnutrición se-
vera, 7,1% de sufrir desnutrición moderada, 27% de sufrir desnutrición
9 Estos factores no afectan a todas las categorías de nutrición y el nivel de importancia varía
de una categoría a otra.
59
PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
DESARROLLO Y SOCIEDAD
45
ligera y 65% de tener una adecuada talla para la edad (sin desnutrición).
Estos resultados muestran que a partir del modelo en análisis, existe
una alta probabilidad de que los niños colombianos menores a cinco
años no tengan niveles preocupantes de desnutrición (de acuerdo con
la población de referencia del NCHS de los Estados Unidos).
IV. Conclusiones
A pesar de que varios estudios señalan la importancia del entorno en
que crece el niño para la producción de salud infantil (Bertranour,
Delajara y Amiune, 2002; Unicef, 2004, y Aguado et al. 2005), en
esta investigación no se encontró evidencia de que este factor inf‌l uya
en el estado de salud de largo plazo del infante. Esto puede deberse al
indicador que se seleccionó para medir los resultados de salud de los
niños. Por tal motivo, futuras investigaciones deberían considerar el
uso de otras medidas de salud infantil, como por ejemplo la presencia
de enfermedades.
Los principales factores que explican el uso de los servicios médicos
relacionados con los cuidados infantiles durante el proceso de gestación
(número de controles prenatales y mes del primer control) son la af‌i -
liación a un régimen de seguridad social en salud, la educación de los
padres, la edad de la madre al momento del nacimiento, la condición
económica del hogar, el orden de nacimiento de los hijos, la región
donde está el hogar y la tasa departamental de mortalidad infantil de
niños menores de cinco años.
Entre estos determinantes de la conducta preventiva de las madres,
hay dos que están relacionados con la presencia de inequidades y, por
tanto, deberían ser estudiados en mayor detalle: i) el efecto negativo
que genera no estar af‌i liado al SGSSS o estar en el régimen subsidiado
y ii) el efecto negativo que genera que las madres vivan en Bogotá.
En este último caso es importante que se tengan en cuenta posibles
sesgos causados cuando se recoge la información (la población más
pobre podría estar sesgando sus respuestas ante la expectativa de una
posible vinculación al Sisbén).
Los factores que más contribuyen a que los niños alcancen una ade-
cuada talla para la edad y, por tanto, logren una buena salud son: la
46
La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
mayor probabilidad de que las madres se realicen el primer control
prenatal antes del cuarto mes, la mayor probabilidad de que la madre
tenga máximo dos hijos y que la madre no tenga problemas de des-
nutrición.
Respecto al efecto positivo que producen los cuidados prenatales en
la salud de los niños, sería interesante que futuras investigaciones
tuvieran en cuenta el efecto de las visitas que hace el niño al médico
(por ejemplo, a control de crecimiento y desarrollo). Pues es posible
que el efecto de los cuidados prenatales esté siendo sobrestimado y
éstos estén actuando como una proxy de las visitas que hace el niño al
médico, debido a que la decisión de las madres de ir al médico durante
el embarazo puede estar muy correlacionada con la decisión de llevar
el niño al médico si éste lo necesita.
Teniendo en cuenta los factores que inciden en la producción de salud
infantil y los determinantes de las demandas por insumos, algunas de
las políticas públicas que podrían contribuir de forma positiva a me-
jorar la producción de salud infantil son la extensión de la educación
básica y secundaria a todas las mujeres, la lucha contra la exclusión
social en salud, el mejoramiento de la calidad del servicio en el régimen
subsidiado, las políticas que promuevan la equidad de género y el apo-
deramiento de las mujeres, así como los programas de fortalecimiento
nutricional a niños y mujeres gestantes y lactantes.
El actual sistema de salud es un sistema mercantilista, cuya política
de cobertura busca asegurar a más individuos sin que ello implique
medidas de prevención. La salud es un activo social que debe ga-
rantizarse con unas condiciones iniciales básicas. Estas condiciones
iniciales se generan a partir de procesos de prevención y educación,
más que de un asistencialismo desbordado. Esto debe cumplirse
para toda la población, sobre todo para la más vulnerable, como son
los individuos de bajos estratos y los niños. Esta última población
merece especial atención, debido a su importancia para el desarrollo
económico de largo plazo. Garantizar la salud infantil desde el mismo
momento de la gestación, con políticas de prevención y educación para
las madres, además de generar condiciones que permitan el logro de
una mejor salud en la infancia potencian el logro de buena salud en
la vida adulta.
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PRIMER SEMESTRE DE 2007, PP. 21-61.
DESARROLLO Y SOCIEDAD
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La producción de salud infantil en Colombia:
una aproximación
Luis Miguel Tovar Cuevas y Gustavo Adolfo García Cruz
Anexo
Cuadro 1. Variables utilizadas en el análisis de regresión.
Variables Def‌i nición
Dependiente:
Z-talla
Es un indicador del estado nutricional del niño construido
a partir de la talla estandarizada (z- score): 1 = desnutrición
severa, 2 = desnutrición moderada, 3 = desnutrición leve, 4
= sin desnutrición.
Insumos para la producción de salud
Infraestructura de la vivienda
1 = si la vivienda cuenta con pisos terminados o rústicos,
tiene paredes de adobe o mampostería, y tiene acueducto
urbano o rural.
0 = en otro caso.
Controles prenatales mínimos 1 = si la madre se hizo al menos cuatro controles prenatales.
0 = si la madre se hizo menos de cuatro controles prenata-
les.
Mes del primer control prenatal
1 = si la madre se hizo el primer control de embarazo el tercer
mes o antes.
0 = si la madre se hizo el primer control de embarazo después
del tercer mes.
Número de hijos menores de 5
años 1 = más de dos hijos, 0 = menos de dos hijos.
Edad del niño Medida en meses
Sexo del niño 1 = hombre, 0 = mujer
IMC Índice de masa corporal de la madre [peso/(altura en me-
tros)2].
Se agrupó en: 1 desnutrición, 0 nutrición normal-sobrepeso.
Determinantes
Características individuales y del hogar
Edad de la madre Edad actual de la madre en años.
Nivel educativo de la madre 1 = ninguno, 2 = primaria, 3 = secundaria, 4 = superior.
Ocupación de la madre 1 = está empleada, 0 = no lo está.
Decisión sobre el cuidado médico
de la madre
1 = la mujer decide sola o en compañía de otra persona.
2 = el esposo decide.
3 = otra persona decide.
Convivencia de la madre con la
pareja 1 = vive con la pareja, 0 = no vive con la pareja.
Orden de nacimiento Es el orden de los hijos que ha tenido la madre:
1 = primero, 2 = de 2 a 3, 3 = de 4 a 5, 4 = 6 y más.
(Continúa...)
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Cuadro 1. Variables utilizadas en el análisis de regresión (...Continuación).
Educación de la pareja Se ref‌i ere al máximo nivel educativo alcanzado por la pa-
reja:
0 = ninguno, 1 = primaria, 2 = secundaria, 3 = superior.
Af‌i liación a un régimen de seguri-
dad social en salud
1 = régimen contributivo: ISS, EPS.
2 = régimen subsidiado: ARS, empresa solidaria.
3 = régimen especial: fuerzas militares, policía, magisterio,
Ecopetrol, Foncolpuertos.
4 = No af‌i liado.
Condición económica del hogar Es un indicador del nivel de riqueza del hogar (según quintiles
poblacionales de bienestar o riqueza): 1 = más bajo,
2 = bajo, 3 = medio, 4 = alto, 5 = más alto.
Medios de información 1 = hay radio y TV en el hogar, 0 = no hay.
Características regionales
Regiones
0 = Atlántica, 1 = Oriental, 2 = Antioquia, 3 = Central,
4 = Valle sin Litoral Pacíf‌i co, 5 = Cauca y Nariño sin Litoral
Pacíf‌i co, 6 = Litoral Pacíf‌i co, 7 = Bogotá, 8 = Orinoquia y
Amazonia.
TMI Tasa departamental de mortalidad de niños menores de 5
años (por mil).
Variables instrumentales para la especif‌i cación
NBI (%) departamental de hogares pobres con una o más necesi-
dades básicas insatisfechas. (NBI).
AME (%) departamental de atención médica o de enfermera en el
embarazo.
Anticonceptivos Uso de métodos anticonceptivos de la madre:1 si usa, 0 no
usa.
Fuente: Elaboración propia con base en ENDS 2005.

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